?C¨®mo proteger a los birmanos?
La negativa del Gobierno de Myanmar a permitir el acceso de la ayuda plantea un dilema: ?qu¨¦ actitud debe asumir la comunidad internacional para garantizar el bienestar de los afectados?
Si un puente marino de ayuda respaldado por los militares pudiera salir adelante, ser¨ªa partidario de ¨¦l. Pero no es as¨ª, de modo que habr¨¢ que usar otros medios. Este fin de semana, a no ser que los generales birmanos descubran de pronto en sus almas marchitas alg¨²n resto oculto de decencia humana, se producir¨¢ en el delta del Irrawaddy uno de los acontecimientos m¨¢s grotescos de la historia pol¨ªtica del mundo moderno. Mientras sigue habiendo ni?os muertos que yacen en el barro de las inundaciones tras el cicl¨®n devastador, mientras los supervivientes enferman de diarrea mortal, mientras el r¨¦gimen militar impide a los cooperantes internacionales que lleven los suministros que podr¨ªan salvarles, los ciudadanos birmanos tendr¨¢n que acudir como borregos a unos colegios electorales levantados sobre la marcha para aprobar en plebiscito una Constituci¨®n que pretende evitar que se respeten los resultados de una elecci¨®n democr¨¢tica celebrada hace 18 a?os. Los resultados del refer¨¦ndum se falsear¨¢n, por supuesto, como ya ha ocurrido en otras partes del pa¨ªs: seg¨²n se ha informado, ha dado el s¨ª el 93% de los votantes, con una participaci¨®n de m¨¢s del 99%. En el delta del Irrawaddy no cabe la menor duda de que los muertos ir¨¢n a votar pronto y a menudo.
El r¨¦gimen ha convertido uno de los lugares m¨¢s pr¨®speros del sureste asi¨¢tico en uno de los m¨¢s pobres y oprimidos
Contamos con una causa justa para actuar sin el consentimiento expl¨ªcito de los ileg¨ªtimos gobernantes
Todo esto es obra de una Junta que el a?o pasado aplast¨® brutalmente unas manifestaciones masivas -encabezadas por monjes budistas vestidos con sus t¨²nicas de color rojo y azafr¨¢n- mucho m¨¢s respetuosas del principio de la no violencia que las de T¨ªbet. Es obra de un r¨¦gimen que, durante decenios, ha convertido un lugar que hist¨®ricamente era uno de los m¨¢s pr¨®speros del sureste asi¨¢tico en uno de los m¨¢s pobres y oprimidos. Si alguna vez ha sido necesario un cambio de r¨¦gimen en un pa¨ªs, es en Myanmar.
?Y qu¨¦ debemos hacer nosotros? El ministro franc¨¦s de Exteriores, Bernard Kouchner, ha sido el primero en plantear el debate al invocar el concepto de "responsabilidad de proteger" internacional (RDP) que Naciones Unidas aprob¨®, con reservas, en 2005. Aunque en principio se pens¨® principalmente para otras situaciones (por ejemplo, detener genocidios y limpiezas ¨¦tnicas como los de Ruanda y Bosnia), la RDP es una forma ¨²til de enfocar el debate sobre qu¨¦ podemos hacer por Myanmar, empezando por el hecho de que R quiere decir responsabilidad (de proteger), no derecho (a invadir).
La comisi¨®n internacional auspiciada por Canad¨¢ que elabor¨® el crucial informe sobre la RDP en 2001 hizo hincapi¨¦ en este cambio de perspectiva, que es relativamente nuevo. ?Cu¨¢ndo se pone en marcha la responsabilidad, y cu¨¢l es el umbral que justifica la intervenci¨®n, incluso hasta necesitar el uso de la fuerza? La comisi¨®n puso al d¨ªa varias ideas tradicionales sobre la guerra justa y acab¨® identificando seis criterios: Causa Justa, Intenci¨®n Acertada, ?ltimo Recurso, Medios Proporcionales, Perspectivas Razonables y Autoridad Apropiada. Entre las condiciones que ofrecer¨ªan una Causa Justa para la intervenci¨®n figuran las "cat¨¢strofes naturales o ambientales en las que el Estado afectado no quiera o no pueda hacer frente a la situaci¨®n ni pedir ayuda, y est¨¦ produci¨¦ndose o pueda producirse una p¨¦rdida importante de vidas humanas". Es decir, lo que estamos viendo.
No me cabe ninguna duda de que tenemos la responsabilidad de actuar en este caso y contamos con una Causa Justa para hacerlo sin el consentimiento expl¨ªcito de los ileg¨ªtimos gobernantes de Myanmar, que est¨¢n dejando que muera su gente antes que permitir que entre la ayuda internacional. A diferencia del caso de Irak, creo que incluso George W. Bush tiene la Intenci¨®n Acertada. Supongo que se podr¨ªa decir, al estilo de Noam Chomsky, que Occidente ver¨ªa beneficiados sus intereses si adquiere influencia en un Estado que sirve de colch¨®n entre India y China (y Myanmar tiene petr¨®leo, s¨ª), pero no me parece que ¨¦sa sea la raz¨®n de que haya un buque de Estados Unidos frente al delta, cargado de helic¨®pteros y suministros. ?Medios Proporcionales? S¨ª, arrojar suministros en paraca¨ªdas y crear un puente marino para hacer llegar la ayuda me parecen medidas proporcionales para salvar las vidas de decenas de miles, tal vez cientos de miles, de hombres, mujeres y ni?os inocentes.
