Un 'yihadista' en el limbo
?Qui¨¦nes son los principales dirigentes de Al Qaeda?", pregunt¨® un polic¨ªa espa?ol al sirio de origen kurdo Abdulrahim Abdelrazak Yanko, el preso n¨²mero 489, en su celda en Guant¨¢namo. Y este universitario, hijo de un padre que le maltrataba y casado con dos mujeres, respondi¨® con cinco nombres encabezados por Osama Bin Laden, Ayman al Zawahiri y Seifeldin al Masri. En cuarto lugar de la lista cit¨® a Abu Musab al Suri, el apodo guerrero de Mustaf¨¢ Setmarian, uno de sus profesores y entrenadores en la "casa de ¨¢rabes" de Faruk, campamento de entrenamiento terrorista a unos 15 kil¨®metros al norte de Kabul y cerca del aeropuerto.
El agente Rafael G¨®mez Menor, uno de los mayores expertos en las redes de Al Qaeda, reconoci¨® de inmediato el nombre del sirio Mustaf¨¢. Era el 24 de julio de 2002, y una misi¨®n espa?ola interrogaba a 13 presos detenidos en Afganist¨¢n en busca de informaci¨®n sobre este tipo pelirrojo que hab¨ªa alcanzado la c¨²pula de la organizaci¨®n terrorista m¨¢s poderosa del planeta. Dos a?os despu¨¦s, el 18 de noviembre de 2004, Adam Erli, por entonces portavoz del Departamento de Estado norteamericano, anunci¨® en Washington la orden de busca y captura contra Setmarian, y la aprobaci¨®n por Colin Powell, jefe de la diplomacia de EE UU, de una recompensa de cinco millones de d¨®lares por su captura.
El misterioso paradero de Setmarian fue revelado al juez Baltasar Garz¨®n por ex agentes de EE UU de los servicios de inteligencia
"Me reun¨ª por ¨²ltima vez con el jeque Osama, que Dios le proteja, en noviembre de 2001, y me compromet¨ª a la 'yihad"
"Es clave para la Casa Blanca porque puede llevar hasta Bin Laden", dice un alto responsable europeo de inteligencia
Ya ha sido pagada. Ha hecho ricos a varios lugare?os de Quetta, localidad paquistan¨ª cercana a Afganist¨¢n, uno de los feudos yihadistas en ese pa¨ªs, y la foto de Setmarian ha desaparecido de la p¨¢gina web de recompensas del FBI. El sirio nacionalizado espa?ol y casado con una madrile?a fue detenido en octubre de 2005 en esa ciudad y entregado a agentes norteamericanos, pero desde entonces el fundador de Al Qaeda en Espa?a se ha esfumado. Se lo ha tragado la tierra.
?Cu¨¢ntas personas conocen el paradero de Mustaf¨¢ Setmarian? ?Aparecer¨¢ alguna vez? "No m¨¢s de una docena, entre militares y civiles", responde a la primera pregunta un agente de la CIA agregado a una de las embajadas de EE UU en Europa. La segunda pregunta no recibe respuesta, nadie lo sabe. Tampoco nadie se atreve a especular.
Setmarian, de 50 a?os -hijo de un maestro de Alepo, miembro de la Hermandad de los Hermanos Musulmanes, creador de la nueva yihad y hombre de confianza de Bin Laden-, se ha convertido en la pieza m¨¢s valiosa que la CIA tiene en su poder desde su captura en Quetta, un escenario en que el sirio-espa?ol se mov¨ªa como pez en el agua. En Islamabad (Pakist¨¢n) nacieron varios de sus hijos, y all¨ª se refugi¨® tras la invasi¨®n norteamericana de Afganist¨¢n, en el oto?o de 2001.
Desde entonces, y al igual que otros presuntos yihadistas menos conocidos, Setmarian figura en la lista de desaparecidos, de presos en el limbo de las c¨¢rceles secretas inauguradas por la Administraci¨®n de George W. Bush. Y ha batido un macabro r¨¦cord que no lograron tipos importantes de Al Qaeda como Kalik Sheikh Mohamed y Ramzi Binalshibh, cerebro y organizador del 11-S, detenidos tambi¨¦n en Pakist¨¢n y reaparecidos despu¨¦s en la base de Guant¨¢namo (Cuba).
