La pancarta se torna pacto
Salario y jornada, los primeros platos del convenio colectivo, dejan paso a la conciliaci¨®n
Son el recetario de las relaciones laborales que mantendr¨¢n empresa y trabajadores durante unos a?os, cada vez m¨¢s. Con cl¨¢usulas muchas veces desconocidas para la plantilla, pero que son su salvaguarda en caso de conflicto con el empleador. El 80% de los trabajadores espa?oles los tenemos, aunque la mayor¨ªa no echamos mano de ellos hasta que no nos es imprescindible. Los convenios colectivos se han transformado mucho en Espa?a desde que se pusieron en marcha, en los a?os cincuenta del pasado siglo, seg¨²n recuerda Marcos Pe?a, presidente del Consejo Econ¨®mico y Social (CES).
Pe?a muestra su sorpresa al rememorar c¨®mo en 1890, en el primer Congreso Obrero de Par¨ªs, se reivindicaba la jornada laboral de ocho horas, tal y como ocurre hoy, casi un siglo y cuarto despu¨¦s. Visto as¨ª, es como si nada hubiera cambiado desde entonces y nada m¨¢s lejos de la realidad. Para empezar por el propio papel de los negociadores: "Si antes los sindicatos s¨®lo reivindicaban, hoy gestionan esas reivindicaciones"; la negociaci¨®n colectiva se ha vuelto abierta y no se acaba con la firma del convenio. En definitiva, se ha profesionalizado, asegura.
Se han presentado 2.700 convenios en el Ministerio de Trabajo hasta abril
El 57% de los pactos incluye cla¨²sulas antidiscriminaci¨®n y el 25% menos horas
La crisis mermar¨¢ el alza salarial de comercio, hosteler¨ªa y automoci¨®n
Tanto como para que, adem¨¢s, no sean s¨®lo los representantes de los trabajadores los que presenten sus peticiones; las empresas tambi¨¦n se est¨¢n acostumbrando a poner sus cartas sobre la mesa, elaborando lo que en este mundillo se denomina "plataformas".
A veces se trata de solicitudes tan extensas que no queda m¨¢s remedio, se?ala ?lvaro Murga, director de Relaciones Laborales de Iberdrola, que agruparlas. "Cuando negociamos el convenio, los siete sindicatos de Iberdrola presentaron su plataforma, con un total de 270 peticiones diferentes. La empresa las tradujo en s¨®lo seis o siete temas importantes, entre los que incluy¨® tambi¨¦n sus necesidades, elaborando una plataforma ¨²nica", explica.
Y es que estos pactos que rigen las relaciones laborales y que se convierten en ley tras firmarlos el comit¨¦ de empresa y la direcci¨®n, se redactan despu¨¦s de un largo tira y afloja que expertos de dilatada trayectoria negociadora como Miguel Cuenca Valdivia, presidente de Cusan Abogados, aseguran que puede prolongarse entre ocho meses y un a?o. Pero no importa, al menos cuando existe un convenio anterior, que se prorroga de forma autom¨¢tica para que la costumbre haga el resto y los trabajadores sigan protegidos. La tardanza en la negociaci¨®n y en el inicio de ¨¦sta son dos constantes.
En los cuatro primeros meses de este a?o se han registrado en el Ministerio de Trabajo 2.731 convenios colectivos en Espa?a, que afectan a 765 empresas y a m¨¢s de seis millones y medio de trabajadores. La mayor¨ªa de ellos son renovaciones de pactos anteriores, que tienen dos o tres a?os de vigencia, se?ala Mart¨ªn Borrego, del departamento de Relaciones Laborales de la Confederaci¨®n Espa?ola de Organizaciones Empresariales (CEOE). Entre los sectoriales rubricados y que representan a un mayor n¨²mero de empleados destaca el convenio textil-confecci¨®n, y entre los de empresa, esta semana se han firmado el de Endesa y el de Red El¨¦ctrica.
Quedan todav¨ªa un 57% de los convenios de 2008 por sellar, seg¨²n los datos que maneja la patronal. Entre ellos, los de actividades como construcci¨®n, grandes almacenes, qu¨ªmicas, autoescuelas, aseguradoras, prensa... Y est¨¢ a punto de firmar El Corte Ingl¨¦s (ya ha alcanzado un preacuerdo) y Telef¨®nica ha iniciado las primeras reuniones para conseguirlo.
