Ellos rompieron la tregua

Eran la rama dura, los que decidieron romper la tregua en diciembre de 2006, despu¨¦s de haberse erigido en mayor¨ªa dentro del Zuba (Zuzendaritza Batzordea), el comit¨¦ de direcci¨®n de ETA que se celebra cada mes. Detectados en su escondite, la polic¨ªa francesa estaba esperando la celebraci¨®n de una reuni¨®n para intervenir con el comit¨¦ en pleno, pero una indiscreci¨®n precipit¨® la intervenci¨®n del martes.

De los cuatro detenidos, Javier L¨®pez Pe?a, Thierry (Galdakao, 1958), es el ¨²ltimo veterano que ha logrado reunir en su persona la direcci¨®n de los aparatos militar y pol¨ªtico de la banda. Antes, s¨®lo lo consiguieron Josu Ternera, hoy en paradero desconocido, y Mikel Albisu, Mikel Antza, detenido en octubre de 2004, quienes adem¨¢s de mando militar tuvieron liderazgo pol¨ªtico para marcar la estrategia de la banda.

L¨®pez Pe?a hab¨ªa unido al control militar el liderazgo pol¨ªtico

La polic¨ªa esperaba una reuni¨®n del comit¨¦ directivo para intervenir

El descabezamiento militar ha seguido el ritmo de un jefe por a?o

L¨®pez Pe?a accedi¨® a n¨²mero uno en plena tregua etarra, en sustituci¨®n de Jos¨¦ Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera, retirado, seg¨²n fuentes policiales, por un problema de salud. Apareci¨® abanderando la posici¨®n m¨¢s dura y contraria al mantenimiento de la tregua. Fue el interlocutor sorpresa de los enviados de Zapatero en los dos encuentros, celebrados en diciembre de 2006 y en mayo de 2007, donde fue portavoz de la banda y voz cantante del sector duro que se distingui¨® por la rigidez de sus planteamientos.

Hasta entonces, L¨®pez Pe?a era conocido por los expertos franceses como Zulos, un alias ilustrativo de su papel en la estructura etarra. Antiguo poli-mili, se incorpor¨® a ETA militar a principios de los a?os 80. Se fue a Am¨¦rica, de donde regres¨® para llenar el vac¨ªo tras la ca¨ªda de la direcci¨®n etarra en Bidart, en 1992, que dej¨® a la banda sin norte y a punto de desaparecer. Un a?o desp¨²es, se hizo cargo de los zulos, los militantes en la reserva y los cursillos.

Con este bagaje, L¨®pez Pe?a, pareja de la abogada abertzale Yolanda Molina, era un colaborador estrecho de Josu Ternera desde que regres¨® a la clandestinidad tras la ruptura de la tregua en 1999. Aunque varios a?os m¨¢s joven que ¨¦l, su trayectoria en la banda, la experiencia de su periplo americano, as¨ª como el hecho de ser un cuadro interno cualificado pero sin proyecci¨®n p¨²blica -no hab¨ªa sido detenido por la polic¨ªa-, le convierten en uno de los hombres imprescindibles del aparato militar. Desde ah¨ª va escalando posiciones en la estructura directiva de ETA hasta ponerse al frente de la misma, como lo ha evidenciado su papel protagonista en la ruptura de la ¨²ltima tregua.

Su trayectoria interna se ha ido fortaleciendo conforme ETA se debilitaba con las intervenciones que la polic¨ªa ha ido asestando de forma intermitente a los aparatos militar y log¨ªstico desde que reanud¨®, en 2000, una loca ofensiva contra adversarios pol¨ªticos y sociales.

En esta carrera, el aparato militar de ETA, que se hab¨ªa rearmado durante la tregua de Lizarra con la incorporaci¨®n de la nueva savia joven procedente de la cantera de la kale borroka, ha sido descabezado al menos una vez por a?o. El goteo de dirigentes detenidos desde entonces, todos ellos en Francia, ha dejado la estructura raqu¨ªtica. Esta presi¨®n policial fue el principal m¨®vil que impuls¨® a Josu Ternera a ofrecer al nuevo Gobierno socialista la tregua que fracas¨® en la T-4 de Barajas.

El primero en caer el a?o 2000 fue Ignacio Gracia Arregi, I?aki de Renter¨ªa, hist¨®rico procedente de ETA poli-mili y considerado entonces el n¨²mero uno del aparato militar, que dirig¨ªa junto a Mikel Antxa y Xabier Garcia Gaztelu, Txapote. Los tres hab¨ªan unificado la estructura de los comandos para que trabajaran de forma conjunta los legales (no fichados) e ilegales (fichados), en la ofensiva que sucedi¨® a la tregua en la que Mikel Antza fue el interlocutor pol¨ªtico del Gobierno de Aznar.

S¨®lo un a?o despu¨¦s, en 2001, cay¨® Txapote. A ¨¦l se atribuye la reestructuraci¨®n de unos veinte comandos que protagonizaron la ofensiva que sucedi¨® a la tregua. Txapote impuso un nuevo sistema de organizaci¨®n de estos grupos: formados por tres liberados (a sueldo), s¨®lo dos participar¨ªan simult¨¢neamente en la ejecuci¨®n de atentados.

El descabezamiento prosigui¨® con la detenci¨®n, justo un a?o despu¨¦s, del jefe de comandos, Jos¨¦ Antonio Olarra Guridi. Tras ¨¦l fue Ib¨®n Fern¨¢ndez Iradi, Susper, arrestado en diciembre de 2002. Su ca¨ªda, adem¨¢s de proporcionar documentaci¨®n valiosa sobre la cantera etarra, arrastr¨® a ocho militantes de ETA alojados en cinco pisos de localidades francesas.

F¨¦lix L¨®pez de Lacalle, Mobutu, otro veterano, cay¨® seis meses antes que el n¨²mero uno, Mikel Antza. Arrestado junto a Soledad Iparragirre, Anboto, responsable del impuesto revolucionario, en esta operaci¨®n se descubrieron cinco zulos con material militar, por lo que fue considerada un golpe maestro contra ETA. Estos avances policiales fueron decisivos para que la banda reconsiderara una nueva tregua que rompieron los detenidos ayer en Burdeos.