Elena Moreno, su esposa madrile?a, y organizaciones de derechos humanos como Human Rights Watch reclaman sin ¨¦xito una respuesta del Gobierno de EE UU, pero ¨¦ste guarda un celoso y sospechoso silencio. "Responden que es secreto de Estado o simplemente no confirman ni desmienten su secuestro", se lamenta Elena desde Doha (Qatar), donde reside con sus cuatro hijos y ejerce de profesora de ingl¨¦s en un colegio.
El paradero de Setmarian es un misterio desde que miembros del ISI, el siniestro servicio secreto paquistan¨ª, le entregaron a agentes de EE UU a cambio de la recompensa, pero su pista conduce, despu¨¦s de dos a?os y medio de oscuridad, hasta la base a¨¦rea y naval norteamericana de Diego Garc¨ªa, isla brit¨¢nica del archipi¨¦lago de Chagos, en el oc¨¦ano ?ndico, seg¨²n aseguran ex miembros de los servicios de inteligencia de Estados Unidos. El sirio fue trasladado en noviembre de 2005 a esta remota isla de 27,2 kil¨®metros cuadrados en la que el ej¨¦rcito de EE UU tiene una base militar, seg¨²n revelaron al juez Baltasar Garz¨®n ex miembros de los servicios de espionaje estadounidense durante la estancia del magistrado en EE UU.
El magistrado proces¨® a Setmarian en 2003 y dict¨® una orden de busca y captura internacional que, al igual que la emitida por EE UU, sigue vigente. "Sin una declaraci¨®n oficial de su detenci¨®n no podemos hacer nada", aclara el juez, que todav¨ªa tiene sobre la mesa de su despacho en la Audiencia Nacional y en un lugar preferente el expediente del espa?ol de origen sirio, experto en guerra qu¨ªmica y bacteriol¨®gica. El fiscal Pedro Rubira a?ade que s¨®lo se pedir¨¢ su extradici¨®n cuando se comunique su arresto, pero desde su detenci¨®n el silencio de las autoridades norteamericanas es total. Silencio a Elena, su mujer; a organizaciones de derechos humanos, y a toda la prensa internacional. Las reiteradas consultas de este peri¨®dico al Departamento de Estado y a la Embajada de Estados Unidos en Madrid reciben siempre la misma respuesta: "Es un asunto sensible. No hay nada que decir".
Setmarian forma parte del "programa de interrogatorio de terroristas de alto valor" recluidos en c¨¢rceles secretas, seg¨²n reconoce un agente del FBI consultado por este diario. En este programa han estado tambi¨¦n Abu Zubaida, coordinador de los muyahidines en Afganist¨¢n, y Kalid Sheikh Mohamed y Ramzi Binalshibh, los organizadores de los atentados del 11-S, trasladados a la base naval de Guant¨¢namo tras permanecer varios a?os en c¨¢rceles secretas. Los tres tienen fuertes v¨ªnculos con yihadistas establecidos en Espa?a. Un programa de cuyos resultados se informa d¨ªa a d¨ªa a George W. Bush, seg¨²n varios de sus colaboradores. El presidente es un hombre peculiar que se interesa por los detalles y resultados de las operaciones secretas, como la que en 2005 condujo a un lugar ignoto a Setmarian. "Era un hombre clave para la Casa Blanca, entre otras razones porque puede conducir al paradero de Bin Laden", asegura el responsable de un servicio de inteligencia europeo.
Las confidencias de ex agentes norteamericanos apuntan a Diego Garc¨ªa, una de las mayores bases a¨¦reas y navales norteamericanas fuera de su territorio, como el lugar donde los servicios secretos mantienen oculta a su presa. La isla acoge a la VI Flota del ?ndico, a los bombarderos B-52 que operan en Irak y Afganist¨¢n, a escuadrillas de submarinos dotados de misiles antinucleares y, desde 2001, a una siniestra c¨¢rcel secreta donde sus fuerzas especiales interrogan y torturan a yihadistas capturados en diversos puntos del planeta. Un territorio brit¨¢nico inexpugnable y sombr¨ªo en el que residen varias docenas de ciudadanos dedicados a la pesca, y donde en 2002 hicieron escala, al menos, dos vuelos secretos de la CIA con sospechosos de terrorismo islamista.
