La pirater¨ªa acaba con la aventura del cine de Bollywood en el Mald¨¤

Un a?o y tres meses despu¨¦s de que el barcelon¨¦s cine Mald¨¤ reabriera sus puertas reconvertido en una sala consagrada al cine de Bollywood, Shankar Kishnani, el empresario indio que puso en marcha el proyecto, se ha visto obligado a olvidarse por un tiempo de los filmes musicales ante la competencia de la pirater¨ªa. Afincado en Barcelona desde 1984, Kishnani hab¨ªa invertido 600.000 euros en reformar la vieja sala, convencido de que una buena parte de los inmigrantes indios y paquistan¨ªes que hasta entonces buscaban las pel¨ªculas en los videoclubes acudir¨ªan a ver las producciones que importaba de Mumbai (Bombay). Pero no midi¨® bien la difusi¨®n de las copias ilegales. "Las pel¨ªculas se estrenan el jueves en algunos pa¨ªses asi¨¢ticos y el lunes ya circulan los DVD pirata por las calles de Barcelona a 1,50 euros. Perd¨ªa dinero cada mes", explic¨® ayer impotente. Aun as¨ª, la sala no echar¨¢ el cierre, porque a partir de esta semana la productora Sagrera Audiovisual llevar¨¢ la programaci¨®n tras llegar a un acuerdo con el empresario. Cambio de registro total: ahora ser¨¢n selectas joyas del cine. Hoy se estrena Aleksandra, de Aleksandr Sokurov.

"El filme se estrena el jueves en Asia y el lunes ya se vende aqu¨ª a 1,50 euros"

La nueva f¨®rmula de la productora consiste en ofrecer pel¨ªculas de calidad, sobre todo europeas, que han recorrido con ¨¦xito los principales festivales de cine, pero que apenas tienen difusi¨®n en Espa?a debido al aluvi¨®n de cintas comerciales que se estrenan todos los viernes. Y no s¨®lo eso, sino que se buscar¨¢ "dejarlas respirar" en la cartelera durante varias semanas para que funcione el boca-oreja, como explica Ramon Colom, director de Sagrera Audiovisual. Con esa idea, ¨²nicamente se programar¨¢n 15 estrenos a lo largo del a?o.

El resto de la oferta ser¨¢ variada. Este mes ya hay previsto proyectar V¨¦rtigo, por ejemplo, para conmemorar el centenario del nacimiento de James Stewart, y Apuntes de Frank Gehry, en homenaje al desaparecido Sydney Pollack. Tambi¨¦n habr¨¢ debates sobre la filmograf¨ªa de Sokurov, jornadas dedicadas al cine musical y la propuesta Perqu¨¨ no vens a veure'ns?, que permitir¨¢ a los espectadores presentar sus propias producciones. Al Mald¨¤, rebautizado ahora como Mald¨¤ Arts F¨°rum, llegar¨¢n pr¨®ximamente La vida en rojo, Hotel very welcome, Romanzo criminale y Los ojos de Ariadna, entre otras. "Nuestro objetivo es que pel¨ªculas como por ejemplo El cant dels ocells, de Albert Serra, encuentren una sala y puedan verse con normalidad", se?ala Colom.

Kishnani no renuncia a programar en el futuro alg¨²n ¨¦xito de Bollywood, pero ahora se toma un descanso. "Ten¨ªa que estar viajando constantemente a Londres o a Mumbai para negociar las pel¨ªculas, que me costaban 15.000 euros. Un viernes de gran estreno pasaban por el cine 300 personas, pero un d¨ªa entre semana, apenas 20", explica este empresario dedicado a la hosteler¨ªa, que lleg¨® a programar bailes previos a la sesi¨®n para atraer al p¨²blico.