Infancia

?Han visto alguna vez Pressing catch? Ahora lo emite Cuatro. Es la vieja lucha libre, heredera del viej¨ªsimo teatrillo de gui?oles. Como con los t¨ªteres de feria, los cr¨ªos participan en el combate. Sufren porque el bueno siempre se despista cuando el malo les ataca por la espalda; corean los porrazos; vitorean y abuchean. Si existe un programa estrictamente infantil, es ¨¦se. El Consejo Audiovisual de Catalu?a acaba de recomendar que Pressing catch se emita fuera de la franja protegida (de 6.00 a 22.00) o, al menos, a una hora que permita el acompa?amiento de los padres. El Consejo indica que los ni?os "muestran mucho inter¨¦s en aprender los nombres de los movimientos empleados en las luchas y en aprender c¨®mo se ejecutan", lo cual podr¨ªa generar "conductas imitativas".

En el caso de la lucha libre, no s¨®lo saben de los trompazos. Saben tambi¨¦n, me temo, que los luchadores se forran a anabolizantes, sufren depresiones y, en ciertos casos, protagonizan tragedias dom¨¦sticas. Y les da igual.

Los alumnos de 5? del CEIP Juncadella, un colegio catal¨¢n de la Cellera de Ter, realizaron hace unos meses un trabajo revelador. Analizaron el lenguaje utilizado en diversos programas de audiencia infantil, entre ellos Pressing catch, y emitieron, como gente lista, las conclusiones que deseaba el profesorado: eran malas la agresividad, las bromas machistas, los tacos. Esas cosas no deb¨ªan emitirse, dec¨ªan, porque las aprend¨ªan los ni?os. Luego a?ad¨ªan una explicaci¨®n: se emit¨ªan porque aumentaba la audiencia.

Tranquilos: estos chicos que han sido bombardeados desde el nacimiento con publicidad, que han contemplado violencia desde siempre, saben mirar detr¨¢s de las cosas. Ya topar¨¢n con la angustia del adulto. La incertidumbre: pensar en una persona heroica, Mar¨ªa San Gil, e ignorar, por el momento, si esa persona heroica ha decidido convertirse en simple mamporrera de alguien.