Un puente literario entre dos lenguas
EL PA?S publica ma?ana una colecci¨®n biling¨¹e de relatos firmados por Harkaitz Cano, Anjel Lertxundi, Unai Elorriaga, Iban Zaldua y Felipe Juaristi
"Me daba pena que estos relatos s¨®lo se pudieran leer el d¨ªa que sal¨ªan en el peri¨®dico. Ahora se podr¨¢ disponer de ellos de forma permanente". Con esas palabras inici¨® el pasado jueves el escritor Unai Elorriaga su intervenci¨®n en el acto de presentaci¨®n de Gvero, la colecci¨®n biling¨¹e que re¨²ne una selecci¨®n de los relatos publicados originalmente en euskera en la edici¨®n vasca de EL PA?S durante los ¨²ltimos a?os. El libro, financiado por la Fundaci¨®n BBK, se entregar¨¢ ma?ana conjuntamente con el diario a los lectores de EL PA?S, y recoge sendos textos de Iban Zaldua, Anjel Lertxundi, Felipe Juaristi y Harkaitz Cano, adem¨¢s del propio Elorriaga.
El acto se convirti¨® en una tertulia literaria en la que los autores -Zaldua no pudo asistir, ya que asiste a un congreso en la Universidad de Nevada- mostraron sus diferentes visiones sobre la literatura. "No estoy de acuerdo contigo", le espet¨® Cano a Elorriaga. "Publicar en un peri¨®dico sin saber con qui¨¦n voy a compartir espacio me produce un morbo especial. Aunque acabe envolviendo el pescado, es un proceso de descomposici¨®n muy sugerente", argument¨®.
En ese debate terci¨® tambi¨¦n Lertxundi, recordando el papel que la prensa ha jugado hist¨®ricamente en la difusi¨®n de obras literarias. "?Qu¨¦ hubiera sido de la literatura europea y de la vasca si durante el siglo XIX no se hubieran publicado aquellas novelas por entregas", exclam¨®.
La presentaci¨®n sirvi¨® tambi¨¦n para desvelar algunos de los secretos de los textos que la componen, especialmente los referentes a su traducci¨®n, ya que todos los autores, salvo Lertxundi, han firmado tambi¨¦n sus correspondientes adaptaciones al castellano. "He sido un tramposo, m¨¢s que un tah¨²r del Missisipi", reconoci¨® en tono jocoso Juaristi, aludiendo a las licencias art¨ªsticas que los escritores se toman en este tipo de ocasiones. Cano fue m¨¢s all¨¢, al confesar que ha llegado a sentirse como el personaje de un relato de Stephen King, que antes que morir de hambre decide amputarse partes no vitales de su cuerpo. "Al principio yo sent¨ªa lo mismo, en este caso amputando partes del texto", dijo.
El acto congreg¨® a numerosos representantes del sector editorial y la sociedad vasca, entre ellos el responsable de la Fundaci¨®n BBK, Gorka Mart¨ªnez; el director de la C¨¢mara del Libro de Euskadi, Lorenzo Portillo; escritores como Pedro Ugarte y Jos¨¦ Luis Merino; Jon Elorriaga, miembro del Instituto Labayru, o el acad¨¦mico correspondiente de Euskaltzaindia Sebas Garc¨ªa Trujillo, que acompa?aron al delegado de EL PA?S en el Pa¨ªs Vasco, Juan Mari Gastaca, y su antecesor, Ander Landaburu.
Con la elecci¨®n del t¨ªtulo Gvero (un homenaje a Axular, padre de las letras vascas), se quiere sintetizar el objetivo que persigue esta iniciativa: tender un doble puente entre la tradici¨®n literaria vasca y sus representantes actuales y tambi¨¦n entre las dos lenguas oficiales en Euskadi.
Harkaitz Cano
"Cuando recibo un encargo de este tipo, siempre tiendo a la ciencia ficci¨®n, tal vez por compensar el tono de los textos con los que voy a compartir espacio en el peri¨®dico". Con esas palabras explic¨® en la presentaci¨®n el autor de Neguko zirkua la g¨¦nesis de Biombo gardena ("El biombo transparente"), ambientada en un futuro cercano, cuando un chip implantado al nacer obliga a las personas (salvo unos renegados) a decir la verdad.
Unai Elorriaga
Marina, Mart¨ªn, Anso, Esteban o Don Silvestre. El autor de Sprako Tranbia o Vredaman vuelve a crear en Ezequielen haria ("Ezequiel llueve") una galer¨ªa de personajes sugerentes a los que un suceso inesperado re¨²ne en una funeraria. Muy en su estilo de Elorriaga, la acci¨®n salta de un espacio f¨ªsico y temporal a otro para llevar al lector a un sorprendente final. Di¨¢logos y recuerdos desvelan la verdadera personalidad del narrador.
Felipe Juaristi
"No soy en absoluto cuentista, aunque de alguna forma vivo del cuento". Felipe Juaristi confes¨® su escasa experiencia en el relato breve. Quiz¨¢ por ello, Hendaiako maletak ("Las maletas de Hendaya") huye a un terreno m¨¢s po¨¦tico, acorde con el car¨¢cter de un autor cuya literatura refleja un modo a caballo entre fantas¨ªa y realidad. Unas maletas con un extra?o tesoro son su veh¨ªculo para expresar ese mundo interior.
Anjel Lertxundi
La casualidad quiso que, poco antes de recibir el encargo de su relato, el autor de Ihes betea se encontrase con una persona obligada a llevar escolta. "En otras ocasiones me tomo un tiempo para decidir si acepto, pero esta vez lo tuve muy claro", se?al¨®. Agian minutu bakar bat ("Quiz¨¢ ni siquiera un minuto") acerca al lector al interior de un personaje an¨®nimo que ha perdido incluso el apoyo de sus seres m¨¢s cercanos.
Iban Zaldua
Una vasca que vive en Madrid regresa a casa al funeral del padre de su compa?ero. Lagunduko al naun? ("?Me acompa?ar¨ªas?"), le pregunta aqu¨¦l, frase que titula el relato. El viaje deja de ser un simple recorrido f¨ªsico para convertirse en un retorno a sensaciones y vivencias de las que un d¨ªa tal vez decidieron escapar de forma m¨¢s o menos consciente. A medida que se acercan a su destino, se intuyen las razones por las que dejaron aquel lugar.
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