Un ex polic¨ªa rumano mantiene siete horas retenidas a dos personas en ?vila
El hombre, reducido por la polic¨ªa, dijo que quer¨ªa trabajo y un sitio para dormir
El secuestro dur¨® unas siete horas. Un hombre entr¨® hacia las cuatro de la tarde de ayer en el bar San Miguel de la localidad abulense de San Pedro del Arroyo, puso un cuchillo en el cuello a la mujer del propietario y se encerr¨® con ambos en el establecimiento. Al parecer, el secuestrador es un ex polic¨ªa rumano, de nombre Nicolai, que exig¨ªa un empleo y una habitaci¨®n donde poder vivir.
Despu¨¦s de varios intentos de negociaci¨®n, en los que particip¨® tambi¨¦n una int¨¦rprete, poco antes de las once de la noche miembros del Grupo Rural de Seguridad (GRS) de la Guardia Civil irrumpieron en el local, redujeron al secuestrador y liberaron sanos y salvos a los dos rehenes. La operaci¨®n se desarroll¨® a trav¨¦s de la segunda planta del edificio, seg¨²n explic¨® C¨¦sar Mart¨ªn, subdelegado del Gobierno en ?vila.
Nada m¨¢s conocerse el incidente, agentes de la polic¨ªa y de la Guardia Civil se desplazaron hasta el pueblo, de 494 habitantes y situado a 24 kil¨®metros de ?vila, acordonaron la zona y cortaron el tr¨¢fico en la carretera N-501, que une ?vila con Salamanca. Iban acompa?ados por un psic¨®logo.
El individuo hab¨ªa atrancado la puerta del establecimiento con una m¨¢quina tragaperras.
Hacia las 20.30 asom¨® la ventana y grit¨®: "?Dos vidas! ?Puedo matar!".
Con sangre en la frente, una mochila colgada por la parte del pecho y un trozo de espejo con el que controlaba los movimientos en el exterior del bar, el secuestrador mostr¨® en algunos momentos varias fotos de su pasado en Rumania. En las fotograf¨ªas, aparec¨ªa vestido con uniforme militar junto a varios camaradas. El secuestrador pidi¨® al guardia civil y al int¨¦rprete que trataban de persuadirle para que depusiera su actitud que ense?aran el ¨¢lbum a los periodistas llegados al lugar.
En una de sus arengas a la prensa, mientras no dejaba de fumar y beber cerveza, se?al¨®: "No importo a gente, ni a Gobierno, ni puta Zapatero. Soy un puto extranjero que quiere un trabajo y una habitaci¨®n. No quiero dinero. ?Por qu¨¦ no puede vivir en Espa?a un extranjero?".
Atrincherado en el interior del bar, la presencia policial fue creciendo, al igual que la expectaci¨®n de los vecinos, que recordaban la llegada de Nicolai hace un mes y medio a la localidad, y c¨®mo tuvo que dormir en un coche durante semanas hasta que una pareja polaca le acogi¨®.
La ¨²ltima negociaci¨®n se produjo hacia las nueve de la noche, a trav¨¦s de la ¨²nica ventana enrejada del bar que el hombre no hab¨ªa tapado. Hora y media despu¨¦s, se produc¨ªa el asalto.
El subdelegado del Gobierno mostr¨® su reconocimiento a la labor tanto del GRS como de los psic¨®logos de la Unidad T¨¦cnica de la Polic¨ªa Judicial y ha agradecido a la Embajada de Rumania el env¨ªo de dos miembros de la antigua guardia rumana, que se personaron en el lugar de los hechos. Tambi¨¦n destac¨® el trabajo de los negociadores.
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