Miles de manifestantes junto al Ebro contra la cesi¨®n de agua a Barcelona

"Esto es el principio del fin del tripartito", concluy¨® el portavoz de la Plataforma en Defensa del Ebro (PDE), Manolo Tom¨¢s, tras un mes preparando una movilizaci¨®n que termin¨®, dijo, en "¨¦xito rotundo". El primer rechazo multitudinario al decreto que prev¨¦ abastecer Barcelona con agua del Ebro se manifest¨® ayer en Amposta (Montsi¨¤) sin apoyos pol¨ªticos. Unas 11.000 personas (6.000 seg¨²n la Guardia Urbana y 35.000 a juicio de los organizadores) marcharon sin dejar de corear consignas contra el trasvase, el tripartito y el consejero de Medio Ambiente, Francesc Baltasar.

"Estamos solos. Nadie vela por nuestros intereses", fue el lamento m¨¢s repetido

"Aprovechan la sequ¨ªa para colar un trasvase que siempre han deseado"

Los reproches a los pol¨ªticos fueron duros y cuantiosos. Hace apenas tres meses, todas las formaciones se pasearon por las tierras del Ebro exhibiendo su rechazo a los trasvases, salvo el PP. Ayer, ni una sola pancarta de partido march¨® por las estrechas calles ampostinas. Marta Cid, diputada de ERC, fue el ¨²nico rostro parlamentario que se dej¨® ver entre los manifestantes. El resto de formaciones no fueron representadas ni por sus dirigentes locales que, aseguraron, acud¨ªan en calidad de ciudadanos. Tambi¨¦n asistieron miembros del sector cr¨ªtico de ERC como Joan Carretero y Oriol Beltr¨¢n. Zaragoza, apellido de un arrocero que prefiri¨® no revelar su nombre, ni lleg¨® a verlos. "No he reconocido a ning¨²n pol¨ªtico. Ahora todos se esconden", lament¨®. Zaragoza asegur¨® que no volver¨¢ a las urnas. "En marzo vot¨¦ a ERC. Fue la ¨²ltima vez que voto, no quiero que me enga?e nadie m¨¢s", suspir¨® antes de desear una dimisi¨®n colectiva.

La Plataforma se?al¨® que el largo idilio de la izquierda con las tierras del Ebro ha concluido. Desde la tarima, sus dirigentes reclamaron a los dirigentes que, ante la imposibilidad de defender el Ebro desde su partido, dimitan. "Ya saben lo que hay que hacer", dijo un orador. La multitud se desga?it¨®: "Dimisi¨®n, dimisi¨®n". "La cultura del agua s¨®lo ha servido para que algunos se llenen los bolsillos con sus cargos", voce¨® otro portavoz a las miles de camisetas azules agolpadas en la plaza de Amposta.

La conexi¨®n temporal de la red del Consorcio de Aguas de Tarragona (agua del Ebro), con la red Ter-Llobregat fue acogida con recelo en la ribera del r¨ªo. Las ¨²ltimas precipitaciones y el anuncio de Baltasar sobre el llenado de piscinas de Barcelona, luego impedido por decreto del Gobierno catal¨¢n, han remachado el clavo del rechace frontal. "Ya nadie les cree, tienen m¨¢s agua de la que ped¨ªan. Aprovechan la sequ¨ªa para colarnos un trasvase que siempre han deseado", afirmaron desde el escenario y entre aplausos miembros de la PDE.

No s¨®lo por las lluvias se exigi¨® desmantelar la tuber¨ªa hacia Barcelona. La manifestaci¨®n fue convocada a mediados de abril, cuando las reservas a¨²n eran muy escasas. Los manifestantes creen que la soluci¨®n no es provisional, sino definitiva y que encubre la interconexi¨®n de cuencas. Muchos sospechaban que el verdadero inter¨¦s fue siempre acercar el Ebro a la gran ciudad. "Y ten¨ªamos raz¨®n. La lluvia les ha dejado con el culo al aire", asegur¨® Manuel Gimeno, m¨¦dico de 58 a?os.

La marcha cubri¨® el mismo recorrido que en 2000, entonces para protestar contra el Plan Hidrol¨®gico Nacional, y certific¨® el descontento que crece en las tierras del Ebro. "No es que nos tomen el agua, es que nos toman el pelo", lamentaba Joan Cerc¨®s desde el tractor que encabezaba la protesta. Este agricultor de 66 a?os y manos rugosas aludi¨® a la frustraci¨®n de un territorio. "A nuestra costa, se ha abierto la caja de los truenos. El PSOE quiere votos en Murcia y en Valencia con nuestra agua. El tripartito s¨®lo piensa en Barcelona. En el Ebro no llegamos a 180.000 personas, no tenemos fuerza pol¨ªtica ni econ¨®mica. S¨®lo nos quedamos las centrales nucleares y la mierda", dijo. Muchos lamentaron ayer sentirse pol¨ªticamente hu¨¦rfanos. "Ahora estamos solos. Nadie vela por nuestros intereses", fue el lamento m¨¢s repetido entre los manifestantes.