Educaci¨®n, financiaci¨®n y cohesi¨®n social
El informe sobre segregaci¨®n escolar que el S¨ªndic de Greuges present¨® ante el Parlament la semana pasada, pone luz una vez m¨¢s en los ¨²ltimos meses a una de las cuestiones centrales que hoy determinan el desarrollo y los resultados de nuestro sistema educativo. Tiene raz¨®n el consejero Maragall cuando afirma que la cuesti¨®n planteada por el S¨ªndic ya est¨¢ en la agenda pol¨ªtica del departamento y cuando recuerda que los datos utilizados por la Sindicatura de Greuges para elaborar el informe provienen de la administraci¨®n que ¨¦l dirige. ?De qui¨¦n iban a provenir, si no? En cualquier caso, dado que la cuesti¨®n de la segregaci¨®n escolar es un asunto que ya est¨¢ planteado desde hace unos cuantos meses e incluso a?os, una prueba de ello es que ocup¨® uno de los ejes centrales del Pacto Nacional de la Educaci¨®n aunque no con bajo la etiqueta de segregaci¨®n, el informe del S¨ªndic toma m¨¢s relevancia ya que pone de relieve que a pesar de todos los pesares, en primer lugar la segregaci¨®n educativa existe y en segundo lugar, y quiz¨¢ esta es la m¨¢s relevante, que el problema no es atribuible ¨²nicamente a una mala praxis del servicio p¨²blico educativo en lo que se refiere a algunas escuelas concertadas, sino que entre los centros de titularidad p¨²blica esa mala pr¨¢ctica tambi¨¦n se da.
A la hora de elegir, el coste de la educaci¨®n reproduce las desigualdades sociales existentes
El informe es una buena oportunidad para asumir de una vez que en lo que al sistema escolar y la inmigraci¨®n se refiere no se puede ni simplificar ni quedarse con an¨¢lisis aprior¨ªsticos que condicionan posteriormente las respuestas a dar. En ese sentido hay que ser muy prudentes en generalizar sin matices y pensar que todos los males de nuestra educaci¨®n en lo que a la falta de equidad se refiere provienen siempre de los mismos actores; las escuelas concertadas. La variedad dentro de ese sector es muy grande, valga como ejemplo la escuela Vedruna en el Raval barcelon¨¦s que ha sido reconocida con el premio del C¨ªrculo de Econom¨ªa y que escolariza a un porcentaje de alumnos extranjeros que muchas p¨²blicas no lo hacen a pesar de estar en zonas con porcentaje superior a la mediana del pa¨ªs en lo que a inmigraci¨®n se refiere. Y el caso de la Vedruna no es un caso singular; ciertamente no es la norma ni tan s¨®lo la moda en la escuela concertada, pero afortunadamente hay otras escuelas concertadas con las pautas de la Vedruna a lo largo del pa¨ªs.
Tambi¨¦n es relevante en el informe del S¨ªndic la decisi¨®n de apuntar buenas pr¨¢cticas de algunos municipios en lo que a la correcta distribuci¨®n de alumnos se refiere. Y lo es no s¨®lo porque tener referencias siempre ayuda, sino tambi¨¦n porque sin decirlo apunta que las buenas o malas pr¨¢cticas se dan en todas las familias pol¨ªticas del pa¨ªs, es decir que ni la izquierda ni el centro derecha tienen el patrimonio de aciertos y errores en esta cuesti¨®n. Esta es, quiz¨¢, una de las consideraciones que deber¨ªamos tener muy presentes para abordar los retos de presente y futuro en la cuesti¨®n de la inmigraci¨®n y la educaci¨®n. No estoy haciendo con esta afirmaci¨®n ninguna apolog¨ªa sobre el fin de las ideolog¨ªas. Lo que defiendo es que las distintas sensibilidades pol¨ªticas pueden llegar a soluciones compartidas, con renuncias a algunos de sus fundamentos, en cuestiones donde la prioridad en clave de cohesi¨®n social y de pa¨ªs es evidente. Muchas veces un poco de sentido com¨²n para abordar retos es m¨¢s que suficiente para superar escollos y problemas existentes.
Evitar la segregaci¨®n comporta necesariamente disponer de m¨¢s recursos y l¨®gicamente emplearlos mejor. El dinero no lo es todo, pero sin los recursos suficientes no es posible hacerlo bien. Y si no que se lo pregunten al consejero Castells, que d¨ªa s¨ª d¨ªa tambi¨¦n ve como las necesidades pol¨ªticas, entre ellas las de la educaci¨®n, no pueden ser atendidas sin un cambio de nuestra financiaci¨®n del autogobierno. Si del Pacto Nacional de la Educaci¨® se puede se?alar algo, dos a?os despu¨¦s de su aprobaci¨®n casi un¨¢nime, es que no ha podido ver desarrollado con normalidad el contrato programa previsto entre los centros educativos y la Administraci¨®n. En dos cursos acad¨¦micos menos de una treintena de estos contratos han sido establecidos. Alguien puede pensar que estamos a la espera de la nueva ley de educaci¨®n que es la que debe dar empuje al pacto. Aunque esto es verdad, hay que decir que no es toda la verdad. La cuesti¨®n es que no hay recursos para generalizar la medida no s¨®lo por la cuesti¨®n ya mencionada de la mala financiaci¨®n del autogobierno, sino tambi¨¦n porque se han fijado otras prioridades que han consumido los recursos disponibles. La gran paradoja es que aun siendo cierto que en los ¨²ltimos a?os los recursos presupuestarios en educaci¨®n han crecido, los d¨¦ficit en la equidad no s¨®lo no se han reducido, sino que han aumentado. Es necesario recordar que aquellas condiciones que no se establezcan desde la base del sistema educativo -es decir, desde la asignaci¨®n de plaza escolar- se van a arrastrar pesadamente a lo largo del proceso educativo. El derecho a la educaci¨®n es mucho m¨¢s que el derecho a la escolarizaci¨®n. Y si la libertad de elecci¨®n forma parte de nuestro sistema, no es menos cierto que hoy no se dan las condiciones para que esa libertad se ejerza por todos por igual. No elige quien quiere, sino quien puede. Y muchas familias van a la escuela sin haberla escogido previamente y el problema es que demasiadas veces la elecci¨®n responde a evitar algunos centros determinados -donde la presencia de alumnos inmigrantes es ya significativa- m¨¢s que a la convicci¨®n de las bondades del centro escogido. Es evidente que, en la elecci¨®n, el coste de la educaci¨®n, sin serlo todo, determina mucho, hasta el extremo de que reproduce las desigualdades sociales existentes. Por eso, crear las condiciones de financiaci¨®n a trav¨¦s del contrato programa para garantizar que efectivamente la educaci¨®n es gratuita, al margen de si la titularidad del centro es privada o p¨²blica, y que ning¨²n centro determinar¨¢ criterios de selecci¨®n -activos o pasivos- de alumnos, es una de las condiciones sobre las cuales se podr¨¢ combatir la existencia de la segregaci¨®n educativa. La mejor inversi¨®n social para las pr¨®ximas d¨¦cadas.
jspicanyol@hotmail.com
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.