Cada a?o se negocian unos 5.000 convenios en Espa?a aplicables a unos 10 millones de trabajadores. El 75% son de car¨¢cter empresarial, en tanto que el 20% son provinciales y el resto se reparte entre auton¨®micos y estatales. No obstante, los provinciales agrupan al 50% de los empleados nacionales, seg¨²n los datos del CES.
Y, aunque sean normalmente un reflejo tard¨ªo de lo que ocurre, los efectos de la crisis econ¨®mica se van a dejar notar en ellos este a?o, al menos en algunos. Seg¨²n el representante de la CEOE, las situaciones de crisis sirven para que se "descuelguen del convenio las empresas en dificultades. Es lo normal aunque, de momento, no se est¨¢ notando m¨¢s que habitualmente". Sin embargo, Rita Moreno, adjunta a la secretar¨ªa confederal de Acci¨®n Sindical de Comisiones Obreras (CC OO), opina que ya "hay convenios en los que se van perdiendo derechos, segregando plantillas... Ahora que las condiciones econ¨®micas flaquean, la subida salarial es reducida en la automoci¨®n, que la est¨¢ negociando por debajo de la media; el comercio, la hosteler¨ªa o el sector agroalimentario".
La contenci¨®n salarial es la forma de combatir la inflaci¨®n por parte de los sindicatos y los trabajadores, que desde 2000 han pactado incrementos que no llegan al 3%, se?ala Marcos Pe?a; sin incluir las cl¨¢usulas de revisi¨®n de que disponen el 74% de los pactos para que los empleados no pierdan capacidad adquisitiva ante crecimientos altos de la inflaci¨®n. Miguel Cuenca asegura que convenios sectoriales, como el del yeso, la madera o la construcci¨®n, van a ser complicados de negociar por la crisis y la contenci¨®n salarial que exige.
A pesar de que los hist¨®ricos caballos de batalla de la negociaci¨®n colectiva, el salario y la jornada, sigan ah¨ª, llev¨¢ndose la parte del le¨®n en las discusiones, lo cierto es que ya no ocupan el mayor n¨²mero de horas de reuni¨®n. Otros temas van cogi¨¦ndoles el testigo. Las novedades principales son, seg¨²n Cuenca, las que afectan a la conciliaci¨®n y a la igualdad. Y se est¨¢n traduciendo en acuerdos de jornadas flexibles, con distintas horas de entrada y salida que permitan que el empleado pueda, por ejemplo, ir a recoger a sus hijos al colegio o que los padres dispongan de horarios adaptados hasta que sus ni?os cumplan nueve a?os, a?ade.
Seg¨²n los datos que maneja CC OO, la jornada anual se ha recortado en m¨¢s del 25% de los convenios colectivos. Un buen ejemplo es el caso de Iberdrola, que desde finales de 2007 ha incorporado entre 8.000 de las 9.000 personas de su plantilla la jornada continua de 7.30 de la ma?ana a 15.30 de la tarde y ha conseguido con ella, seg¨²n ?lvaro Murga, disminuir un 20% el absentismo en Madrid, Bilbao y Valencia, que la productividad aumente ante la mayor motivaci¨®n de los trabajadores y que 70 empleados que disfrutaban de reducci¨®n de jornada pidan jornada completa.
Las mejoras tambi¨¦n han llegado a los permisos remunerados (se ha incorporado el de paternidad) y a las excedencias, que en algunos casos se prolongan muy por encima de las que reconoce la ley, hasta seis u ocho a?os. Por ejemplo, hay convenios que establecen mayor duraci¨®n de los permisos para los inmigrantes o que equiparan a las parejas de hecho con los matrimonios a la hora de tomarlos, como sucede en el sector textil, la industria qu¨ªmica, la banca o en el convenio que acaba de firmar Endesa, se?ala Rita Moreno. Tambi¨¦n van en aumento los d¨ªas de vacaciones y de libre disposici¨®n o el mayor control del empleado sobre su horario, a?ade.
Pero si hay algo que ha cambiado en la negociaci¨®n colectiva en los ¨²ltimos a?os es que la igualdad ha dejado de ser el "patito feo" para adquirir carta de naturaleza, afirma el presidente del CES. La Ley de Igualdad ha supuesto que hoy el 57% de los convenios colectivos recojan cl¨¢usulas antidiscriminaci¨®n y muchas acciones positivas en el acceso, la promoci¨®n o la estabilidad de las mujeres en el puesto de trabajo, contin¨²a la portavoz de CC OO. Y a?ade que los convenios de la industria textil, la qu¨ªmica y de la perfumer¨ªa son pioneros en la contrataci¨®n preferente de mujeres y la equiparaci¨®n de sus sueldos a los masculinos, como asegura la Uni¨®n General de Trabajadores (UGT), que pasa con el pacto que est¨¢n negociando el comit¨¦ y la direcci¨®n de El Corte Ingl¨¦s.
