Adi¨®s a un portero de los grandes

Solo, en el centro del ruedo, Ca?izares apunt¨® con los guantes al cielo y se despidi¨® de Mestalla tras diez a?os. Un decenio de ¨¦xitos, fracasos, goles, paradas, gritos, zamoras, t¨ªtulos, risas, lloros, egos y pol¨¦micas. F¨²tbol, en definitiva, del portero m¨¢s carism¨¢tico de la historia del club. Se march¨® ayer, a los 38 a?os, con la dignidad intacta y una actuaci¨®n a la altura de su trayectoria. Superior. Mientras el Atl¨¦tico no existi¨®, orden¨® a su defensa a grito pelado y, cuando apareci¨® Ag¨¹ero, respondi¨® con sus mejores reflejos.

Ca?izares ayud¨® a que el Valencia ganara a la contra a un Atl¨¦tico vulgar que lleg¨® al final del camino dependiendo excesivamente de Ag¨¹ero. De sus quiebros, de sus remates, de sus goles. Sin Ag¨¹ero, el conjunto de Javier Aguirre estar¨ªa lejos de la Champions. S¨®lo ¨¦l despert¨® fugazmente a los aficionados rojiblancos, muy decepcionados con el resto del conjunto, empezando por un portero y una defensa de humo.

El Valencia, en cambio, ofreci¨® un aspecto m¨¢s saludable a su escasa hinchada, desertada como protesta por la p¨¦sima campa?a. Atac¨® y, sobre todo, contraatac¨® en avalancha. Arrebatado por las ganas de Villa, Silva, Joaqu¨ªn y Mata. Y, sorpresa, acompasado por la zurda sedante de Edu, m¨¢s fino de lo que se sospechaba. Al final, la brocha de Voro, el delegado que ascendi¨® a entrenador para evitar el descenso, ha sido milagrosa. Ha sumado en cinco intentos las mismas victorias que su antecesor, Ronald Koeman, en 22: cuatro.

Un portero es tan importante por lo que manda como por lo que para. Dino Zoff, por ejemplo, fue campe¨®n mundial con Italia a los 40 a?os y lo hizo casi sin mover un m¨²sculo. El que m¨¢s ejercit¨® fue el de la lengua, con la que orden¨® y dirigi¨® a sus chicos azzurri, Scirea el m¨¢s aventajado. De eso hace m¨¢s de un cuarto de siglo. El f¨²tbol, en esencia, sigue siendo lo mismo. Y ah¨ª estaba Ca?izares para recordarlo. Ca?ete volvi¨® a repetir la misma lecci¨®n: a la defensa hay que colocarla, animarla y lanzarla para que te permita trabajar lo menos posible. A su edad y tras cuatro meses a la sombra de Koeman, su cuerpo ya no est¨¢ para golpes, pero su mente sigue igual de afilada. Se marcha un mito del valencianismo que fue pisoteado en su ¨²ltimo curso hasta tal punto que el presidente, Agust¨ªn Morera, quiso pedirle perd¨®n esta semana. En un gesto que le honra.

El Valencia pudo golear. A poco que Joaqu¨ªn, muy afectado por su exclusi¨®n para la Eurocopa, hubiese tenido otro estado de ¨¢nimo. El cuadro de Voro cuenta con cuatro lanzas (Villa, Silva, Joaqu¨ªn y Mata) al contragolpe. Cuatro contra dos del Atl¨¦tico, Forl¨¢n y Ag¨¹ero. El Kun tard¨® poco en probar que Ca?izares todav¨ªa puede retorcer el esqueleto. Se fue abajo, a los infiernos, y desde all¨ª sac¨® el disparo cruzado de Ag¨¹ero. El partido se convirti¨® en un festejo. Y el viejo Ca?izares le aguant¨® el tipo a esa bala humana llamada Forl¨¢n. Frente a Ca?izares, s¨®lo un hombre era capaz de frenar al Kun: el veloz Albiol. Perdon¨® el Atl¨¦tico y sentenci¨® Villa. El Guaje se ha puesto las pilas al final para firmar unas notas personales m¨¢s que decentes, 17 goles, ahora que el club tratar¨¢ de sacar tajada a su traspaso.

Pero no ha sido Villa, sino Ag¨¹ero el delantero del campeonato. As¨ª que aprovech¨® que Albiol se hab¨ªa alejado unos metros para dejar tirado primero a Helguera y despu¨¦s a Lomb¨¢n antes de batir a Ca?izares. El portero recogi¨® su ¨²ltimo bal¨®n de entre las redes y poco despu¨¦s levant¨® los guantes al cielo para despedirse de tantas queridas historias, de tanto f¨²tbol. Adi¨®s a uno de los grandes.

Valencia 3 - Atl¨¦tico de Madrid 1