Siete a?os encerrado en casa

Joaqu¨ªn Mora, de 56 a?os, lleva siete siendo un prisionero en su propia casa. Aquejado de una enfermedad que le ha supuesto la amputaci¨®n de la pierna izquierda y la inutilizaci¨®n de la derecha, ha pasado estos a?os atado a una silla de ruedas y enclaustrado en un piso propiedad de la Junta en Huelva, situado en una segunda planta sin ascensor. "Ped¨ª un ascensor, pero no se puede instalar en el bloque. Ahora lo que pido es un piso adaptado y accesible. Pero no me lo dan. Lo que me han ofrecido no vale", afirma. Desesperado, Mora se ha puesto en huelga de hambre. Hoy cumple su d¨¦cimo d¨ªa sin comer. La Junta, no obstante, conf¨ªa en encontrar una pronta soluci¨®n del conflicto.

La Delegaci¨®n de la Junta de Andaluc¨ªa ha informado de que se han ofrecido hasta tres alternativas de pisos adaptados a las necesidades de Mora, para que se mude con su mujer y su hijo de 18 a?os. Pero, en todas las ocasiones, ha rechazado las salidas. "Es cierto que me han ofrecido tres pisos, lo que no dicen es que el primero s¨ª lo acept¨¦. Era un piso magn¨ªfico, en la avenida Guatemala, un bajo perfecto para m¨ª. Pero se lo terminaron dando a otra persona cuando ya me hab¨ªan dicho verbalmente que era para m¨ª", se queja Mora.

"Yo he llegado a un punto en el que no quiero m¨¢s parches", dice Mora

Fuentes de la Junta aseguraron que a la Administraci¨®n no le consta que el afectado hubiese aceptado nunca alguno de los pisos ofertados. Seg¨²n la Administraci¨®n auton¨®mica, Mora ha rechazado dos pisos por decir que se encontraban en zonas conflictivas de Huelva y un tercero por el tama?o de la vivienda.

"Se trataba de un piso de escasamente 40 metros cuadrados, con una sola habitaci¨®n. ?D¨®nde iba a dormir mi hijo? Cuando se lo expliqu¨¦ a quienes me lo ofrecieron, dijeron que mi hijo, que ten¨ªa entonces 16 a?os, ya pod¨ªa ir emancip¨¢ndose", recuerda, indignado, Mora. "El otro piso que me ofrecieron estaba en una barriada marginal", contin¨²a. "Aparte de esos dos y del que acept¨¦, no me ofrecieron nada m¨¢s. Les ped¨ª a la Junta que, a partir de entonces, las ofertas me las hicieran por escrito, pero no volvieron a dar noticias". La Delegaci¨®n de la Junta afirma que los primeros contactos con los interesados son siempre telef¨®nicos.

Mora termin¨® por exponer su queja al defensor del pueblo andaluz, Jos¨¦ Chamizo, pero la respuesta de ¨¦ste no le satisfizo. "Crey¨® la versi¨®n de la Junta de Andaluc¨ªa de que me hab¨ªan ofrecido tres viviendas". En todo caso, el delegado de Obras P¨²blicas en Huelva, Gabriel Cruz, termin¨® acudiendo personalmente a casa de Mora para entrevistarse con ¨¦l. All¨ª le ofreci¨® adaptar la vivienda en espera de encontrar una soluci¨®n. Pero Joaqu¨ªn la rechaz¨®.

"Mi principal problema es que estoy encerrado en casa y que no puedo salir. Y la reforma de mi casa no servir¨ªa para solucionar eso", critica Mora. "Yo he llegado a un punto en el que no quiero m¨¢s parches. Quiero una vivienda digna y accesible. Porque no soy ning¨²n criminal que tenga que estar encerrado. No he hecho nada malo para tener que estar ba?¨¢ndome o haciendo mis necesidades en la cama, ya que no puedo entrar al cuarto de ba?o. Estoy harto. Quiero una oferta seria, decente y por escrito", concluye Mora.