Cuando la libertad est¨¢ en el arte

A Jos¨¦ se le trunc¨® la vida hace cuatro a?os, cuando una pelea con los porteros de una discoteca le llev¨® a la c¨¢rcel por un delito de lesiones. Quedaron fuera su mujer y dos ni?os peque?os, que cuentan los d¨ªas para saber cu¨¢ndo saldr¨¢ pap¨¢.

Ayer le pudieron ver, no a trav¨¦s de un cristal, sino convertido en actor sobre el escenario del teatro del C¨ªrculo de Bellas Artes, que estaba tomado por la polic¨ªa. Pero por mucho despliegue que lo custodiara, nada pudo evitar su objetivo: ser libre durante unas horas, como sus 12 compa?eros del centro penitenciario Oca?a (Toledo). Juntos forman la incipiente compa?¨ªa ?caro Teatro, que esta tarde, a las 19.00, vuelve a representar su tragicomedia de creaci¨®n propia, Quedan las palabras, gratis y abierta al p¨²blico.

"Nos hemos emocionado al ver los nombres en el cartel", dice un recluso

"Algunos nos hemos emocionado tanto al vernos en la puerta del teatro que se nos saltaban las l¨¢grimas al salir esposados de la furgoneta y subir al escenario", explicaba Jos¨¦, mientras sus compa?eros ensayaban como aut¨¦nticos profesionales: texto, movimiento, luces, sonido, proyecciones. Todo en orden y algunas risas nerviosas bajo la atenta mirada de la compa?¨ªa profesional de teatreros La Recua, que desde hace dos a?os, y con ayuda de Instituciones Penitenciarias, organiza el taller de teatro de la c¨¢rcel.

"Yo he tenido alg¨²n permiso, pero la mayor¨ªa de mis compa?eros, que tienen como mucho condenas por narcotr¨¢fico, est¨¢n todav¨ªa en segundo grado y no pueden salir. Por eso actuar aqu¨ª es una bocanada de aire para todos. Nuestro objetivo es demostrar que tenemos algo que contar, que nos quedan las palabras... para pedir que no se estigmatice al recluso", a?ad¨ªa Jos¨¦ mientras continuaba el ensayo.

Dos plantas m¨¢s arriba, en la sala Antonio Palacios del C¨ªrculo de Bellas Artes, la historia se repet¨ªa, pero esta vez en versi¨®n art¨ªstica, con la exposici¨®n Homenaje a Salvador Dal¨ª, que re¨²ne cuadros y esculturas de internos inspiradas en el c¨¦lebre pintor.

Carlos y David tienen en com¨²n los d¨ªas y noches que pasan en el centro penitenciario de Navalcarnero, donde la condena es m¨¢s llevadera gracias a los talleres de artesan¨ªa. As¨ª no dan vueltas a la cabeza ni se vuelven locos, seg¨²n comentan con un aire diletante. "?Sabes cu¨¢l es la diferencia entre un cuadro hecho en espejo y otro con hilo?", preguntaba con orgullo Carlos, que se ha dejado la vista en ambas t¨¦cnicas. "Que el espejo aporta m¨¢s profundidad pero el hilo es m¨¢s vivo. Y en cambio, el hilo tiene menos colores que puede sacar el ¨®leo sobre el cristal", respond¨ªa ante su retrato de Dal¨ª con bigotes kilom¨¦tricos hechos con espejo.

El tatuaje en el brazo de David, por su parte, esconde un talento secreto para trabajar con sus manos la t¨¦cnica del hilo como demuestra el dibujo en su piel de La mujer en la ventana. "Nunca me habr¨ªa planteado hacer esto si no fuera en la c¨¢rcel, pero as¨ª puedo pasarme d¨ªas enteros y se te pasan m¨¢s r¨¢pido... Creo que es un buen oficio para el futuro: el d¨ªa que salga quiz¨¢s pueda hacer varios cuadros y venderlos ah¨ª fuera. No s¨¦ qu¨¦ tal funcionar¨¢, pero me gustar¨ªa intentarlo. ?Qui¨¦n sabe! Quiz¨¢s me haya convertido en artista", explicaba con una sonrisa invencible.