Las FARC confirman la muerte de Tirofijo

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) confirmaron ayer la muerte de su m¨¢ximo dirigente, Pedro Antonio Mar¨ªn, alias Tirofijo, ocurrida el pasado 26 de marzo. Rompiendo con la costumbre de ocultar celosamente las bajas importantes, la guerrilla ratific¨® el anuncio realizado la v¨ªspera por las autoridades colombianas. En un v¨ªdeo difundido por la cadena venezolana Telesur, Rodrigo Londo?o, alias Timochenko, explic¨® que Tirofijo muri¨® de un infarto "en brazos de su compa?era y rodeado de su guardia personal".

El Gobierno alberga ahora m¨¢s esperanzas en una salida negociada

La informaci¨®n que manejan los servicios de inteligencia, sin embargo, es que el veterano guerrillero, de 77 a?os, sucumbi¨® a las heridas causadas por un bombardeo contra su campamento, en las selvas del departamento del Meta. La ofensiva continu¨® durante varios d¨ªas contra los f¨¦rreos anillos de seguridad del jefe de las FARC. Columnas de las fuerzas especiales se han desplegado en la zona para recuperar el cad¨¢ver.

La muerte de Tirofijo corona un marzo negro para el grupo armado que ha asolado Colombia durante m¨¢s de cuatro d¨¦cadas. Apenas 25 d¨ªas antes, Ra¨²l Reyes, el n¨²mero dos, ca¨ªa en un bombardeo contra su campamento ecuatoriano. Y poco despu¨¦s, otro comandante, Iv¨¢n R¨ªos, era asesinado por su jefe de seguridad. En menos de tres semanas, el Secretariado, m¨¢ximo ¨®rgano de las FARC, perd¨ªa a tres de sus siete miembros.

Desaparecidos Tirofijo, el caudillo, y Reyes, el jefe ejecutivo, asediadas por el Ej¨¦rcito y diezmadas por las deserciones, las FARC est¨¢n contra las cuerdas. La propia guerrilla anunciaba ayer el nombre del sucesor: ser¨¢ Alfonso Cano, alias de Guillermo S¨¢enz, considerado el ide¨®logo del grupo. Sin embargo, los expertos dudan de que Cano pueda mantener la cohesi¨®n en un momento de pugnas internas y de dificultades de comunicaci¨®n.

Despu¨¦s de todo, Tirofijo era la figura autocr¨¢tica en una estructura descentralizada desde el punto de vista operativo. "El funcionamiento del Secretariado se parece al del Estado Mayor de las fuerzas militares", explican fuentes de la seguridad colombiana. "Hay un consejo deliberante subordinado a un mando ¨²nico, que era Tirofijo". De hecho, la informaci¨®n contenida en los ordenadores port¨¢tiles incautados a Ra¨²l Reyes rompe con la idea de que el veterano jefe guerrillero se encontraba apartado del mando efectivo. "Tirofijo es mentor y hacedor de la estrategia de las FARC", dice el mismo analista. No se despega un ¨¢pice de su obsesi¨®n por "redimir a las masas" y tomar el poder, y todo lo supedita a ello, incluida la liberaci¨®n de las decenas de secuestrados que la guerrilla mantiene en su poder desde hace una d¨¦cada.

De ah¨ª que, sin triunfalismos, las autoridades colombianas alberguen ahora m¨¢s esperanzas en una salida negociada. "Tirofijo era un obst¨¢culo para cualquier intento de paz", dijo ayer Juan Manuel Santos, ministro de Defensa. "Era un personaje anclado en el pasado, que caus¨® sufrimiento, violencia y muerte", a?adi¨®. El Gobierno ha vuelto a pedir a las FARC que pongan fin "a una lucha infructuosa y demencial" y ha reiterado los llamamientos a la desmovilizaci¨®n.

Desde la llegada de ?lvaro Uribe al poder, en 2002, unos 10.000 guerrilleros han dejado las armas. S¨®lo este a?o van 1.300, muchos de ellos mandos veteranos. La m¨¢s emblem¨¢tica, Nelly ?vila, alias Karina, se entreg¨® hace una semana y asegura que las FARC "est¨¢n resquebrajadas". La Ley de Justicia y Paz, que permiti¨® la desmovilizaci¨®n de los grupos paramilitares en 2006, es ahora el objetivo para muchos combatientes. Y es que la guerrilla tiene todo en contra. Incluida en las listas de organizaciones terroristas por sus cr¨ªmenes de lesa humanidad y denostada por la poblaci¨®n colombiana, su estrategia para reforzarse con el apoyo de Venezuela y Ecuador qued¨® al descubierto con el contenido de los ordenadores de Reyes.

Los expertos vaticinan una fractura del grupo armado, derivada de la transformaci¨®n de la vieja guerrilla marxista en una organizaci¨®n de tintes mafiosos, que controla el 30% de los cultivos de la droga. "Se perfilan tres grupos: los narcotraficantes, los desertores y los que quieren negociar. El ¨¦xito de la estrategia es que el mayor n¨²mero sean los desmovilizados, y que el reducto criminal sea el m¨¢s peque?o posible", asegura a EL PA?S ?scar Naranjo, director de la polic¨ªa.

El Gobierno, no obstante, ha dejado claro que no va a "cantar victoria" y que, al mismo tiempo que "tiende la mano", seguir¨¢n las operaciones militares.