Hace 30, cuando llegaron los militares norteamericanos, los pobladores de esta isla, descendientes de emigrantes indios y antiguos esclavos africanos, fueron obligados a abandonarla y conducidos en barcos a las Seychelles o Isla Mauricio. El territorio qued¨® libre de testigos inc¨®modos, en una acci¨®n vergonzosa que se conoci¨® a?os m¨¢s tarde y que ha acabado en los tribunales. Descendientes de estos ciudadanos han reclamado su derecho a regresar a la isla.
El Gobierno brit¨¢nico acaba de quedar cuestionado precisamente por las vidriosas e inconfesables actividades que los hombres del general Michael V. Hayden, director de la CIA, llevan a cabo en esta diminuta isla convertida en un limbo jur¨ªdico similar a Guant¨¢namo. En una sorprendente e in¨¦dita declaraci¨®n ante la C¨¢mara de los Comunes, David Miliband, secretario del Foreign Office, reconoci¨® hace varias semanas que conoci¨® las escalas de los vuelos secretos en Diego Garc¨ªa seis a?os despu¨¦s. El ministro pidi¨® disculpas, calific¨® el incidente de "errores de registro" y asegur¨® que el suelo brit¨¢nico no volver¨¢ a ser utilizado sin permiso en operaciones de los servicios de inteligencia norteamericanos.
Dos aviones de la CIA que trasladaban a sendos sospechosos de terrorismo a Guant¨¢namo y Marruecos recalaron a repostar en Diego Garc¨ªa, seg¨²n la informaci¨®n facilitada con seis a?os de retraso por el Gobierno de EE UU. Uno permanece en la base cubana, muy cerca de donde sigue preso Yanko, el sirio que sit¨²a a Setmarian en la c¨²pula de Al Qaeda, y el otro se encuentra en libertad. Gordon Brown calific¨® los hechos de asunto "muy grave". "Fue lamentable que no lo supi¨¦ramos", a?adi¨®, lac¨®nico. "En la guerra contra el terror vale todo, incluso enga?ar a Gobiernos amigos", reconoce un agente norteamericano destinado durante a?os en Islamabad.
La base de Diego Garc¨ªa es un laboratorio para la guerra contra Al Qaeda, aunque las autoridades norteamericanas niegan por boca de Hayden, el director de la CIA, estas siniestras funciones. Sin embargo, varias fuentes consultadas aseguran que miembros de Al Qaeda como Hambali, jefe de Jemaah Islamiyah -el grupo terrorista asi¨¢tico asociado a Al Qaeda, presunto responsable de los atentados de Bali (Indonesia), en los que murieron 200 personas en 2002 en una discoteca-, permanecen encerrados en esta c¨¢rcel secreta.
Junto a ellos se encuentra, seg¨²n estos testimonios, el pelirrojo Setmarian, el hombre que en los a?os ochenta cre¨® las primeras c¨¦lulas yihadistas en Espa?a, trabaj¨® con el cl¨¦rigo palestino Abu Qutada en Londres, sirvi¨® al mul¨¢ Omar en Afganist¨¢n y lleg¨® hasta la c¨²pula de Al Qaeda. Una carrera mete¨®rica en la yihad que termin¨® con su detenci¨®n y desaparici¨®n en la frontera afgana. Su libro sobre la yihad global, difundido a trav¨¦s de Internet, ha servido de gu¨ªa para centenares de terroristas, seg¨²n aseguran informes de los servicios de inteligencia. Algo que su mujer niega: "S¨®lo es un escritor. Tiene derecho a ser juzgado como cualquier otro ser humano". Antes de ser detenido, Mustaf¨¢ preparaba una nueva obra sobre la yihad mundial que ten¨ªa previsto difundir en el a?o 2005 a trav¨¦s de sus p¨¢ginas web.
El ¨²ltimo encuentro de Mustaf¨¢ con Bin Laden, al que conoci¨® en 1988 en Afganist¨¢n, lo relat¨® de esta forma tan expl¨ªcita: "Me reun¨ª por ¨²ltima vez con el jeque Osama, que Dios le proteja, en noviembre de 2001 durante las batallas en defensa del emirato [Afganist¨¢n]..., y me compromet¨ª a la yihad y la guerra contra nuestros enemigos". Lo hizo en un comunicado de 14 folios fechado en noviembre de 2004 y dirigido a sus muyahidin a trav¨¦s de Risalat Al Muyahidin, un bolet¨ªn electr¨®nico editado por ¨¦l mismo para comunicarse con sus yihadistas sirios.
