Un rock para Boris Vian
Andy Chango (Buenos Aires, 1970) considera agotado su discurso dentro del rock. Compositor impulsivo, ha trabajado siempre a partir de materias que conoce bien pero un d¨ªa se dio cuenta de que hab¨ªa llegado a un momento de impasse en su carrera musical. Hasta ahora, el m¨²sico argentino, cuyo nombre de nacimiento es Andr¨¦s Ferjeman, ha dedicado discos a temas como las drogas, la pasi¨®n que le despierta el alcohol e incluso a las depresiones a las que conducen los excesos, pero el compositor de canciones como El viejo Lexat¨ªn cre¨ªa llegado el momento de buscar otro registro. Inmerso en ese estado de cambio mental y profesional, Chango ha dedicado los ¨²ltimos cinco a?os a empaparse de Boris Vian. Y deben de haber sido cinco a?os de lo m¨¢s intensos. El resultado se llama Boris Vian, un disco de 12 canciones que se pone a la venta a primeros de junio.
"Hemos respetado el humor de Vian y su cinismo, pero nos tomamos la libertad de cambiar algunas palabras"
Boris Vian se ha grabado con las canciones en espa?ol, para lo que ha contado en la adaptaci¨®n de las letras con la colaboraci¨®n del poeta Luis Antonio de Villena, que particip¨® en dos de los temas, y el m¨²sico Javier Krahe. Tanto el poeta como el m¨²sico son personas que cuidan y aman las palabras y Chango, que siempre compone improvisando, encontr¨® en ellos los interlocutores ideales para adaptar las canciones a los nuevos tiempos y al sonido de las palabras en castellano.
El primero en introducirse con Chango en la m¨²sica de Boris Vian (Par¨ªs, 1920-1959) fue De Villena, gran conocedor del m¨²sico y escritor franc¨¦s, trabajo en el que fue relevado posteriormente por Javier Krahe. "Fue muy enriquecedor, he aprendido que hay que saber rimar para no rimar", dice Chango. "Hemos respetado no s¨®lo el humor de Vian sino su cinismo, pero nos tomamos la libertad de cambiar algunas letras manteniendo las ideas de las frases, aunque, todo hay que decirlo, no siempre fue as¨ª, en ocasiones nos ¨ªbamos por la tangente". La idea que presidi¨® los m¨²ltiples aperitivos compositivos fue que lo que en el siglo pasado escandalizaba a nuestras abuelas ahora causar¨ªa cierta sorna. Un ejemplo. A Vian le gustaba el vaiv¨¦n de las caderas de las mujeres y era un poco picant¨®n pero "un tanto antiguo para las se?oritas". As¨ª, donde el autor de Escupir¨¦ sobre vuestra tumba dec¨ªa que llevaba a una chica bajo las palmeras, Chango las acompa?a sin m¨¢s dilaciones hasta los servicios, una pr¨¢ctica m¨¢s urbana. En otros temas, Chango se empe?¨® en meter el nombre de su barrio en Madrid, Chamber¨ª, simplemente como homenaje. Boris Vian se acompa?a de un libreto con los temas en franc¨¦s y en castellano para que el lector saque sus propias conclusiones sobre los cambios experimentados por las canciones. El resultado final son canciones, grabadas en tono de jazz, de soul, de rock, de milonga y de blues, que nos introducen en un mundo l¨²dico lleno de iron¨ªa, de nostalgia e, incluso, de comedia, que se acerca bastante a los gustos y maneras del m¨²sico argentino. A modo de estribillo general, Un euro con cincuenta, uno de los temas, se canta en cuatro partes distintas del disco, en las que intervienen la hija de Chango y el hijo de Ariel Rot, adem¨¢s de actrices como Emma Su¨¢rez y Malena Alterio.
Como no pod¨ªa ser de otra manera, en Boris Vian se escucha El desertor, uno de los temas m¨¢s emblem¨¢ticos de Vian pero discutido en su momento puesto que animaba a desertar del servicio militar, pero en este caso cantado en ingl¨¦s por el trompetista Norman Hogue. No faltan las colaboraciones de sus amigos argentinos. Fito P¨¢ez, Ariel Rot y Andr¨¦s Calamaro ponen voces y guitarras, junto con Antonio Serrano y la trompeta de Jerry Gonz¨¢lez.
Adem¨¢s de su obra musical -ha revisado casi trescientas canciones-, Chango se ha sumergido en internet, rastreando las huellas del polifac¨¦tico escritor; ha penetrado en su obra literaria echando mano de su propia librer¨ªa, la de los amigos y la oferta de las bibliotecas municipales. Para conseguir permiso sobre los derechos de la m¨²sica de Vian, Chango ha hablado incluso con su viuda, ?rsula Kluber, una anciana que ha destacado como activa impulsora de la obra de su marido; ha contactado con la fundaci¨®n que lleva el nombre del m¨²sico y escritor franc¨¦s y hasta ha tenido alguna relaci¨®n con los herederos del m¨²sico Henry Salvador, recientemente fallecido, con el que que Boris Vian firmaba El blues del dentista, versioneada en el disco.
Chango se tom¨® tambi¨¦n la libertad de elegir la ilustraci¨®n de la portada, realizada por su amigo el dibujante Edgardo Carosia, en la que aparece el propio Chango frente a un pianocktail, uno de los inventos de Vian. El escritor franc¨¦s propuso en la novela La espuma de los d¨ªas un instrumento que asociaba cada nota con un alcohol o un sabor y que, seg¨²n la melod¨ªa que interpretabas, te serv¨ªa un whisky o un ron.
Todav¨ªa esta semana Chango anda ultimando correcciones al libreto y poniendo la maqueta del disco en los bares de su barrio para comprobar la reacci¨®n del p¨²blico. Boris Vian se presentar¨¢ en julio en La Mar de M¨²sicas en Cartagena, con algunos de los m¨²sicos invitados del disco, y ser¨¢ adaptado como un espect¨¢culo teatral protagonizado por el propio Chango para el oto?o. El disco vale tambi¨¦n como el primero de los homenajes que se le dedican al autor de La hierba roja, puesto que el pr¨®ximo a?o se cumplen cincuenta a?os de su muerte y ya se prepara una catarata de publicaciones y reediciones de su obra, considerada de culto.
?Qu¨¦ hubiera pensado Vian del disco? Chango conf¨ªa en que la escucha no resultar¨ªa letal, como la controvertida adaptaci¨®n al cine de Escupir¨¦ sobre vuestra tumba, en cuyo estreno se le par¨® el coraz¨®n.
Boris Vian. Andy Chango. Rosevil. Sale a la venta el 10 de junio.
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