Miguel Tendero: "He estado a punto de dar el pelotazo"
Primera novilladita del ciclo, con las cl¨¢sicas caracter¨ªsticas de las que suelen tener lugar en San Isidro: muchos abonados aprovechan para cumplir con sus compromisos y devociones varias, regalando sus entradas a parientes y amigos, a la vez que ellos hacen el primer descansillo, que queda a¨²n mucho trecho de feria y hay que empezar a administrarse un poquito. A Chechu su orgullo torero le obliga a justificar su actuaci¨®n como sea: "Creo que he bailado con la m¨¢s fea por el lote que me ha tocado, que no ha terminado de romper. Cuando ya has toreado muchas tardes aqu¨ª, la gente te quiere ver ya con toros, a ver si as¨ª cambia la cosa". La gente quiere verle con toros, y habiendo superado como los "toreros g¨¹enos" las secuelas del cornal¨®n que se llev¨® en ?vila, cosa que parece estar a¨²n lejos de lograr.
Rub¨¦n Pinar sal¨ªa tranquilo y satisfecho, con el suficiente sentido de la realidad como para no mostrarse quejoso de no haber abierto la puerta grande, a pesar de haber estado cerca: "La culpa ha sido de mi segundo novillo, que no ha colaborado para hacer una faena como me hubiese gustado. Ha sido muy complicado y no ha tenido la rotundidad del primero. Me voy contento, pero, l¨®gicamente, me hubiera gustado salir por la otra puerta".
La satisfacci¨®n de Miguel Tendero, quien tambi¨¦n estuvo m¨¢s cerca a¨²n que Pinar de salir a hombros, se refleja en su cara a ojos vista. "Quiero ser torero y donde hay que estar bien es en esta plaza. En los pueblos, por muy bien que est¨¦s, no te da nada m¨¢s que oficio, y aqu¨ª te puedes llevar un pelotazo, que he estado a punto de darlo hoy". Y es que hay nobil¨ªsimos apellidos que responden de manera muy cabal al car¨¢cter de las personas: "La sensaci¨®n de torear en una plaza tan grande y pensar en lo que te puede dar, compensa de todo".
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