Noticia de ¨²ltima hora
Hab¨ªa escuchado en la radio del coche informaciones fragmentarias sobre las consecuencias del cicl¨®n Nargis en Birmania y las cifras eran devastadoras. Al llegar a casa puse el Telenot¨ªcies de las 21.00 horas de TV-3 y, en efecto, la presentadora anunci¨® una noticia de ¨²ltima hora justo al iniciarse el informativo. Era evidente, me dije, que esta noticia reciente ten¨ªa que estar relacionada con lo ocurrido en Birmania. Pero fall¨¦.
Con voz solemne, de primicia, la presentadora traslad¨® a los ciudadanos de Catalu?a la noticia de ¨²ltima hora que cualquiera de ustedes puede verificar acudiendo a los archivos y comprobando c¨®mo empez¨® el Telenot¨ªcies del d¨ªa 5 de mayo de 2008: TV-3, en un alarde investigador, estaba en condiciones de informar de que la comisi¨®n deportiva del F¨²tbol Club Barcelona propondr¨ªa en la pr¨®xima reuni¨®n de la junta el nombramiento de Josep Guardiola como nuevo entrenador del equipo.
Resaltar la noticia del nuevo entrenador del Bar?a por encima de la del cicl¨®n birmano es un servicio patri¨®tico
Naturalmente, tras esta bomba informativa de alcance universal, la presentadora entr¨® en detalles, desmenuzando para el espectador el desarrollo de los hechos, algunas de sus causas y las posibles previsiones. S¨®lo despu¨¦s de un pormenorizado an¨¢lisis se dio paso a otras noticias del d¨ªa y entonces el otro presentador cont¨® lo de la cat¨¢strofe de Birmania y lo de sus muertos, que provisionalmente oscilaban entre 10.000 y 15.000 (ahora sabemos que quiz¨¢ han llegado a 200.000).
No est¨¢ mal como lecci¨®n de periodismo para explicar en el futuro lo que no debe ser: lo que no debe ser la informaci¨®n, lo que no debe ser la ¨¦tica period¨ªstica, lo que no debe ser una televisi¨®n p¨²blica. No est¨¢ mal tampoco como lecci¨®n pol¨ªtica para un pa¨ªs que consiente, y tal vez incluso aprueba, este tipo de actuaciones con el dinero del contribuyente.
Ahora bien, volviendo a este caso concreto, ?qu¨¦ factores tienen que reunirse para que el responsable del Telenot¨ªcies d¨¦ la prioridad a una informaci¨®n nimia y ponga en lugar secundario a la tragedia birmana que en el momento de emitir el programa est¨¢ conmoviendo al mundo? Como no creo que sea una falta de respeto a los damnificados ni una pura insensibilidad ante el dolor, tengo que deducir que la explicaci¨®n va por otro lado.
Seguramente, de entrada, el director del Telenot¨ªcies ignora que la elecci¨®n de un entrenador de f¨²tbol es una noticia intrascendente no s¨®lo en relaci¨®n con el desastre de Birmania, sino tambi¨¦n en comparaci¨®n con la mayor¨ªa de las informaciones que ha generado el d¨ªa. Y lo ignora porque ¨¦l est¨¢ acostumbrado a una atm¨®sfera en la que se respira lo contrario. En TV-3 el f¨²tbol y singularmente el FC Barcelona son sagrados tanto desde el punto de vista del negocio como del supuesto patriotismo. Y el director del Telenot¨ªcies, o quienquiera que mande, acata esta sacralidad.
Claro que el caso del FC Barcelona va m¨¢s all¨¢ y afecta patol¨®gicamente a la entera sociedad catalana, convencida de que un equipo de f¨²tbol es un ej¨¦rcito simb¨®lico que gana o pierde batallas reales. A¨²n recuerdo como, a la ma?ana siguiente de la victoria del Bar?a en la final de la Copa de Europa celebrada en Par¨ªs, un influyente periodista escribi¨® que la decadencia y la tristeza de Francia quedaron en evidencia porque muchos parisienses desconoc¨ªan la celebraci¨®n del encuentro. ?Par¨ªs hab¨ªa dejado de ser una gran ciudad!, diagnosticaba en el colmo del provincianismo. Reconozco que no soporto la enfermedad futbol¨ªstica de nuestra sociedad por m¨¢s que me gusten los buenos partidos de f¨²tbol y desde ni?o haya deseado el triunfo del Bar?a.
Sin embargo, para que pudiera producirse aquella noticia de ¨²ltima hora no basta la patolog¨ªa recurrente del f¨²tbol. El encargado del Telenot¨ªcies pensaba, probablemente, que se estaba apuntando un tanto al ofrecer una informaci¨®n local frente a una de alcance general, siguiendo as¨ª la pauta de una televisi¨®n, la suya, que apuesta por la corta distancia.
Y esta es una de las paradojas m¨¢s sangrantes de TV-3. Por un lado, oficialmente, aspira a ser la televisi¨®n de un pa¨ªs normalizado, volcado hacia el mundo sin complejos; por otro, no obstante, en lugar de comportarse de acuerdo con esta normalidad, se inclina permanentemente por una visi¨®n localista y empobrecida del escenario que le rodea. La televisi¨®n p¨²blica catalana, con calidad en algunas de sus vertientes, desde la perspectiva informativa est¨¢ sometida a una abrumadora presi¨®n endog¨¢mica que no deja de proyectar sobre los espectadores.
Aunque tampoco de eso es plenamente responsable la televisi¨®n p¨²blica, y mucho menos el director del Telenot¨ªcies: ¨¦ste, como sus jefes, cree que la endogamia que ellos ponen en im¨¢genes es lo que realmente solicita la sociedad catalana a trav¨¦s de sus representantes pol¨ªticos. Y, en definitiva, que resaltar la noticia del nuevo entrenador del Bar?a por encima de la del cicl¨®n de Birmania es un servicio patri¨®tico.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.