Tres siempre son multitud
Ma?ana por 9,95 euros, con EL PA?S, 'Jules et Jim', de Truffaut
Si hay un m¨¦nage ¨¤ trois cinematogr¨¢fico es sin duda el de la pel¨ªcula Jules et Jim de Fran?ois Truffaut, el autor de la nouvelle vague que probablemente mejor ha resistido el paso del tiempo, y siempre mejor que Mayo del 68, t¨²mulo funerario y callejero de una generaci¨®n y un presunto estilo de vida.
La pel¨ªcula, de 1961, es un paneg¨ªrico de l¨ªricas aspiraciones a la libertad en el amor, entendiendo este ¨²ltimo como un ¨®mnibus de los sentimientos atr¨¢-palo-todo en el que cabe la amistad m¨¢s que fraternal, la amistad-amor plat¨®nico, el amor m¨¢gico-sexual, y la capacidad que tiene o debiera tener el ser humano para combinar todas esas posibilidades sin limitaci¨®n alguna. Pero como remate llega la amarga decepci¨®n de la derrota, porque nada de ello es plenamente realizable o duradero y de la misma forma que dos pa¨ªses hermanos en la cultura y adversarios en la geopol¨ªtica, que encarnan Jules (Alemania, Oskar Werner) y Jim (Francia, Henri Serres), han de ir a la guerra en trincheras opuestas. Finalmente, entre ellos m¨¢s que junto a ellos, una presencia turbadora, fotografiada como a trav¨¦s de un pa?uelo trasl¨²cido, la que hace a la vez inevitable e imposible la culminaci¨®n de la aventura, Jean Moreau, en un gran papel que ya es hist¨®rico.
La pel¨ªcula es un canto a la libertad an¨¢rquica en el amor
Si muchas de las supuestas obras maestras de la nouvelle vague como Hiroshima, mon amour de Resnais o casi todas las de Godard, han envejecido de v¨¦rtigo, esta cinta y Los 400 golpes -disparatado t¨ªtulo que no quiere decir nada en espa?ol- ambas del, por otra parte tambi¨¦n irregular, Truffaut, merecen estar almacenadas entre el celuloide que hay que preservar para siglos venideros de la Library of Congress de Estados Unidos; o, por lo menos, para que puedan seguir vi¨¦ndola los europeos que nacieron no m¨¢s tarde del fin de la II Guerra Mundial.
Dos j¨®venes bohemios se conocen en Montparnasse en 1907; son dos almas gemelas que ven el mundo m¨¢s a trav¨¦s de dos ojos -los de cualquiera de ellos- que de cuatro. Conocen a Catherine (la Moreau) se enamoran ambos de ella; la joven caprichosa en su libertad, epic¨²rea en sus gustos, se desposa con Jules y la Gran Guerra en 1914 separa al tr¨ªo. En la posguerra se re¨²nen de nuevo, Catherine se hace primero amante y luego esposa de Jim, y se resuelven a vivir los tres como una especie de tr¨ªo de hecho. Pero nada funciona demasiado tiempo; aquellos primeros a?os de Par¨ªs son irrepetibles y su ruptura con la moral convencional acaba por ser insostenible no porque la sociedad se lo impida, puesto que la sociedad tiene mejores cosas que hacer que ocuparse de ellos, sino porque es el propio tr¨ªo el que resulta escaleno, de lados irregulares, y la explosi¨®n final no deja la trinca reducida a pareja, sino m¨¢s desoladoramente a uno solo de sus componentes.
El drama es que su tiempo resulta m¨¢s indiferente que estrecho de miras y son ellos mismos los que no saben administrar una libertad que parec¨ªa confeti un mes de mayo de hace 40 a?os.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.