"Ahora, las mujeres piden los cr¨¦ditos para pagar deudas"
Un a?o y medio dando la lata. As¨ª fue como Inger Berggren logr¨® firmar el primer convenio con una entidad bancaria espa?ola para avalar cr¨¦ditos a mujeres emprendedoras. La f¨®rmula naci¨® en Nueva York y estaba extendida por toda Europa, pero a¨²n no hab¨ªa llegado a Espa?a. Esa f¨®rmula se llama Banco Mundial de la Mujer y su representante-fundadora (y ahora presidenta) en Espa?a era una sueca que no sab¨ªa nada de banca. La rendici¨®n de Cajamadrid lleg¨® tras 18 meses de insistencia. "Estamos tan cansados de ti que vamos a firmar ese convenio", le confesaron. Lo celebr¨® en Casa Domingo, el mismo restaurante donde ahora rememora sus inicios y los resultados de 19 a?os de trabajo: m¨¢s de un millar de pr¨¦stamos tramitados; 3.800 empresas nuevas creadas por mujeres.
La instituci¨®n que preside ha ayudado a crear en Espa?a 3.800 empresas
Se r¨ªe de sus atrevimientos. "Me vine a Espa?a sin saber nada de espa?ol y tambi¨¦n fui la representante de Espa?a en la Asociaci¨®n Hispano-Francesa de Cooperaci¨®n Social sin hablar franc¨¦s. He tenido la suerte de encontrar siempre gente dispuesta a ense?arme".
Una vez se prest¨® a asesorar a prisioneros a punto de lograr su libertad. Era la Suecia de Olof Palme, de sindicalismo renovador e hist¨®ricas conquistas sociales logradas por gente como Inger Berggren, sindicalista y socialista hasta la m¨¦dula. El problema es que el primer d¨ªa de clase los presos se amotinaron. Le quitaron las llaves del coche y la encerraron en el cuarto de ba?o dispuestos a huir. "No s¨¦ c¨®mo lo logr¨¦, pero lo hice. Grit¨¢ndoles desde detr¨¢s de la puerta del ba?o les convenc¨ª de que no les merec¨ªa la pena escapar y no lo hicieron. ?Luego supe que entre ellos hab¨ªa un asesino de dos polic¨ªas y un violador m¨²ltiple! Pero les di las clases".
En un congreso europeo conoci¨® al hist¨®rico sindicalista espa?ol de UGT Manuel Garnacho. Por ¨¦l se divorci¨® y se vino a Espa?a con sus dos hijos, donde "afortunadamente" Felipe Gonz¨¢lez hab¨ªa ganado las elecciones.
Viuda desde el a?o 2000, ha optado por seguir en Espa?a con el Banco Mundial de la Mujer (nada que ver, por cierto, con la potente instituci¨®n que preside Robert Zoellick). Durante a?os, miles de espa?olas han logrado su asesoramiento con un escueto equipo de una docena de mujeres. Por ellas ha negociado Berggren los peque?os pr¨¦stamos que necesitaban para crear sus empresas. Ahora, la mitad de las que piden apoyo son inmigrantes. "Las espa?olas montan empresas relacionadas con la belleza; las inmigrantes, con el textil".
Ha compartido una ensalada y se ha decantado enseguida por una dorada a la sal. Luego ha sucumbido a las espa?ol¨ªsimas torrijas de la casa. Con 61 a?os, est¨¢ emprendiendo un nuevo proyecto: la lucha contra el sobreendeudamiento. "El otro d¨ªa vino una mujer que pidi¨® hace tres a?os un cr¨¦dito r¨¢pido de 3.000 euros y por culpa de los retrasos en los pagos ya debe 28.000. ?ste es hoy el problema. Las mujeres ya no nos piden cr¨¦ditos para montar una empresa, sino para pagar sus deudas".
Explica Berggren que en otros pa¨ªses el Estado est¨¢ empezando a afrontar con dinero p¨²blico este problema. Aqu¨ª, esta sueca de hierro seguir¨¢ planteando batalla por su cuenta, si bien con ayuda de todas las entidades p¨²blicas y privadas que se dejen.
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