Jazz en busca de respuesta
Lecci¨®n magistral de Michel Camilo en Ourense ante el Festival Primavera
El mito viviente del jazz latino, Michel Camilo, se planta en el escenario del auditorio del Conservatorio orensano y ante 300 expectantes m¨²sicos, en su mayor¨ªa pianistas, espeta: "Lo m¨¢s importante para tocar bien el piano es respirar". Camilo viene a Ourense a participar en el festival Primavera de jazz que el Caf¨¦ Latino de la ciudad organiza desde hace 15 a?os. "Es el ¨²nico club de Espa?a en el que act¨²o y uno de los tres del mundo en que lo hago", comenta el m¨²sico dominicano con esa pulcritud de pausas caribe?as. "La oxigenaci¨®n de los m¨²sculos es fundamental para lograr un buen sonido: el que no respira bien, no tocar¨¢ nunca bien", dice.
La figura del jazz latino viene con frecuencia a Ourense "por amistad con Eduardo" Rodr¨ªguez, el promotor del festival y due?o del Caf¨¦ Latino. Y en esta ocasi¨®n ofrece una clase magistral en el Conservatorio previa a la actuaci¨®n de la noche en el caf¨¦. Su lecci¨®n es pura t¨¦cnica. "Hay que respirar como los l¨ªricos, no con los hombros", adoctrina a los profesionales y se explica: "Cuanto m¨¢s r¨¢pido toco, m¨¢s lento es mi pulso y as¨ª la adrenalina no se apodera del oficio, todo fluye, todo est¨¢ todo el tiempo relajado".
Ha practicado diez horas diarias tocando a Chopin, Rachmaninov...
Las teclas del piano "no se tocan s¨®lo hacia abajo, tambi¨¦n hacia arriba"
Camilo lleva ya una d¨¦cada repartiendo sus clases magistrales por el mundo. Es profesor adjunto de la Academia de Boston y ha hecho recientemente una gira de clases magistrales por Espa?a contratado por la Sociedad General de Autores (SGAE). Y cuando se le pregunta si disfruta m¨¢s con ello o con los conciertos, responde como un rayo: "Me encantan estas clases porque son un constante aprendizaje: contestar a las preguntas me fuerza a buscar respuestas".
Ayer, en Ourense, el m¨²sico fue recibido en el escenario con una ovaci¨®n de calibre. Se plant¨® con un piano a mano y larg¨® su clase t¨¦cnica espoleando primero al personal para que se lanzara al juego de las preguntas. "Yo he sentado as¨ª mis cimientos: compartiendo historias; cada oportunidad que he tenido he preguntado a los grandes, incluso por la forma de hacer de otros grandes", se confes¨® primero. Y despu¨¦s, una revelaci¨®n: "Cuando pregunt¨¦ con qu¨¦ practicaba Charlie Parker me enter¨¦ de que practicaba con Mozart: ?no se puede negar la tradici¨®n!".
El concepto de la t¨¦cnica que intent¨® inculcar al auditorio es fundamental en su formaci¨®n. Durante cinco a?os ha practicado diez horas diarias tocando a Chopin, Rachmaninov... "y con intervalos de descanso de 10 minutos cada hora: s¨®lo as¨ª se logra la conexi¨®n espiritual". Esta base cl¨¢sica en su formaci¨®n forma parte ya de su filosof¨ªa de la m¨²sica.
Pero ayer, el dominicano afincado en Estados Unidos no s¨®lo filosof¨®. Tambi¨¦n dio clases pr¨¢cticas sobre la autonom¨ªa de la mano explicando a los asistentes c¨®mo trabajar la posici¨®n del arco, "que es en donde est¨¢ el secreto de un buen pianista".
Y despu¨¦s de la teor¨ªa de la perfecta respiraci¨®n y del fluir de la m¨²sica sin el dique de la adrenalina, les aleccion¨® sobre algo de aparente simpleza: c¨®mo pulsar las teclas.
"No se tocan s¨®lo hacia abajo; tambi¨¦n hacia arriba" y apenas las impulsa ¨¦l hacia afuera, destapa la esencia del sonido que emana del piano como el aroma del caf¨¦ humeante. Despu¨¦s, las pellizca hacia abajo y las notas se estrellan contra s¨ª mismas, en un sonido opaco.
"Me atrae el riesgo, los imprevistos, la m¨²sica que te viene retando tu naturaleza m¨¢s ¨ªntima", explica minutos antes de dar la lecci¨®n magistral y tras reconocer que conoce poco de la m¨²sica gallega aunque le "encanta descubrir".
Apenas llegado a Ourense, Camilo acaba de saber que su gran amigo Eddie Palmieri se ha ca¨ªdo del cartel "por un problema de coincidencia de fechas". "Es una l¨¢stima, porque ten¨ªa la ilusi¨®n de tocar con ¨¦l; hemos compartido mucho". Lo har¨¢ solo, con un piano de nueve pies expresamente tra¨ªdo desde San Sebasti¨¢n para la ocasi¨®n. "?ste lo tocar¨¦ por primera vez en un club: esto s¨®lo suelo hacerlo en los grandes conciertos".
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