Muere Sydney Pollack, cineasta comprometido

El director, guionista, productor y actor Sydney Pollack ha fallecido en Los ?ngeles a los 73 a?os, v¨ªctima de un c¨¢ncer. Fue un cineasta comprometido, valioso y coherente. Dec¨ªa que hubiese preferido trabajar en Europa donde sus pel¨ªculas se entend¨ªan sin necesidad de subterfugios, como por ejemplo, Tal como ¨¦ramos (1973), en la que alrededor de una historia de amor se hablaba del desencanto de una generaci¨®n castigada por la represi¨®n pol¨ªtica, la caza de brujas del senador McCarthy, en este caso. "Muchos norteamericanos s¨®lo la entendieron como una historia de amor, ignoraban incluso qui¨¦n hab¨ªa sido McCarthy", comentaba Pollack, "mientras que en Europa se entendi¨® como la cr¨®nica pol¨ªtica que en realidad era".

Hubiese preferido trabajar en Europa, donde su obra era mejor comprendida

Argumentaba Pollack que "los productores de Hollywood necesitan que las pel¨ªculas sean aceptadas por p¨²blicos diversos y que por lo tanto hay que realizarlas para gustos muy distintos, ocultando incluso las intenciones". As¨ª ocurri¨® con su primera pel¨ªcula importante, Propiedad condenada (1966), en la que el personaje interpretado por Robert Redford, "un desertor de la Historia", seg¨²n el director, encargado por una compa?¨ªa de ferrocarriles de expulsar a unos obreros en plena ¨¦poca de la Depresi¨®n, acababa envuelto en una historia de amor con Nathalie Wood.

Algunas pel¨ªculas de Sydney Pollack han marcado ¨¦poca. Danzad, danzad, malditos (1969), nominada al Oscar al mejor director, estaba igualmente ambientada en la ¨¦poca de la Depresi¨®n y en sus deprimentes concursos de resistencia en el baile que divert¨ªan a otros muertos de hambre. A Pollack le interesaban los personajes que sufren la Historia m¨¢s que la de quienes la dirigen, y as¨ª, Los tres d¨ªas del c¨®ndor (1975), de nuevo con Robert Redford, hablaba de las angustias de un colaborador de la CIA que destapa informes reveladores de actuaciones oscuras de la agencia al tiempo que ve c¨®mo son asesinados algunos de sus amigos, o La tapadera (1993), en la que el ambicioso abogado interpretado por Tom Cruise descubre maneras irregulares en la empresa para la que trabaja por lo que se ve envuelto en situaciones peligrosas, o Ausencia de malicia (1981), en la que el mafioso Paul Newman se enfrenta a una periodista manipuladora que pretende sacarle verdades publicando mentiras. "Pocas cosas desvelan tanto la verdad como las mentiras", dec¨ªa Pollack, que llev¨® ese mismo af¨¢n de denuncia social a las pel¨ªculas que produjo, unas cincuenta, entre ellas, Michael Clayton (Tony Gilroy, 2007), historia del abogado fiel George Clooney, que lava los trapos sucios del bufete en que est¨¢ empleado sin hacer preguntas inc¨®modas. Historias de secretos oficiales que Pollack llev¨® de nuevo al cine en La int¨¦rprete (2005), con Nicole Kidman, o Caprichos del destino (2006), con Harrison Ford, aunque ya sin la altura art¨ªstica de las precedentes.

Formado como cineasta en la televisi¨®n, Pollack supo utilizar un lenguaje directo y popular con el que alcanz¨® notables ¨¦xitos de taquilla. Al margen de las citadas destacan Las aventuras de Jeremiah Johnson (1972) y Memorias de ?frica (1985) -premiada ¨¦sta con el Oscar al mejor director-, interpretadas ambas por Robert Redford, cuentos morales sobre la independencia y el compromiso, a las que hay que a?adir la ir¨®nica Tootsie (1982), en la que un travestido Dustin Hoffman parodia las series de televisi¨®n y acaba luchando por los derechos de las mujeres.

Adem¨¢s de guionista, director y productor, Sydney Pollack, que hab¨ªa comenzado su carrera como actor, intervino en numerosas pel¨ªculas. Era un hombre afable y en ocasiones muy latino en sus expresiones. Maridos y mujeres, de Woody Allen, o Eyes wide shut, de Stanley Kubrick, quiz¨¢s sean las m¨¢s conocidas entre las que particip¨® como actor, pero era f¨¢cil descubrirle en sus propias obras en personajes secundarios. La ¨²ltima vez que se coloc¨® ante la c¨¢mara fue en el documental Sketches sobre Frank Gehry (2006), donde realizaba una larga entrevista a su amigo, el famoso arquitecto. Pollack era uno de los ¨²ltimos directores de Hollywood comprometidos con su realidad. Tras su desaparici¨®n, y las de Martin Ritt y Robert Altman, deja un gran vac¨ªo.