En el caso de los otros tres principios, las cosas se complican. Autoridad Apropiada deber¨ªa significar, en una situaci¨®n ideal, una resoluci¨®n del Consejo de Seguridad de la ONU. Kouchner descubri¨® r¨¢pidamente que no la va a haber. Queda, pues, la posibilidad de algo parecido a la legitimaci¨®n de la intervenci¨®n en Kosovo, sucintamente descrita como "ilegal pero leg¨ªtima". Pero, mientras que la acci¨®n en Kosovo cont¨® con el apoyo de la mayor¨ªa de sus vecinos y de las democracias mundiales, en este caso no ser¨ªa as¨ª (empezando por la mayor democracia del mundo, la vecina India).
?ltimo Recurso significa que antes se han probado todos los dem¨¢s m¨¦todos. Es dif¨ªcil hacerlo en esta situaci¨®n porque, mientras probamos, la gente est¨¢ muri¨¦ndose. No obstante, ?podemos decir verdaderamente que hemos agotado todas las dem¨¢s posibilidades? La verdad es que, gracias a visitas como las del secretario general de la ONU y el ministro brit¨¢nico de Exteriores, Mark Malloch Brown, y gracias a algunas presiones (no suficientes) de China y otros vecinos asi¨¢ticos, el r¨¦gimen ha aceptado dejar entrar m¨¢s ayuda bajo la bandera de la Asociaci¨®n de Naciones del Sureste Asi¨¢tico (ASEAN). Hay organizaciones que est¨¢n trabajando en el delta, incluidas algunas brit¨¢nicas como Save the Children y Merlin, con empleados locales. Si mantenemos la puerta entreabierta, somos ingeniosos a la par que persistentes y colaboramos estrechamente con China, India y Tailandia, quiz¨¢ podamos introducir m¨¢s ayuda de los pa¨ªses ricos occidentales bajo un paraguas asi¨¢tico, por as¨ª decir. Tal vez incluso podr¨ªa construirse el puente marino utilizando barcos indios o, por lo menos, barcos de bandera asi¨¢tica, para transportar los suministros desde los buques brit¨¢nicos, estadounidense y franc¨¦s que aguardan. Demasiado poco y demasiado tarde, s¨ª, pero ?cu¨¢l es la alternativa?
?sta es una pregunta que nos lleva a uno de los criterios m¨¢s importantes: Perspectivas Razonables (de ¨¦xito, claro). Pensemos en las consecuencias probables de unos lanzamientos unilaterales en paraca¨ªdas y unos puentes marinos desde los buques, todo ello protegido por los militares. Seg¨²n me han dicho, estas medidas tendr¨ªan escasas posibilidades de introducir lo que se necesita de verdad -servicios sanitarios, agua potable, suministros m¨¦dicos y asistencia, adem¨¢s de tiendas y comida- a quienes m¨¢s lo necesitan, que en muchos casos se encuentran en campamentos lejanos y aislados. Para eso har¨ªan falta transportes ligeros y trabajadores sanitarios y de cooperaci¨®n entrenados sobre el terreno.
Algunos observadores se r¨ªen: "No pensar¨¢s seriamente que las pat¨¦ticas fuerzas del r¨¦gimen intentar¨ªan impedir eso". Pues s¨ª lo pienso, porque ya lo han hecho. Hasta el fin de semana pasado no hab¨ªan permitido m¨¢s que la entrada de tres -?tres!- cooperantes internacionales en el delta. Las ONG que est¨¢n sobre el terreno dicen que temen que una acci¨®n as¨ª provocara la suspensi¨®n inmediata de otras ayudas. La indiferencia de los generales ante la suerte de su propio pueblo s¨®lo es equiparable a su ego¨ªsmo, su cinismo y su falta de contacto con la realidad. ?Podr¨ªan ser tan tontos como para impedirlo? Podr¨ªan.
La protecci¨®n hay que ejercerla con responsabilidad; es decir, con un c¨¢lculo cuidadoso e informado de las consecuencias probables. Mi conclusi¨®n es que debemos utilizar cualquier medio salvo la acci¨®n unilateral (o de una "coalici¨®n de los dispuestos" occidental) respaldada por los militares, que tiene pocas Perspectivas Razonables, no es seguramente el ?ltimo Recurso y no contar¨ªa con la Autoridad Apropiada. Eso no significa que no tengamos que hacer nada. Tenemos la responsabilidad de actuar por todos los dem¨¢s medios razonables, y existen muchas formas de "intervenci¨®n" que no son militares. Para nosotros, los ciudadanos corrientes, una de ellas es asegurarnos de que las organizaciones de ayuda que est¨¢n trabajando all¨ª tengan dinero suficiente.
En cuanto a los generales criminales, que, cre¨¢moslo o no, se consideran buenos budistas, s¨®lo dir¨¦ una cosa: han generado ya tanto mal karma que, si existe justicia en el gran ciclo de las cosas, se reencarnar¨¢n en forma de ratas.
www.timothygartonash.com. Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.