?La desmotivaci¨®n es culpa de la empresa?
A diario se habla de la motivaci¨®n en el ¨¢mbito profesional, de c¨®mo las empresas tienen que motivar a sus trabajadores, de cu¨¢les son las herramientas de gesti¨®n de recursos humanos que m¨¢s inciden en los ¨ªndices de motivaci¨®n de los empleados, etc¨¦tera.
Pero la pregunta importante y previa a hacer es la siguiente: ?es realmente responsabilidad de las empresas motivar a aquellos empleados que no lo est¨¢n? Es decir, ?ha de ser un reto para las empresas implantar herramientas espec¨ªficas que motiven a aquellos profesionales que est¨¢n descontentos con el entorno, con los compa?eros, el jefe, los colaboradores, los proveedores y dem¨¢s?
Obviamente, primero deber¨ªamos valorar si se trata de desmotivaci¨®n producida por el propio entorno profesional (reestructuraciones, falta de comunicaci¨®n, inestabilidad laboral, jefe autoritario...), si est¨¢ generaliza a toda la plantilla o si se trata de casos aislados (un determinado departamento, ¨¢rea, nivel de reporte...) o, bien, si la desmotivaci¨®n es, en realidad, una actitud negativa propia de la personalidad del trabajador.
El reto de una firma es no desanimar a los empleados
Un buen equipo y un buen jefe son la clave de una organizaci¨®n
En el primer caso todav¨ªa tenemos algo que hacer: deber¨ªamos analizar las causas reales de la desmotivaci¨®n, aislarlas y plantear soluciones concretas para solventarlas, adapt¨¢ndolas a cada situaci¨®n. Aqu¨ª es donde los profesionales de recursos humanos podemos ayudar a convertir la desmotivaci¨®n en una oportunidad de cambio positivo para un colectivo determinado y para toda la empresa en general.
El segundo caso tiene m¨¢s dif¨ªcil soluci¨®n, puesto que por muchas herramientas que la empresa implante, por muchas sesiones de coaching que se pueden tener con el profesional insatisfecho, la reacci¨®n siempre ser¨¢ la misma: la negatividad intr¨ªnseca a toda acci¨®n y una actitud de cr¨ªtica y conformismo.
Un ejemplo muy claro, y actual, de este tipo de situaciones lo podemos encontrar en el mundo del f¨²tbol. Tenemos futbolistas de ¨¦lite que, a pesar de pertenecer a los mejores equipos en el mundo, tener sueldos millonarios, contratos blindados, ser imagen publicitaria de marcas de prestigio y, lo m¨¢s incre¨ªble, de tener un verdadero don para destacar en esta disciplina, tienen un rendimiento muy inferior al de sus compa?eros, cuando podr¨ªan ser unas estrellas.
En este tipo de situaciones, en realidad, el objetivo de toda empresa no deber¨ªa ser motivar a los desmotivados. El reto deber¨ªa ser el de no desmotivar a aquellos profesionales que cada d¨ªa se enfrentan a su jornada profesional, a su trabajo, a su actividad, sin pensar que es un castigo divino. A los profesionales que gustan de asumir nuevos retos cada d¨ªa y que buscan positivamente la mejor forma de hacerlo, a pesar de no tener su foto en vallas publicitarias.
Es por estos profesionales por los que la empresa ha de preocuparse, por quienes tiene que implantar pol¨ªticas de recursos humanos que aseguren un entorno donde desarrollarse profesionalmente, donde ver oportunidades de mejora, sin inequidades internas, comunicadas y retribuidas correctamente, en las cuales se ve recompensado el esfuerzo, donde fluya energ¨ªa positiva en el entorno de trabajo.
Motivar a un profesional desmotivado es una utop¨ªa, no desmotivar a una persona motivada es el real gran reto de toda organizaci¨®n.
Y s¨®lo nos queda inventariar algunos de los aspectos a tener en cuenta para no desmotivar a nuestros profesionales:
1. No implantar pol¨ªticas de recursos humanos que sean causantes de inequidades internas.
2. Comunicar claramente, sin tapujos ni dobleces, para que el oscurantismo no prevalezca sobre la transparencia y rigurosidad.
3. No ofrecer nada que no se pueda cumplir.
4. Implantar un clima de confianza y tolerancia.
5. La cultura del premio y el castigo dificulta la creatividad y el desarrollo de ideas.
6. Compartir con los empleados los ¨¦xitos de la empresa.
7. Lograr que los empleados se sientan orgullosos de la empresa para la que trabajan.
8. Favorecer el trabajo en equipo, compartir informaci¨®n, ser generoso.
9. Ofrecer oportunidades de desarrollo profesional.
10. Escuchar a los profesionales, aunque se crea que se sabe todo lo que opinan.
Y, a?adir¨ªa una m¨¢s (que no la enumero para no romper el dec¨¢logo), estar rodeado de un buen equipo y sobre todo de un buen jefe. -
Yolanda Guti¨¦rrez Rodr¨ªguez es socia de PricewaterhouseCoopers Human Resources Services
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