Fue su ¨²ltimo mensaje antes de desaparecer: "El seij ha decidido poner fin a su aislamiento, que duraba ya tres a?os, desde diciembre de 2001, en el que se dedicaba a la meditaci¨®n y a la composici¨®n. Asimismo ha decidido reanudar su actividad ideol¨®gica y sobre el terreno", anunciaba el director de su oficina, Abd al Tawwab al Shami, en el pr¨®logo del comunicado. Y all¨ª, Setmarian, el hombre que en los a?os ochenta vend¨ªa chalecos de piel y objetos ¨¢rabes en el Rastro de Madrid, desafi¨® a Colin Powell y anunci¨® que trabajaba en el dise?o estrat¨¦gico y militar de la futura yihad, una nueva guerra santa que emplear¨ªa armas nucleares de destrucci¨®n masiva, armas qu¨ªmicas, bacteriol¨®gicas y bombas sucias, seg¨²n su confesi¨®n.
Setmarian reconoc¨ªa en su manifiesto que hab¨ªa trabajado para Abdallah Azzam, el verdadero gu¨ªa espiritual de Bin Laden, un palestino de 48 a?os que muri¨® asesinado en 1989 en Pakist¨¢n despu¨¦s de haber prometido a los muyahidin suicidas el perd¨®n de sus pecados y 72 bellas mujeres en el para¨ªso; admiti¨® que "rindi¨® pleites¨ªa" al pr¨ªncipe de los creyentes muyahidin mul¨¢ Omar, el cl¨¦rigo talib¨¢n que protegi¨® en Afganist¨¢n a Bin Laden y su s¨¦quito cuando casi nadie hablaba de ellos, y reconoci¨® su misi¨®n en los campos de entrenamiento terrorista. "Trabaj¨¦ en el Ministerio de Defensa talib¨¢n y cre¨¦ el campamento de Al Guraba, que mencion¨® Ereli [el portavoz norteamericano que anunci¨® su busca y captura], en el que entren¨¦ a muchos ¨¢rabes y extranjeros. Y los infieles y ap¨®statas probaron el valor de algunos de los que entren¨¦ en el centro de Asia y en Arabia Saud¨ª".
La identificaci¨®n de Setmarian cuando fue detenido en Pakist¨¢n fue f¨¢cil. Sus rasgos y el color de su pelo son inconfundibles. El 31 de octubre de 2005, los agentes del ISI le detuvieron en la tienda Al Madina Utilities Store, sede de la organizaci¨®n de caridad isl¨¢mica Madina Trust, en el barrio Goualmandi de Quetta, una zona predilecta de los yihadistas afganos y paquistan¨ªes. Le acompa?aba su guardaespaldas, y Setmarian sobrevivi¨® al tiroteo que acab¨® con la vida del saud¨ª Shaikh Ali Mohamed al Salim. Sali¨® ileso porque su vida val¨ªa demasiado y sus captores ten¨ªan orden de cazarlo vivo. "Decenas de yihadistas han sido vendidos en Pakist¨¢n por recompensas de 10 a 5.000 d¨®lares. Imag¨ªnese lo que se hace por cinco millones", exclama un agente paquistan¨ª que reconoce su captura y entrega a los norteamericanos. Ang¨¦lica Pathet, de Amnist¨ªa Internacional, ha denunciado esta compra y venta de sospechosos.
El Gobierno de Pakist¨¢n nunca ha reconocido la captura de Mustaf¨¢. Al d¨ªa siguiente de la redada, las agencias de prensa paquistan¨ªes revelaron su nombre, pero tres d¨ªas m¨¢s tarde Sheikh Rashid Ahmed, el entonces ministro de Informaci¨®n, neg¨® conocer la identidad de los detenidos. Desde entonces, ni Miguel ?ngel Moratinos, ministro de Exteriores, ni Jos¨¦ Mar¨ªa Robles Fraga, embajador de Espa?a en Islamabad, lograron una respuesta del Gobierno. Algo que provoca la queja de Elena, la esposa espa?ola de Mustaf¨¢, una mujer que desde entonces lucha desesperadamente por su localizaci¨®n: "Soy espa?ola, mi marido tiene la nacionalidad espa?ola y mis hijos tambi¨¦n. Me parece mal que se hayan olvidado de ¨¦l. Esperaba una reacci¨®n diferente. Por lo menos sentir que no te abandonan. Me siento abandonada".
