Yo, superventas
Fui violada por mi padre a los ocho a?itos mientras mi madre fotografiaba la escena y se masturbaba con ayuda de un vibrador. Azuzados por los hurras de mis progenitores, mis tres t¨ªos me sodomizaron por turno al tiempo que mi propio hermano se orinaba en mi cuerpecillo maltrecho. Despu¨¦s de soportar un sinf¨ªn de vej¨¢menes, logr¨¦ huir a un centro de acogida de ni?os maltratados con la ilusi¨®n de empezar una nueva vida. Pero mi supuesto tutor result¨® ser un ped¨®filo consumado y me somet¨ªa a diario a crueles suplicios: me amarraba a un potro de gimnasia y acallaba mis gritos con una mordaza de cuero. Acab¨¦ por escapar de sus garras y me refugi¨¦ en un monasterio en la creencia pueril de arribar a buen puerto. ?Pobrecilla de m¨ª! El prior me arrastr¨® a una cripta g¨®tica y, en presencia de los dem¨¢s monjes, no s¨¦ si c¨¢taros, priscilianistas o alumbrados, se ensa?¨® conmigo con mayor ferocidad que sus antecesores. Luego, ¨¦l y los exorcistas que pretend¨ªan arrancarme el diablo del cuerpo filmaron la ceremonia para enviarla, seg¨²n me dijeron, a un cardenal de la curia romana aficionado a hechicer¨ªas y ritos milenaristas. Un d¨ªa consegu¨ª burlar la vigilancia de mis custodios, resuelta a vivir al fin y a actuar por mi cuenta. Me prostitu¨ªa en un bosque frecuentado por catadores de carne fresca hasta que un chulo me forz¨® a currar para ¨¦l. Abusaba de m¨ª y se apropiaba de mi dinero. Con la flaqueza propia de mi sexo, me enamor¨¦ de su sonrisa: so?aba que un d¨ªa se retirar¨ªa del oficio y se casar¨ªa conmigo. Cre¨ªa la dicha al alcance de la mano, pero la mafia me secuestr¨® en el pinar de mis trabajos y penas. Eran cuatro, cuatro afganos barbudos que, para esclavizarme, me violaron y sujetaron a la barbarie de sus creencias. Trabaj¨¦ en adelante en un club de alterne y, cuando me resignaba ya a su explotaci¨®n y maltrato, una banda islamista rival, especializada en el tr¨¢fico de drogas y trata de blancas a fin de reunir fondos y comprar armas para sus atentados suicidas, irrumpi¨® en el local a tiro limpio y lo cubri¨® de regueros de sangre y casquillos de bala. ?Para qu¨¦ seguir si esto es s¨®lo el comienzo! Ahora, mi agente est¨¢ negociando la venta de mi historia con los medios de comunicaci¨®n y hay una verdadera arrebati?a para su adaptaci¨®n cinematogr¨¢fica y televisiva. Y no digo m¨¢s hasta que inicie la campa?a de promoci¨®n. Mi producto, dicen, est¨¢ destinado a arrasar y situarse a la cabeza de los m¨¢s vendidos del a?o. Me piden ya una segunda y tercera parte, y no lo duden: ?la tendr¨¢n! -
Juan Goytisolo (Barcelona, 1931). Toda su creaci¨®n literaria est¨¢ reunida en sus Obras Completas (Galaxia Gutenberg), de las que ya se han publicado cinco vol¨²menes.
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