"Se ha ido el dinosaurio"
Nada m¨¢s asumir la presidencia de Colombia, en 1998, Andr¨¦s Pastrana intent¨® sellar la paz con las FARC. Les cedi¨® un territorio desmilitarizado de 42.000 kil¨®metros cuadrados (casi el tama?o de Suiza) y durante tres a?os mantuvo unas negociaciones que no se consumaron. "Mi impresi¨®n es que el sector pol¨ªtico perdi¨® la batalla con el militarista", dice v¨ªa telef¨®nica, desde Colombia. "Por eso creo que la llegada de un ide¨®logo como Alfonso Cano al frente del Secretariado es importante, porque se abren posibilidades de di¨¢logo".
Pastrana defiende a capa y espada sus esfuerzos negociadores y rechaza que la zona de distensi¨®n sirviera para que las FARC se fortalecieran. "Yo a Marulanda le tend¨ª la mano de la paz, pero tambi¨¦n la de la guerra. Desde el primer d¨ªa de mi Gobierno empezamos a trabajar en el Plan Colombia, que consist¨ªa en el fortalecimiento militar y el trabajo social. Y en el momento en que tuvimos las pruebas de que las FARC hac¨ªan mal uso de la zona de distensi¨®n, el Ej¨¦rcito retom¨® el control en 48 horas. ?lvaro Uribe ha continuado con la pol¨ªtica que iniciamos nosotros".
Adem¨¢s de unas Fuerzas Armadas mejor dotadas, Pastrana logr¨® la inclusi¨®n de las FARC en las listas de organizaciones terroristas internacionales.
"Hasta entonces nos hab¨ªamos centrado en la derrota militar de las FARC, y hab¨ªamos olvidado la derrota pol¨ªtica. A las FARC se les recib¨ªa en los parlamentos de Europa, se les miraba como un Robin Hood. Hicimos ver al mundo que en Colombia no hab¨ªa una guerra civil, sino una guerra contra la sociedad civil".
En los a?os de la negociaci¨®n, el presidente se reuni¨® tres veces con el jefe de la guerrilla. "Frente a la imagen de campesino poco curtido que ofrec¨ªa, Marulanda era un gran pol¨ªtico. Era el s¨ªmbolo, y manten¨ªa la cohesi¨®n del grupo. Era el que hablaba, el que dirig¨ªa. Ninguno de sus hombres interven¨ªa sin que ¨¦l diera la palabra. Se ha ido el dinosaurio. El guerrillero m¨¢s viejo del mundo. Lo que no sabemos es si Alfonso Cano tiene el suficiente liderazgo".
Las discusiones sobre la agenda de di¨¢logo dejaron poco espacio para hablar de otras cosas a los dos hombres. Pero el ex presidente recuerda la obsesi¨®n del viejo combatiente por regresar a su "pedazo de tierra en Marquetalia". "Me tienen que devolver mi finca, me dec¨ªa. Me parec¨ªa llamativo que un guerrillero que predicaba el marxismo leninismo tuviera ese
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