Seriedad po¨¦tica

Las cosas ya no son lo que eran. Pablo Milan¨¦s regresaba a Barcelona despu¨¦s de varios a?os de ausencia y, adem¨¢s, lo hac¨ªa con un nuevo disco bajo el brazo, pero el pasado lunes el Palau de la M¨²sica se qued¨® en poco m¨¢s de media entrada.

Lejos quedan los tiempos de los polideportivos y de los espacios masivos, y esta vez no val¨ªa la excusa de ser un d¨ªa festivo porque, a esa hora, las entradas a Barcelona ofrec¨ªan una tranquilidad absoluta: nadie parec¨ªa regresar a la ciudad despu¨¦s de un lluvioso fin de semana. Sin duda, la causa esencial de la ausencia masiva de p¨²blico se debe buscar m¨¢s en la oferta actual de Milan¨¦s, que se ha alejado de sus patrones habituales para formar un d¨²o con el pianista Chucho Vald¨¦s, el que fuera fundador de Irakere y una de las referencias sobre las que se ha edificado el actual jazz cubano.

En este caso, una voz y un piano en solitario no parecen ser la sinergia m¨¢s adecuada para el p¨²blico de Milan¨¦s. L¨¢stima, porque lo visto y o¨ªdo en el Palau es uno de los trabajos m¨¢s serios que se han realizado en los ¨²ltimos tiempos en el campo de la canci¨®n. As¨ª lo entendieron los asistentes y la actuaci¨®n de los dos cubanos acab¨® en apoteosis.

Excesos pian¨ªsticos

Comenzaron repasando algunas de las viejas canciones de Milan¨¦s, sin faltar Yolanda. La combinaci¨®n hubiera sido perfecta de no haber sobrado algunos excesos pian¨ªsticos. Vald¨¦s es un instrumentista muy dotado y, a menudo, se deja arrastrar por la t¨¦cnica colocando cascadas de notas donde s¨®lo hace falta una insinuaci¨®n. Igual sucedi¨® cuando se qued¨® solo con el piano para interpretar tres temas propios: hubo mucha m¨²sica, pero tambi¨¦n fuegos de artificio innecesarios.

En la segunda parte todo cambi¨®. Se trataba de un pu?ado de canciones escritas a dos manos por Vald¨¦s y Milan¨¦s, algunas muy interesantes tanto por el contenido po¨¦tico como por el musical. El pianista se mostr¨® mucho m¨¢s contenido en estos temas y Milan¨¦s le puso el calor habitual con resultados terriblemente cercanos, especialmente en un tema muy bello dedicado a Pilar, la madre de Chucho Vald¨¦s. La velada concluy¨® con otro tema nuevo destinado a permanecer en los ¨¢nimos de los seguidores de Milan¨¦s: el danzante Choteo.