La muerte de Tirofijo divide a las FARC
La falta de carisma de su sucesor amenaza con provocar un cisma entre partidarios de la lucha armada y negociadores
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se van a romper. ?se es el desenlace que la mayor¨ªa de expertos y pol¨ªticos colombianos auguran para la guerrilla m¨¢s antigua de Am¨¦rica Latina tras la muerte de su fundador y jefe, Pedro Antonio Mar¨ªn, alias Manuel Marulanda o Tirofijo. La desaparici¨®n del l¨ªder carism¨¢tico va a precipitar la descomposici¨®n del grupo armado, cuarteado por la ofensiva militar, los problemas de las comunicaciones y las divisiones internas. En esta situaci¨®n cr¨ªtica, muchos dudan de que el sucesor, Alfonso Cano (alias de Guillermo S¨¢enz), sea capaz de mantener la cohesi¨®n.
Y es que Tirofijo, coinciden todos, era una figura de consenso al que se rend¨ªa reverencia. El siguiente paso tras su desaparici¨®n, pronostica Carlos Gaviria, l¨ªder del opositor Polo Democr¨¢tico (izquierda), es el estallido de las luchas internas. "Ocurre en todas las organizaciones, tanto regulares como irregulares". Gaviria cree que, con Cano, se ha impuesto de momento la l¨ªnea pol¨ªtica sobre la "l¨ªnea guerrera".
Las comunicaciones son cada vez m¨¢s dif¨ªciles entre los distintos frentes
?sa es la divisi¨®n m¨¢s extendida entre los analistas. Para Adam Isaacson, especialista en Colombia del Centro para la Pol¨ªtica Internacional, de Estados Unidos, el escenario m¨¢s probable es una fragmentaci¨®n entre "moderados" y "duros". A la cabeza de estos ¨²ltimos estar¨ªa Jorge Brice?o, alias el Mono Jojoy, mano derecha de Tirofijo y jefe militar de facto. Algunos informes de los servicios de inteligencia dan cuenta de los recelos que la designaci¨®n de Cano ha suscitado entre sus hombres.
"Me resisto a llamar a Cano moderado, porque es un marxista leninista de una rigidez feroz", comenta Rom¨¢n Ortiz, experto en temas de seguridad de la Fundaci¨®n Ideas para la Paz. "Pero es cierto que se le puede imaginar en la vida pol¨ªtica, en el Congreso, cosa que resulta imposible con el Mono Jojoy".
Ortiz cree que, m¨¢s all¨¢ de los desacuerdos entre militaristas y negociadores, las fracturas se ven propiciadas por la propia situaci¨®n de las FARC, cuya estructura en bloques aut¨®nomos se ha convertido en un escollo ahora que las comunicaciones son cada vez m¨¢s dif¨ªciles. "Casi no usan la radio, para no ser localizados. Y las condiciones estrat¨¦gicas de los bloques son muy diferentes, hasta el punto de que ya son fragmentos descolocados. El Bloque Noroccidental, por ejemplo, est¨¢ mucho m¨¢s desgastado militarmente que el Oriental. As¨ª es dif¨ªcil consensuar l¨ªneas pol¨ªticas".
Hay otro elemento decisivo en la descomposici¨®n de la vieja guerrilla: el narcotr¨¢fico, su principal fuente de financiaci¨®n junto a los secuestros. "El narcotr¨¢fico ha contaminado cualquier debate, y los grupos que quieren seguir en el negocio de la droga no est¨¢n interesados en la soluci¨®n pol¨ªtica", afirma el ex presidente Andr¨¦s Pastrana, que sostuvo con las FARC un frustrado proceso de negociaci¨®n.
De nuevo la estructura federalizada de la guerrilla tiene su peso. "Es muy dif¨ªcil mantener la cohesi¨®n cuando las unidades de combate tienen capacidad para autofinanciarse", sostiene Rom¨¢n Ortiz. "En El Salvador, se acab¨® el dinero, se acabaron las armas, se acab¨® la guerra. Aqu¨ª, el Bloque Sur tiene en Nari?o narc¨®ticos, dinero y contratos internacionales para la compra de armas. La direcci¨®n no controla los recursos, y por tanto no controla la organizaci¨®n". Tampoco controla el tesoro m¨¢s preciado de las FARC: los secuestrados, en su mayor¨ªa en poder del Bloque Oriental, del Mono Jojoy.
Las autoridades dan por hecho que, si hay desmovilizaciones, siempre quedar¨¢n reductos criminales dedicados al narcotr¨¢fico, como ha ocurrido con los paramilitares desmovilizados en 2006 (y que se reparten con las FARC el territorio).
S¨ª hay algo, se?ala Ortiz, que puede suscitar el acuerdo entre las facciones: "La necesidad de escalar militarmente. Hay un exceso de confianza peligroso en la clase pol¨ªtica. Si Cano quiere negociar, necesita una posici¨®n m¨¢s fuerte, demostrar que tiene dientes. Si tiene oportunidad, dar¨¢ alg¨²n golpe duro. A¨²n tienen redes urbanas activas".
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