M¨¢s CO2 que nunca

En marzo de 1958, Charles Keeling lanz¨® un globo aerost¨¢tico sobre Mauna Loa (Hawai) para medir la concentraci¨®n de di¨®xido de carbono en la atm¨®sfera. Este profesor de Qu¨ªmica del Instituto Tecnol¨®gico de California busc¨® ese monte, de m¨¢s de 2.000 metros de altitud, un lugar alejado de cualquier fuente de contaminaci¨®n. No estaba claro para qu¨¦ servir¨ªa, pero comenz¨® a medir con regularidad la concentraci¨®n de di¨®xido de carbono (CO2) en la atm¨®sfera. Justo 50 a?os despu¨¦s, su serie ha servido para dejar claro que el CO2 (principal gas causante del efecto invernadero) est¨¢ disparado.

La NOAA (organismo del Gobierno de EE UU que, entre otras cosas, se encarga de las mediciones) acaba de confirmar que en 2007 se bati¨® de nuevo el r¨¦cord. Si en la primera medici¨®n de Keeling la concentraci¨®n de CO2 era de 315 partes por mill¨®n (ppm), actualmente supera los 387 ppm.

El r¨¦cord era previsible, lo que no lo era tanto es la velocidad. Thomas Conway, uno de los responsables de la Divisi¨®n de Monitorizaci¨®n Mundial, explica por tel¨¦fono: "La serie es lo suficientemente larga como para decir, sin lugar a dudas, que el di¨®xido de carbono en la atm¨®sfera est¨¢ aumentando. No hay datos comparables m¨¢s fiable en el mundo. Pero lo m¨¢s importante es que la concentraci¨®n atmosf¨¦rica crece mucho m¨¢s r¨¢pido que antes".

En la d¨¦cada de los 60, el CO2 aument¨® a un ritmo medio de 0,84 partes por mill¨®n al a?o; en los 70 a 1,26; en los 80 a 1,59; en los 90 a 1,5, y desde 2000 se incrementa cada a?o en una media de 2,01 partes por mill¨®n, el doble que hace 50 a?os.

Este CO2 es el principal gas que est¨¢ tras el cambio de clima. Retiene parte del calor que emite la Tierra y calienta el planeta. Conway afirma que seguir¨¢ aumentando su presencia en la atm¨®sfera mientras siga "la quema de combustibles f¨®siles como el gas, el carb¨®n y el petr¨®leo".

Hasta ahora, gran parte del di¨®xido de carbono emitido era absorbido por los oc¨¦anos, pero estos ya "no pueden asumir tanto como emitimos, as¨ª que seguir¨¢ aumentando", a?ade Conway.

Y aunque 50 a?os es un buen indicador sobre el impacto de la actividad humana, no es nada para estudiar el clima. Los cient¨ªficos han buscado en la profundidad de los hielos cu¨¢l ha sido la concentraci¨®n de CO2 en el pasado. Esos bloques -se han estudiado hasta profundidades de m¨¢s de 2.500 metros en la Ant¨¢rtida- se forman con una nueva capa de nieve al a?o. Y cada capa guarda burbujas de aire de esa ¨¦poca. Seg¨²n el ¨²ltimo informe del Panel Intergubernamental de Cambio Clim¨¢tico (IPCC, en sus siglas en ingl¨¦s), "la concentraci¨®n atmosf¨¦rica de di¨®xido de carbono supera, en gran medida, su margen de variaci¨®n natural durante los ¨²ltimos 650.000 a?os". En este periodo, el CO2 ha oscilado entre 180 y 300 partes por mill¨®n, lo que significa que actualmente est¨¢ un 29% por encima del mayor nivel en cientos de miles de a?os.

Pero con los bloques de hielo los cient¨ªficos tambi¨¦n pueden reconstruir la temperatura del pasado y concluyen que existe una relaci¨®n entre la cantidad del di¨®xido de carbono en la atm¨®sfera y la temperatura.

Nadie duda de que la concentraci¨®n va a seguir subiendo -con China e India construyendo plantas de carb¨®n a todo ritmo-, pero la ONU pide que al menos que se pongan l¨ªmites. La Uni¨®n Europea quiere que no supere las 550 ppm, nivel a partir del cual considera que la influencia sobre el clima ser¨ªa peligrosa, pero para ello las emisiones tienen que tocar techo antes de 2020 y reducirse dr¨¢sticamente en 2050. Algo tan dif¨ªcil de conseguir como predecir en 1958 la importancia que tendr¨¢ hoy la curva de Keeling.