Reconciliarse en Lima

Son muchos y no siempre bien avenidos. Las cumbres de la UE con los pa¨ªses de Am¨¦rica Latina y el Caribe, desde su reuni¨®n inaugural en R¨ªo, 1999, congregan a una sesentena de pa¨ªses, que, mejor surtidos de ret¨®rica que de claros objetivos, suelen llegar a pocas conclusiones realmente efectivas. Pero la que concluy¨® ayer en Lima podr¨ªa ser una excepci¨®n tanto en el plano bilateral espa?ol como en el general euro-americano.

El contencioso con Caracas, que se arrastraba desde la cumbre iberoamericana de Santiago en noviembre pasado, es ya historia. El presidente venezolano, Hugo Ch¨¢vez, que hasta la v¨ªspera de la cumbre insist¨ªa en recordar, entre iracundo y buf¨®n, que el rey de Espa?a le hab¨ªa mandado intempestivamente callar, ha decidido por fin pasar p¨¢gina y considerar que todos tan amigos. El presidente espa?ol, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, portador de un mensaje de don Juan Carlos, que, sin embargo, nunca quiso estimular la desavenencia, reiteraba que las relaciones entre ambos pa¨ªses deben basarse en el respeto y la colaboraci¨®n. Pero sin una especial intimidad.

En el plano general de la cumbre se abre una posibilidad de relaci¨®n futura que podr¨ªa ser m¨¢s interesante para las partes. La UE est¨¢ negociando con la CAN -Comunidad Andina- hasta ahora sin gran resultado a causa de las diferencias entre los propios miembros de la organizaci¨®n latinoamericana, y ha dado un plazo de unos pocos meses -que no se quiere calificar de ultim¨¢tum- para que ¨¦sta presente un frente unitario. Colombia y Per¨² favorecen el libre comercio, y Bolivia y Ecuador se muestran muy recelosos del neoliberalismo, mientras que Venezuela abandon¨® la CAN acus¨¢ndola, precisamente, de instrumento del imperialismo. M¨¢s all¨¢ de esa moratoria, y a iniciativa de la canciller alemana Angela Merkel se abre ahora la posibilidad de negociar bilateralmente. En t¨¦rminos formales se habla de negociaci¨®n a dos velocidades, a lo que ya parec¨ªa apuntarse el presidente Evo Morales al apelar a la comprensi¨®n de las dificultades econ¨®micas de Bolivia, para una bilateralidad favorable. Ese acertado reajuste halla su inspiraci¨®n, por otro lado, en el ejemplo de Estados Unidos que no deja de sumar pa¨ªses a su proyecto de zona de libre cambio de Alaska a Tierra del Fuego.

Y si esto inaugura un nuevo tipo eficaz de cumbres, habr¨¢ que congratularse.