S¨ªndicos de paja
El PP valenciano tiene un serio problema de inmadurez democr¨¢tica. Queremos decir con ello que prolonga pr¨¢cticas y querencias desp¨®ticas, incluso chulescas, impropias de un r¨¦gimen de libertades que tiene entre sus fundamentos imprescindibles la posibilidad y obligaci¨®n de fiscalizar pol¨ªticamente la acci¨®n del Gobierno mediante los ¨®rganos pertinentes. Sonroja evocar esta obviedad, pero tambi¨¦n es evidente que el partido que lidera el presidente Francisco Camps no parece haberla asimilado todav¨ªa, o en todo caso se la pasa por el forro cuando le viene en gana, que es muy a menudo. Debe creer que la mayor¨ªa electoral que le ampara -tan d¨®cil, ciertamente- se complace con este arrogante proceder que ha terminado por convertir la gesti¨®n pol¨ªtica de la Generalitat en un paradigma de la opacidad y la sospecha.
El m¨¢s reciente episodio confirmativo de esta alergia del PP a la cr¨ªtica o escudri?amiento de su gesti¨®n ha sido el propuesto y rocambolesco relevo s¨²bito de la S¨ªndica de Agravios, Emilia Caballero, que lo est¨¢ en funciones desde abril de 2006 porque as¨ª le corresponde legalmente debido a su condici¨®n de s¨ªndica adjunta. Lo l¨®gico y procedente era cerrar esta interinidad eligiendo las Cortes un nuevo s¨ªndico, lo que se hab¨ªa consensuado en la persona del muy veterano Jos¨¦ Cholbi, miembro de la m¨¢s acrisolada cantera conservadora. A este pol¨ªtico alicantino le hubiera correspondido prolongar la estela del profesor Bernardo del Rosal, que asumi¨® la instituci¨®n en 2001 a propuesta del PP y, cumplido su mandato, fue invitado a retirarse a pesar -o mejor dicho a causa- de su ejecutoria independiente y, por lo tanto, inc¨®moda para el Ejecutivo. No es ¨¦sta tierra ni Gobierno para gente con criterio y coherencia.
Pero el mentado tr¨¢mite sucesorio no pudo consumarse debido una vez m¨¢s a la intemperante intransigencia de los populares, que previamente hab¨ªan impedido el acceso de un diputado socialista a las actas de los consejos de dos empresas p¨²blicas realmente espectrales, cuales son la gestora de Proyectos Tem¨¢ticos y la Promotora Exterior de la Imagen de la Comunidad Valenciana. La respuesta del PSPV consisti¨® en retirar su imprescindible consenso y bloquear la elecci¨®n. Lo parad¨®jico del asunto es que la presidenta de la C¨¢mara, la popular Milagrosa Mart¨ªnez, hab¨ªa otorgado su amparo institucional a esta fiscalizaci¨®n, pero fue desautorizada por su partido y seguro que no volver¨¢ a cometer tal condescendencia. Le va en ello su futuro. Al filo de cuanto decimos, estos mismos d¨ªas el PP acaba de impedir mediante ardides leguleyos y el peso de su mayor¨ªa la comparecencia en las Cortes solicitada por el PSPV de los directores de otras dos empresas p¨²blicas no menos quim¨¦ricas y puestas en solfa por el S¨ªndico de Cuentas. A eso se le llama cerrarse en banda.
La incomodidad que para el Gobierno auton¨®mico supone la independencia de la actual S¨ªndica de Agravios ha sido, precisamente, lo que ha originado la trapisonda promovida por el grupo parlamentario popular de las Cortes para deshacerse a toda costa de ella mediante una reforma infumable de la Ley del S¨ªndico de Agravios que ser¨ªa con toda seguridad revocada por los tribunales y sobre todo por el Constitucional si la oposici¨®n apela a los mismos. Pero eso acontecer¨¢ posiblemente en su d¨ªa y lo que el PP postula con apremio es neutralizar cuanto antes esta voz que, en estricto cumplimiento de su funci¨®n, le pone las peras a cuarto al Gobierno, como ha acontecido recientemente a prop¨®sito de la casi nula aplicaci¨®n de la Ley de Dependencia, el deber de informar sobre el circuito urbano de F¨®rmula Uno a los ecologista que as¨ª lo solicitaron, o las indemnizaciones que cumple abonar a los perjudicados por un atasco circulatorio debido a las imprevisiones del Gobierno. Un incordio.
Pero muerto el perro -en este caso, la perra- se acab¨® la rabia y los populares podr¨¢n beneficiarse de la indulgencia del nuevo s¨ªndico en funciones, que en esta ocasi¨®n responder¨¢ plenamente al perfil de un s¨ªndico d¨®cil o de paja por cuanto que es un hombre de la casa y, a mayor abundamiento, esposo de la actual consejera de Turismo. ?O es que con tales precedentes y condiciones podemos creer que actuar¨¢ con la objetividad e independencia que estable el reglamento del cargo, justifica la existencia del mismo y reclama la defensa del ciudadano, puesto que el poder ya tiene sobradas armas?
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