Alfonso Barnuevo, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, contestaba el pasado mi¨¦rcoles con la frase que emplea desde hace dos a?os cuando se refiere a este caso: "No hay novedad. No hay respuesta. La orden de busca y captura sigue vigente". El Gobierno asegura que ha hecho todas las gestiones posibles para localizar a este ciudadano espa?ol, especialmente ante las autoridades de Pakist¨¢n, pero sin resultados. Elena escribi¨® al rey Juan Carlos, pero nadie le ofrece luz sobre su marido.
La esposa de Setmarian se convirti¨® al islam cuando le conoci¨® en la Escuela de Idiomas de Madrid, en los a?os ochenta. Sus padres, que viven en el madrile?o barrio de Moralataz, no acudieron a su boda. La pareja se traslad¨® a vivir a Granada, donde el sirio-espa?ol abri¨® una tienda de objetos ¨¢rabes. Desde que el matrimonio dej¨® Londres, donde Mustaf¨¢ dirig¨ªa la revista del Grupo Isl¨¢mico Armado (GIA), y se estableci¨® en Afganist¨¢n, los padres de Elena no han tenido una direcci¨®n fija sobre su paradero.
Tras el secuestro, Elena busc¨® refugi¨® en Kuwait, de donde fue expulsada, y posteriormente en Doha, donde reside. All¨ª hizo las primeras gestiones para localizar a su marido y se entrevist¨® con Rafael Matos, el embajador espa?ol. "La hemos atendido como a cualquier otro ciudadano nacional", se?ala el diplom¨¢tico.
Pocas personas han facilitado testimonios sobre su relaci¨®n con Setmarian en un campo de entrenamiento terrorista en Afganist¨¢n. Yanko, el sirio al que entrevistaron polic¨ªas espa?oles en Guant¨¢namo, el que le sit¨²a en el cuarto lugar de la c¨²pula de Al Qaeda, ofreci¨® algunos datos in¨¦ditos sobre Setmarian. Seg¨²n su relato, recogido en un informe confidencial de la polic¨ªa, en el campo de Faruk integrantes del tercer curso le acusaron de "esp¨ªa americano", y en enero y febrero de 2001 le pusieron en manos de un interrogador: era el pelirrojo Setmarian.
La misi¨®n de Setmarian era conseguir que Yanko identificara a otros posibles "esp¨ªas americanos". El interrogatorio tuvo lugar en un lugar denominado Karga, situado en la zona industrial de Kabul, en el margen derecho de la carretera de esta ciudad hacia Kandahar. Yanko manifest¨® que su interrogador ten¨ªa el pelo rojo, era de Alepo (Siria) por su acento y estuvo a unos metros de ¨¦l. Que entonces ya sab¨ªa mucho de ¨¦l porque "era una figura muy respetada en Afganist¨¢n". Que los que viv¨ªan en la casa de ¨¢rabes de Kabul propiedad de Bin Laden acud¨ªan a Setmarian "y le pagaban dinero para que les entrenara con explosivos". Que "en cierto modo actuaba como un mercenario" porque entrenaba a los musulmanes que llegaban procedentes de Europa. Antes del 11-S, en un v¨ªdeo colgado en portales yihadistas, el hombre que en los a?os ochenta vend¨ªa ropa en los mercadillos de Madrid y frecuentaba la mezquita de Abu Baker ya ense?aba a sus alumnos en Afganist¨¢n a estrellar avionetas contra objetivos norteamericanos. "Reitero el derecho de todo musulm¨¢n a defenderse de un ataque. Llamo a todos los musulmanes a participar en este derecho, que es un precepto religioso obligatorio, como la oraci¨®n y el ayuno... El jeque Osama es hoy el s¨ªmbolo de nuestra yihad y toda la Umma [comunidad]", escribi¨® en su ¨²ltimo manifiesto. -
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