Planeta Marte
Mensaje urgente al robot Phoenix. Marte.
?Me copias, Phen, me copias? ?Alto y claro? Necesitaba dec¨ªrtelo, para que no se te suban los humos: ayer yo tambi¨¦n estuve en Marte. No me tir¨¦ 10 meses, como t¨², sino apenas 15 minutos en moto desde la plaza de Espanya hasta el hotel Hesperia. Era la primera vez que sub¨ªa al platillo volante del restaurante Evo, donde ejerce un famoso chef catal¨¢n, espa?ol y universal, por este orden, Santi Santamar¨ªa, que en su gira de presentaciones de su explosivo libro La cocina al desnudo (Temas de Hoy) ofrec¨ªa el recital en catal¨¢n. ?Que no sabes de qu¨¦ te hablo? Claro, t¨² ya deb¨ªas de estar fuera. Te resumo: ha acusado a sus colegas, principalmente a Ferran Adri¨¤ -a ese s¨ª le recuerdas, ?eh, pill¨ªn?, ?ah, aquellos atardeceres en cala Montjoi...!-, de utilizar en sus platos ciertos aditivos qu¨ªmicos perjudiciales para la salud -?con lo que a ti te gustan!-, olvidando el produit du terroir, los alimentos frescos del mercado (?puaj!, dir¨¢s t¨²).
As¨ª que me sub¨ª al Evo, y aquello fue amartizante. El nombre del establecimiento, en primer lugar. Evo remite en la Tierra a dos conceptos: a evoluci¨®n, cosa que te parecer¨¢ la mar de bien, y a Evo Morales, el presidente boliviano de los su¨¦teres a rayas, y eso ya te debe de dejar m¨¢s perplejo. Tengo que decirte, sin embargo, que el ying y el yang resultan fundamentales para entender este sitio y el recital que all¨ª se dio. El hotel tiene ese aire tan norteamericano de derroche de lujo en medio de la nada que produce una rara melancol¨ªa, acrecentada sin duda cuando constatas que a unos metros queda el hospital de Bellvitge y justo enfrente, el Hospital Oncol¨®gico y los Servicios Funerarios de L'Hospitalet (un d¨ªa de estos recu¨¦rdame que te explique qu¨¦ es la melancol¨ªa).
Procedo por entradas horarias para abreviar.
14.00 horas. El chef est¨¢ departiendo con unos inversores americanos, interesados en promover vino del Priorat. "Claro que s¨ª, hay que invertir en Catalu?a y en Espa?a, aunque al parecer a m¨ª ahora me consideran el enemigo de la cocina espa?ola", les dice.
14.23 horas. El cocinero agarra el micro.
15.17 horas. El cocinero suelta el micro. En medio ha dicho cosas que a m¨ª me han sonado a marciano, pero que t¨², estando all¨ª, quiz¨¢ entiendas. Cosas como una portada de no s¨¦ qu¨¦ diario, de un lobby de comunicaci¨®n movido por oscuros intereses -cita dos nombres, te los pongo en clave: **** y ****: ?te suenan de algo?-, de campa?a de insultos y descalificaciones, de gentes que hace bandera de utilizar aditivos -¨¦l se est¨¢ quitando de eso, aunque alguno de sus platos todav¨ªa los lleva- y hasta de Lerroux. El ying. En la zona yang menta sus or¨ªgenes payeses y advierte que la ley est¨¢ para cumplirla, y la normas de higiene, pues tambi¨¦n. Por lo dem¨¢s, no se corta ni un pelo a la hora de re?ir a los periodistas -me recuerda a... ?**** tal vez? Ja, ja, ja. Exige que sean m¨¢s informativos, menos escandalosos y que no se dejen intoxicar por equipos de comunicaci¨®n y tanto menos por cocineros desaprensivos. A una chica que le pregunta, le responde que est¨¢ muy mal informada.
15.36 horas. Aparecen los primeros elementos s¨®lidos comestibles: snacks, de guacamole, mojama y br¨®coli, regados por un chardonnay cuv¨¦e Santamar¨ªa-Finca Montagut, 2005. Los inversores americanos est¨¢n l¨ªvidos.
15.50 horas. Tras el vellut de p¨¨sols del Maresme y cap i gamba, primeras deserciones. Se pierden los rogers rostits amb salsa de civet i perles del Jap¨®, una pasada. Los inversores ya tienen mejor color.
17.05 horas. Llega el jarret de vedella. Tinto cuv¨¦e Santamar¨ªa-Finca Pant¨¤, 2004.
17.24 horas. Plateau de quesos excelente: oveja del Pallars, vaca de Sort y cabra curada de Vilassar de Dalt. Los inversores hacen la ola.
17.59 horas. Caf¨¦.
18.03 horas. Salgo pitando para escribirte este mensaje. Yo creo que incluso a ti te habr¨ªa gustado. ?Pero no hab¨ªamos ido para hablar del libro? En Marte pasan cosas raras, t¨² lo sabes mejor que nadie.
Abrazos.
Computador Hall
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