La prevenci¨®n de riesgos laborales y del acoso moral en el trabajo son otros de los puntos nuevos que est¨¢n incluyendo los convenios colectivos, seg¨²n Mart¨ªn Borrego. El de la construcci¨®n ha introducido la formaci¨®n continua y otra novedad, seg¨²n UGT, el carn¨¦ que acredita la formaci¨®n de los empleados.
Con novedades o sin ellas, lo cierto es que los acuerdos m¨¢s dif¨ªciles de gestar son "los de aquellos sectores o empresas con problemas de empleo, en los que hay que gestionar el excedente de trabajo", indica el presidente del CES.
Hay convenios conflictivos, sobre todo entre los que negocian las empresas, tal como reflejan los datos del SIMA (Servicio Interconfederal de Medici¨®n y Arbitraje). Y aunque los problemas se vayan haciendo cada vez m¨¢s complejos, como los propios pactos, contin¨²an afectando principalmente al salario y a la jornada, se?ala Mart¨ªn Borrego, representante de la patronal en este servicio que resuelve el 37% de los conflictos que le llegan. Compa?¨ªas qu¨ªmicas, de telemarketing y grandes almacenes son las que acuden m¨¢s frecuentemente a este arbitraje. Y tambi¨¦n hay convenios colectivos que se incumplen ante los ojos de una Inspecci¨®n de Trabajo que est¨¢ bloqueada, seg¨²n CC OO, "y que este a?o prev¨¦ realizar 3.200 inspecciones para vigilar que las normas de igualdad y acoso se cumplan". -
Dec¨¢logo para la negociaci¨®n
Como cada convenio colectivo es ¨²nico, ya sea de empresa o sectorial, nacional o provincial, lo importante a la hora de sentarse a la mesa, seg¨²n Miguel Cuenca, presidente de Cusan Abogados, es ponerse en el lugar del otro y tenerle respeto.
Josefa Sola, secretaria confederal de UGT, considera que en todo pacto la representatividad de las partes es vital porque si los sindicatos o la patronal no acaparan m¨¢s del 51% de la representaci¨®n del sector despu¨¦s puede haber impugnaciones del convenio, que "s¨®lo ser¨¢ de eficacia general si tiene representatividad".
Negociar de buena fe es otra de las claves, "con las cartas boca arriba", a?ade. As¨ª como constituir formalmente la mesa del convenio y enviarla al Ministerio de Trabajo. Todo por escrito es otro de los consejos de la representante de UGT para que el acuerdo llegue a firmarse.
Ante los elementos que pueden atascar un convenio, es muy importante encontrar medios extrajudiciales para desbloquearlo, como solicitar mediaci¨®n. No se debe judicializar un convenio, seg¨²n Sola.
Tambi¨¦n es imprescindible conocer lo que se denomina "¨¢mbito funcional del convenio", es decir, a qu¨¦ trabajadores cubre, a qu¨¦ empresas del sector integra y a cu¨¢les de las que aportan servicios a ¨¦ste. "As¨ª no se pueden escapar de las exigencias del pacto", advierte.
Un buen acuerdo tiene que incluir medidas de salud y seguridad en el trabajo. Igualmente, ha de incorporar formaci¨®n para el empleado (que se le den las horas que la empresa recoge como formaci¨®n) y cualificaci¨®n de los trabajadores (que se reconozca la experiencia que tienen y que se premie o ayude a su mejor cualificaci¨®n). Y es que en Espa?a existen 12 millones de trabajadores sin cualificar, a los que nadie acredita su experiencia y, por lo tanto, est¨¢n condicionados a la hora de moverse por Europa.
La igualdad es fundamental en un convenio para poder acabar con la discriminaci¨®n que existe hoy en las empresas y "que no se ve", dice Sola. Todas las empresas con m¨¢s de 250 empleados deben redactar un plan de igualdad, est¨¢n obligadas por ley.
Entre las aspiraciones de la secretaria confederal de UGT, se encuentra poder llegar a establecer un salario base "m¨ªnimo" (que tiene que superar los 1.000 euros, indica), pues en Espa?a hay m¨¢s de seis millones de trabajadores con un sueldo inferior. -
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