Victoria sufrida

Espa?a salt¨® ayer a la pista del Paris Bercy con siete jugadores y con los nervios como compa?ero, enganchados a la camiseta, agarrot¨¢ndoles los brazos y nubl¨¢ndoles la mente. Comprensible, en parte, si se tiene en cuenta que en juego est¨¢ el billete a Pek¨ªn. M¨¢s a¨²n porque Espa?a lleva siete participaciones consecutivas en los Juegos. Pero dif¨ªcilmente entendible, dada la te¨®rica superioridad sobre Noruega -23 victorias y 9 derrotas en 32 partidos-. Ayer, por momentos, se cambiaron las tornas. En un partido lleno de alternativas, s¨®lo los errores finales de los noruegos y el acierto del portero Hombrados, con 21 paradas, y los goles de Alberto Entrerr¨ªos y Rocas, en el ¨²ltimo suspiro, acabaron por restaurar los papeles originales y dieron el triunfo a los de Juan Carlos Pastor (33-31).

Los primeros compases del encuentro no auguraban nada bueno para la campeona del mundo en 2005. Noruega se escap¨® en el marcador (3-6) cuando los espa?oles apenas se hab¨ªan calzado las zapatillas. Apret¨® entonces la banda derecha de la selecci¨®n, con Rocas afincado en el extremo y Cristian Malmagro, que debutaba en un partido internacional en competici¨®n oficial, en el lateral. Ambos se encargaron de disipar la ventaja de los n¨®rdicos. Y de oxigenar a Espa?a, que volv¨ªa a situarse por primera vez un gol por delante desde el 1-0 inicial.

Pese al esfuerzo de los ca?oneros noruegos, Lund y Mamelund, la diferencia se mantuvo m¨¢s all¨¢ del descanso. Como si fuera un baile de goles. Uno arriba para los de Pastor; ahora empata Noruega. Y vuelta a empezar. A menos de un cuarto de hora del final, el equipo escandinavo volvi¨® a tomar ventaja. Otra vez los nervios se apoderaron de los espa?oles. Ni los intentos de ?ker Romero, ayer la sombra de lo que es -s¨®lo dos goles, uno en cada tiempo-, serenaban el juego de la selecci¨®n, consciente de lo que estaba en juego. Durante la semana de preparaci¨®n del preol¨ªmpico, Juan Carlos Pastor, repet¨ªa una consigna como si fuera un mantra: defensa. No cuaj¨®. La defensa espa?ola, dispersa, deshilachada y sin tensi¨®n durante todo el partido, parec¨ªa abatida. Hasta que la guardia pretoriana resurgi¨® en los 10 ¨²ltimos minutos de partido. Con la victoria, Espa?a se acerca a Pek¨ªn, pero deber¨¢ mejorar en defensa si quiere ganar esta tarde a Francia, que ayer bati¨® a T¨²nez (34-25).