Raimon vuelve a la Universidad
El cantautor y poeta regresa a la Complutense cuarenta a?os despu¨¦s de su recital de mayo de 1968, cl¨ªmax del movimiento estudiantil madrile?o
Apenas ha cambiado. Tal vez el cabello, hoy despeinado y blanco. Quiz¨¢ la graduaci¨®n de sus gafas. Pero su mirada sigue irradiando astucia, voluntad y seducci¨®n. Es Raimon. El mismo hombre que, a sus 27 a?os, un 18 de mayo en Madrid 40 a?os atr¨¢s, se enfrent¨® armado tan solo con su guitarra y su voz, a pecho descubierto -"la cara al vent"- a un r¨¦gimen policial y liberticida al que le espetaba con coraje: "Non creiem en les pistoles".
"?Madrid con Par¨ªs!", gritaban miles de estudiantes en Ciencias Pol¨ªticas
Las 25 pesetas de cada entrada fueron a parar a obreros en huelga de Pegaso
Pero Raimon no estaba solo. ?l fue el grito y el anhelo de miles de estudiantes madrile?os que corearon entonces con entusiasmo sus canciones en catal¨¢n -luego con rabia a pedradas contra la polic¨ªa- ansiando una democracia que solo llegar¨ªa tras la muerte del dictador general, Francisco Franco Bahamonde.
Una exposici¨®n fotogr¨¢fica de Juan Santiso, m¨¢s un pu?ado de actos sobre un mes y un a?o claves en la historia de Europa -Mayo de 1968-, con aquel recital como hilo conductor, propone recuperar para la Universidad de Madrid aquellos hechos memorables, incluida una nueva actuaci¨®n de Raimon este jueves 22 a las nueve de la noche en el anfiteatro de la Facultad de Medicina de la Complutense.
Su rector, Carlos Berzosa, que estaba presente en aquel recital inolvidable, lo evoca hoy: "Raimon cant¨® en la Facultad de Ciencias Pol¨ªticas y Econ¨®micas", un edificio de casi 20 pisos junto a la carretera de A Coru?a, "bautizado por los estudiantes como Galer¨ªas Casta?eda", el apellido de un catedr¨¢tico hueso. A 25 pesetas la entrada, "la recaudaci¨®n ir¨ªa a parar a los obreros en huelga de la Pegaso" dice Raimon; tambi¨¦n ir¨ªa para los representantes estudiantiles encarcelados en Carabanchel, hombres, o en Yeser¨ªas, mujeres, por oponerse al dictador y a su temida Brigada Pol¨ªtico Social. Raimon no cobr¨® m¨¢s que el viaje desde Barcelona a Madrid.
"Las actuaciones en Universidades esquivaban el permiso gubernativo, porque la autorizaci¨®n depend¨ªa de los decanos", explica el poeta y cantautor de X¨¢tiva. "El recital hab¨ªa sido organizado por una Uni¨®n de Departamentos de Actividades Culturales que agrupaba a las principales facultades madrile?as". Su compa?era Anna Lisa Corti le ayuda a precisar los recuerdos. "Decano era entonces ?ngel Vegas P¨¦rez" precisa Berzosa.
Eran las 18.30 del 18 de mayo de 1968. Miles de estudiantes abarrotaban el sal¨®n central de Pol¨ªticas y Econ¨®micas. Jaime Pastor era el delegado de la Facultad. Cerca de ¨¦l, Paco Alburquerque, de Econ¨®micas, Rom¨¢n -Romanof- Oria, delegado de Derecho... Decenas de j¨®venes reunidos bajo las siglas del Sindicato Democr¨¢tico de Estudiantes de la Universidad de Madrid, SDEUM. A 1.263 kil¨®metros por carretera, pero apenas a un latido de coraz¨®n, otros miles de estudiantes tomaban las calles parisienses en una revuelta que cobrar¨ªa significado continental.
"?Madrid con Par¨ªs, Madrid con Par¨ªs!", comenzaron a gritar los congregados madrile?os. "?Los estudiantes, con sus representantes!", recuerda que se grit¨® entonces el cineasta Miguel Gonz¨¢lez Sinde, que cursaba entonces Ingenier¨ªa de Telecomunicaciones en la sede de Ingenieros de Montes. "All¨ª en Par¨ªs peleaban por perfeccionar la libertad, mientras nosotros aqu¨ª luch¨¢bamos por conseguirla", se?ala.
El recital fue un estallido de entusiasmo vibrante. "S¨ª, me emocion¨¦ mucho", reconoce Raimon. "?Libertad, libertad, democracia popular!", gritaban los reunidos tras corear las dulces letras de plomo de Raimon. "Joder, pues claro que pas¨¦ miedo", reconoce el cantautor. Pero ni ¨¦l ni quienes le escuchaban se arredraron. La polic¨ªa acechaba. "Al acabar -"?Diguem no!", gritaron con Raimon- salimos enardecidos en manifestaci¨®n hacia la calle de Princesa, en Arg¨¹elles, pero no pudimos llegar; la carga de la polic¨ªa fue brutal; muchas chicas ca¨ªan por los taludes de la Universitaria y retroced¨ªamos para ayudarlas; huimos como pudimos", recuerda Sinde.
De aquellas jornadas dar¨¢n cuenta mesas redondas y cine en la Biblioteca Universitaria Marqu¨¦s de Valdecilla, en la calle de Noviciado, m¨¢s las fotograf¨ªas clandestinas de Juan Santiso, que expone en el Jard¨ªn Bot¨¢nico de la Complutense; all¨ª crece hoy un pino, quiz¨¢s el mismo que junto a una ribera cantada por Joan Baez nunca mover¨ªa la determinaci¨®n de los amantes de la libertad por conquistarla.
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