El torpedo San Gil
La salida de la presidenta del PP vasco abre un boquete en la l¨ªnea de flotaci¨®n de Rajoy
La presidenta del PP del Pa¨ªs Vasco, Mar¨ªa San Gil, ha hecho p¨²blica su decisi¨®n de no presentarse a la reelecci¨®n. Adem¨¢s, abandonar¨¢ su esca?o en el Parlamento de Vitoria tras la celebraci¨®n del congreso que tendr¨¢ lugar en julio, y que ella misma ha forzado. Se trata de un golpe duro para Rajoy, pero no porque San Gil sea un activo electoral: bajo su direcci¨®n los populares han perdido un 30% de apoyo en el Pa¨ªs Vasco. Si San Gil se ha convertido en un quebradero de cabeza para Rajoy es porque sectores del PP opuestos a una estrategia m¨¢s centrada han convertido su renuncia en un acta de acusaci¨®n contra el nuevo rumbo del partido, elev¨¢ndola a la categor¨ªa de "referente moral" de la lucha contra ETA.
Este cap¨ªtulo de la interminable crisis que vive ese partido desde las elecciones de marzo se abri¨® con motivo de la redacci¨®n de la ponencia pol¨ªtica para el congreso nacional de junio. San Gil prefiri¨® retirar la firma a pesar de que el documento recog¨ªa sus tesis, y no dio ninguna explicaci¨®n convincente de las razones que la empujaron a dar este paso. Declar¨® haber perdido la confianza en Rajoy, y lo emplaz¨® a que le diera motivos para recuperarla en el plazo de 40 d¨ªas.
Entretanto, anunci¨® un adelanto en las fechas del congreso del PP vasco sin contar con el resto de la direcci¨®n. La renuncia de San Gil a la reelecci¨®n es la consecuencia inevitable de este c¨²mulo de actuaciones, si no irreflexivas, bastante err¨¢ticas y ajenas a cualquier l¨®gica pol¨ªtica. Hasta el punto de que han propiciado una de las im¨¢genes que m¨¢s teme cualquier partido: la escenificaci¨®n p¨²blica de la divisi¨®n. San Gil se sali¨® con su prop¨®sito de adelantar el congreso, pero contando con el apoyo de s¨®lo 28 de los 61 miembros de la direcci¨®n vasca. Ella se va. Igual que Ortega Lara, que ha pedido la baja tras 20 a?os de militancia.
Tras comunicar su renuncia, Mar¨ªa San Gil se ha comprometido a seguir colaborando con el PP. Estas declaraciones tienen importancia porque evocan, sin nombrarlo, uno de los fantasmas que rondan las filas del principal partido de la oposici¨®n. El intento de convertir el PP en una formaci¨®n de centro derecha, auspiciado por Rajoy, est¨¢ avivando las tentaciones de ruptura entre los m¨¢s duros, que temen verse excluidos de la direcci¨®n. Para ¨¦stos, el viaje al centro es s¨®lo un eslogan, y de ah¨ª que, llegado el caso, prefieran la situaci¨®n anterior a 1982, cuando el voto conservador se divid¨ªa entre la derecha moderada de la UCD y las posiciones radicales de Alianza Popular.
Los mismos que siembran la desconfianza en Rajoy le acusan de ser un dirigente sin autoridad, como demostrar¨ªa la p¨¦rdida de confianza de San Gil. En esta l¨®gica circular, de profec¨ªas autocumplidas, no est¨¢ excluida la aparici¨®n de una alternativa a la candidatura de Rajoy; pero es m¨¢s dif¨ªcil poner en sinton¨ªa las muchas ambiciones en juego que seguir alimentando la caldera de la coalici¨®n negativa frente al actual l¨ªder.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.