Revisar la nostalgia (sin nostalgia)
Al Kooper es uno de esos nombres m¨ªticos de la historia del rock que, a pesar de sus grandes aciertos a lo largo de m¨¢s de 45 a?os, no ha conseguido nunca romper la barrera del c¨ªrculo de iniciados, como m¨ªnimo en este pa¨ªs. S¨®lo as¨ª se explica que en su concierto del pasado viernes en Bikini, la primera gira personal de Kooper en 30 a?os, el local no estuviera abarrotado. Eso s¨ª: el p¨²blico se mostr¨® en todo momento entusiasmado.
El viernes, sentado ante su ¨®rgano Hammond, Al Kooper imparti¨® una lecci¨®n de m¨²sica contempor¨¢nea revisando no s¨®lo sus casi 50 a?os de vida profesional, sino tambi¨¦n sus gustos personales. Desde los seminales t¨ªtulos de The blues project y Blood, Sweat and tears hasta temas de Ray Charles o el eterno Sixteen tons de Merle Travis (¨¦ste empu?ando su guitarra). Pag¨® su deuda con Bob Dylan recreando con resonancias bluseras su It takes a lot to laugh, it takes a train to cry (?Kooper ya tocaba en la primera versi¨®n de ese tema para el disco Highway 61 Revisited!).
AL KOOPER AND THE FUNKY FACULTY
Bikini, 30 de mayo.
Acompa?ado por cinco m¨²sicos tremendamente s¨®lidos a los que se les notaban tambi¨¦n las d¨¦cadas de carretera y manta, Kooper se sumi¨® ya desde el primer momento en la nostalgia consiguiendo demostrar que, como m¨ªnimo su propuesta, no ten¨ªa nada de nost¨¢lgica. Las nuevas versiones de viejos temas sonaron frescas y Kooper, con su voz profunda, su ¨¢gil toque de Hammond y sus espor¨¢dicos guitarreos, las convirti¨® una tras otra en certeros proyectiles que pusieron a toda la sala en movimiento.
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