A la final con esplendor y con dudas

Los Lakers demostraron en Utah de lo que son capaces: de todo lo mejor y de todo lo peor. Por un lado se metieron en la final de la Conferencia Oeste, la primera del equipo desde 2004, y por momentos hicieron papilla a los Jazz en su temible guarida, que no es moco de pavo. Pero por otra parte estuvieron a un paso de lanzar por la borda, en tres minutos finales sencillamente horrorosos, su magn¨ªfico despliegue y los 19 puntos de ventaja que llegaron a acumular. As¨ª son los Lakers versi¨®n 2008, tan capaces de emular a los del showtime como a los de la pesadilla de a?os recientes. En cualquier caso, el conjunto ha alcanzado la final con una estupenda actuaci¨®n defensiva de Gasol en el ¨²ltimo encuentro, una gran noticia para los Lakers.

En el sexto partido de la serie compareci¨® el equipo de Phil Jackson hiperactivo y abrumador, surtid¨ªsimo en ataque y aplicado en defensa, capaz de desplegar un juego arrollador. La manera en que desactiv¨® a los Jazz en su casi inexpugnable cancha le permiti¨® recuperar parte del cr¨¦dito que hab¨ªa empa?ado en la serie. La mejor noticia posible para aterrizar en la final de la Conferencia Oeste, liquidar el pulso sin necesidad de llegar al s¨¦ptimo partido, otro punto a su favor ya que le permite el lujo de sentarse en Los ?ngeles y esperar el desenlace del s¨¦ptimo partido entre los Hornets y los Spurs, en la madrugada espa?ola del martes, para conocer qui¨¦n ser¨¢ su siguiente rival en la lucha por el anillo.

Los Lakers, que tanto hab¨ªan sufrido en sus dos anteriores visitas a Utah, desactivaron a las mejores piezas de los Jazz. Esta vez no hubo juego interior que valiera, ni las dobles oportunidades que acostumbran a sacarse de la manga Boozer, Okur y compa?¨ªa a base de cargar el rebote ofensivo y sacar petr¨®leo en la pintura. Pau Gasol -que sac¨® de quicio a Boozer-, Odom, Radmanovic y hasta Turiaf desmantelaron la bater¨ªa de aguerridos hombres altos de la que suele vivir el equipo de Jerry Sloan. S¨®lo falt¨® que Fisher le robara varias veces la cartera a Derron Williams en los dos primeros cuartos, que Vujacic las metiera a discreci¨®n saliendo desde el banquillo y que Kobe Bryant emergiera cuando los Jazz trataban de remontar. Cabalgaban los Lakers, que se pasaron el partido meci¨¦ndose en ventajas de entre 12 y 19 puntos.

Pero el equipo de Utah, que parec¨ªa muerto y enterrado, revivi¨® de repente. Su primera embestida en el tercer cuarto la capitane¨® Millsap, un suplente. Jackson prescindi¨® muchos minutos de Vujacic primero, de Fisher y Odom despu¨¦s. Kobe desapareci¨® por momentos y parec¨ªa encaminarse al mismo resumen de los dos ¨²ltimos partidos: cero puntos en el ¨²ltimo cuarto. Pero justamente ¨¦l fue quien sofoc¨® la primera embestida seria de los Jazz. Y volvi¨® a poner 13 puntos de por medio (86-99) a falta de cuatro minutos. Entonces se afloj¨® la defensa de los Lakers, que concedi¨® cinco triples a los Jazz. La diferencia fue reduci¨¦ndose casi a la nada.

Kirilenko le coloc¨® un gorro a Bryant en un momento decisivo. Y acto seguido situ¨® a los Jazz a dos puntos (103-105). Quedaban 15 segundos. Pero ni Okur ni Williams acertaron con los triples. No forzaron la pr¨®rroga, pero dejaron temblando a los Lakers.

Le quedan por hacer deberes al equipo de Gasol: proteger su rebote defensivo, no descomponerse cuando el rival encasquilla a Kobe Bryant, no perder pie con los cambios... Muchas cosas, aunque est¨¢n m¨¢s cerca de la gloria.

Lakers 108-105 Jazz