Sobre los cielos de ?lava pilotando a m¨¢s de 300 por hora
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El cielo est¨¢ como el de Los Simpsons. Nubes blandas y cortadas a l¨ªnea por la base, m¨¢s fruto del calor que de la entrada de un frente fr¨ªo. No llueve sobre Vitoria. En el hangar de Nord Jet, en el aeropuerto de Foronda, Juan Jos¨¦ Azurmendi (San Sebasti¨¢n, 1946) engancha el carro del tren de su avioneta y la arrastra hacia el exterior.
A quien est¨¦ acostumbrado a ver al presidente de la patronal alavesa con la seriedad del traje y hablando de absentismo o de inversiones publicas, la gorra roja calada hasta las orejas puede romperle un poco los esquemas. "Va a ser un paseo magn¨ªfico", asegura.
El responsable del SEA elige un paseo lejos del ras de suelo. Piloto desde hace m¨¢s de 25 a?os, su vida profesional y su tiempo de ocio coinciden en un mismo concepto: la altura. Director general de Omega Elevator, una empresa de ascensores que cuenta con plantas en Espa?a, Inglaterra, Dinamarca, Argelia y Puerto Rico, en sus ratos libres, cuando el tiempo es bueno, arranca las h¨¦lices de su bimotor y se marcha a volar. En alguno de esos vuelos se emociona y se dirige directo a Argelia, hasta Or¨¢n, donde su firma tiene una f¨¢brica. "Una de mis mayores pasiones es la elevaci¨®n", explica, en una especie de s¨ªntesis de su actividad profesional y l¨²dica. El vuelo a Or¨¢n dura unas tres horas y Azurmendi suele ir vestido de piloto. En Argelia, de uniforme se impone m¨¢s respeto.
El presidente de la patronal alavesa se pone a los mandos de su avioneta
Se podr¨ªa pensar que lleg¨® a la aviaci¨®n a trav¨¦s de los ascensores, pero no. "Me enganch¨® el vitoriano Lorenzo Alzola [constructor amateur y presidente de la Asociaci¨®n de Aviaci¨®n Experimental de Espa?a] y me meti¨® el gusanillo en el cuerpo", explica. Aprob¨® el examen de piloto la Nochebuena de 1982 y su vida se qued¨® colgada ya de una h¨¦lice.
Su avioneta es c¨®moda. Asientos de cuero, m¨¢s de 20 relojes movi¨¦ndose a la vez y la radio escupiendo mensajes en clave. "Temperatura 18, viento 230-12 nudos, punto de roc¨ªo 12, QNH [presi¨®n] 1.021. Autorizado despegar pista 04".
Azurmendi ha repetido esta maniobra cientos de veces. Ese momento en el que, tras un golpe de mano a la palanca de gases, empujan de golpe m¨¢s de 400 caballos resulta m¨¢gico. "Vamos a dejar el Aitzgorri a la derecha y vamos al Gorbea, a ver la cruz", dice con total profesionalidad. La vista es magn¨ªfica. En invierno, a veces, las garrangas de hielo que cuelgan de la cruz se tuercen hacia el sur, movidas por el viento que circula en la cumbre.
La Cessna 310 del presidente de la patronal alavesa es blanca y la trajo ¨¦l mismo en vuelo desde Dubl¨ªn. Tiene dos motores que consumen gasolina de 100 octanos, y se pone a 300 km/h sin despeinarse. En un abrir y cerrar de ojos pasa por el salto de Gujuli y, con Llodio a la vista, encara el parque natural de Valdegob¨ªa. Una bandada de buitres se mueve con maestr¨ªa entre los flujos de aire de esa zona monta?osa; poco despu¨¦s, el verde da paso al humo.
Miranda con sus chimeneas aparece justo despu¨¦s del centro log¨ªstico Arasur, anunciando la presencia del Ebro. "Vamos a seguir r¨ªo abajo hasta la bodega del Marqu¨¦s de Riscal", dice Azurmendi. "Desde aqu¨ª arriba, los brillos que produce el titanio de colores de la obra de Gehry son espectaculares", sonr¨ªe.
Tambi¨¦n es espectacular el perfil que dibuja a la izquierda la sierra de Cantabria. Una nube le ha puesto gorra a la cumbre m¨¢s alta. "Con vuelos como este es f¨¢cil quedarse enganchado en las nubes", concluye.
Gu¨ªa para un plan
- Paseo a¨¦reo. Uno de los planes preferidos de Azurmendi es dirigirse hasta el aeropuerto, donde comienza el d¨ªa con un caf¨¦, y despu¨¦s vuela. Cuando baja del avi¨®n sugiere al viajero una ruta gastron¨®mica.
- Pinchos. Tras el paseo, propone recuperar fuerzas con un circuito intenso por el centro de Vitoria con alg¨²n pincho, por ejemplo una tortilla manchada en el Deportivo Alav¨¦s, en la Plaza Nueva. El recorrido sigue por el Baztertxo, tambi¨¦n en la Plaza Nueva, y despu¨¦s en el Tolo?o, en plenos Arquillos.
- Comer. El presidente del SEA diferencia entre el almuerzo de cada d¨ªa, para el que recomienda el Ruta de Europa, en la N-I a la altura de Subijana de ?lava (tlf. 945 361 416), o las ocasiones especiales, para las que propone el Arkupe (Mateo de Moraza, 13; 945 23 00 80) o en Sagartoki (Prado 18, 945 28 86 76).
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