El tabaquismo crece entre los menores a pesar de la legislaci¨®n y las campa?as

Programas formativos, campa?as sanitarias, actividades preventivas, grupos de deshabituaci¨®n, planes integrales, unidades de apoyo, convenios con centros educativos, portales web espec¨ªficos, tel¨¦fonos de atenci¨®n 24 horas, anuncios por tierra, mar y aire... Nunca los adolescentes tuvieron a mano m¨¢s informaci¨®n sobre los perjuicios del tabaco. Y sin embargo, las cifras de j¨®venes fumadores no paran de crecer en Andaluc¨ªa. Concretamente un 12% entre 2003 y 2006, ¨²ltimo a?o de que se disponen datos, seg¨²n inform¨® ayer la consejera de Salud de la Junta, Mar¨ªa Jes¨²s Montero. En 2003, un 47,7% de los menores de 17 a?os fumaba, ya fuera a diario o espor¨¢dicamente. Ese porcentaje creci¨® en 2006 hasta el 59,9%.

S¨®lo el 10% de los bares peque?os se han declarado libres de humo

Sin embargo, la Consejer¨ªa no ceja en su empe?o de que los adolescentes se aparten del h¨¢bito. Con motivo del D¨ªa Mundial sin Tabaco -que se celebra hoy con el lema "Juventud libre de tabaco"- Montero expres¨® su deseo de revisar la ley antitabaco para lograr que los bares y locales de ocio de menos de 100 metros cuadrados est¨¦n libres de humo. La ley, que entr¨® en vigor el 1 de enero de 2006, obligaba a los establecimientos de m¨¢s de 100 metros cuadrados bien a prohibir el tabaco bien a habilitar una zona separada para los fumadores, y dejaba a los de menos de esa superficie la opci¨®n de permitir fumar o declararse libres de humo.

En la actualidad, seg¨²n Montero, s¨®lo el 10% de los locales peque?os ha optado por prohibir el tabaco, de acuerdo a la legislaci¨®n estatal cuya vigilancia corresponde a las comunidades aut¨®nomas. Por ello, Salud se plantea dos l¨ªneas. La primera, m¨¢s radical, consiste directamente en prohibir fumar en los bares. La segunda, m¨¢s gradual, pasa por "incentivarlos para que se declaren libres de humo". Esto podr¨ªa conseguirse, seg¨²n Montero, promocionando estos locales sin tabaco en gu¨ªas tur¨ªsticas de la Junta o municipales.

Para la consejera, lo ideal es que esta segunda iniciativa fuese nacional. "No tendr¨ªa mucho sentido si no lleg¨¢ramos a un acuerdo general". Vistas las trabas que han puesto varias comunidades, como Madrid, Valencia, Baleares o La Rioja a la aplicaci¨®n de la ley, el acuerdo parece complicado. Montero tambi¨¦n explic¨® que los peque?os hosteleros no se acogen voluntariamente a la ley porque consideran una "competencia desleal" que los establecimientos grandes puedan acoger a fumadores.

En lo que va de a?o se han realizado 4.507 inspecciones en establecimientos de hosteler¨ªa. En una primera visita s¨®lo el 61% de los visitados cumpl¨ªa con la normativa. La Junta ha recibido 305 propuestas de sanci¨®n. Montero record¨® que los municipios tienen competencia para imponer sanciones por debajo de 15.025 euros, pero afirmo que el comportamiento de los Ayuntamientos ante la ley antitabaco es "desigual".

Con respecto a los j¨®venes, el 28% de los adolescentes de entre 13 y 14 a?os ha probado alguna vez el tabaco, mientras que el 18% de las chicas y e el 11% de los chicos de entre 15 y 16 a?os afirma fumar a diario. Montero se mostr¨® convencida de que si se logra "retrasar la edad de inicio" en el h¨¢bito tab¨¢quico, Est¨® tendr¨¢ un efecto positivo en el resto de las generaciones. "Sometemos a los adolescentes a una presi¨®n social que no es buena", afirm¨® Montero, que a?adi¨® que los j¨®venes asimilan como propios "los iconos adultos y la publicidad donde los personajes consumen tabaco". La publicidad del tabaco se prohibi¨® en Espa?a en enero de 2006, al entrar en vigor la ley antitabaco.

Seg¨²n la Consejer¨ªa, un total de 940 j¨®venes han tomado ya parte de los grupos de deshabituaci¨®n t¨¢baquica con adolescentes. Uno de los objetivos del Plan Integral de Tabaquismo de Andaluc¨ªa 2005-2010 busca conseguir centros educativos libres de humo. Adem¨¢s, la regi¨®n cuenta con 34 unidades de apoyo sanitario para la atenci¨®n del tabaquismo. A lo largo de 2007, un total de 390.000 andaluces fueron sometidos a tratamiento para dejar de fumar.