El 'lehendakari' va hacia un Lizarra bis

La historia se repite diez a?os despu¨¦s. A fines de 1997, la c¨²pula de Batasuna se encontraba encarcelada por la ofensiva del Estado, tras la conmoci¨®n del asesinato del edil de Ermua Miguel ?ngel Blanco por parte de ETA. Inmediatamente, el portavoz del PNV, Joseba Egibar, acudi¨® en auxilio de Batasuna; y con su nuevo portavoz, Arnaldo Otegi, pusieron en marcha el Pacto de Lizarra, el acuerdo de las fuerzas nacionalistas con una meta soberanista, que acompa?ado de una tregua de ETA, logr¨® burlar el acoso del Estado. Todo ello en v¨ªsperas de las elecciones vascas de octubre de 1998, en las que por vez primera se present¨® como candidato a lehendakari por el PNV Juan Jos¨¦ Ibarretxe.

Ibarretxe quiere el apoyo del PCTV para sacar adelante su propuesta

El panorama vasco actual presenta similitudes con aquella situaci¨®n. Tras la ruptura de la tregua de ETA, en junio de 2007, el Estado ha emprendido un acoso contra la banda y contra la c¨²pula de Batasuna, que est¨¢ encarcelada. Ante este hostigamiento, Ibarretxe ha pretendido recuperar protagonismo con la presentaci¨®n de un plan soberanista y una consulta, a sabiendas de que puede concitar simpat¨ªas en el conjunto del electorado nacionalista y de que la rechazar¨¢n el Gobierno de Zapatero, el PSE y el PP.

Con ello, Ibarretxe vuelve, como en 1998, con el Pacto de Lizarra, a intentar la acumulaci¨®n de las fuerzas nacionalistas, present¨¢ndose como gestor de sus reclamaciones a pocos meses de unas elecciones vascas, en las que, adem¨¢s, no va a poder presentarse ninguna marca de la izquierda abertzale. Con su plan, Ibarretxe pretende ganar las elecciones, con la polarizaci¨®n del voto nacionalista frente al no nacionalista. Pero necesita pasar la prueba de la votaci¨®n de su plan en el Parlamento vasco el 27 de junio, y la condici¨®n imprescindible es el apoyo del voto del Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV-EHAK).

Lo mismo que en 1997, hay contactos entre el sector soberanista del PNV, que encabeza Joseba Egibar, y la izquierda abertzale para que ¨¦sta permita a Ibarretxe pasar la prueba del Parlamento vasco. Fue revelador que Egibar dijera, hace unos d¨ªas en Gara, que el plan de Ibarretxe "no va a ser un tr¨¢gala" para el nacionalismo radical. O que el hist¨®rico dirigente de LAB, el sindicato de la izquierda abertzale, Rafael D¨ªez Usabiaga, dijera esta semana: "Para regresar a Loiola (las reuniones que PNV, PSE y Batasuna celebraron en el oto?o de 2006 para lograr un preacuerdo que facilitara la paz) habr¨¢ que pasar de nuevo por Lizarra".

Ibarretxe ha aclarado a su entorno que quiere el apoyo del PCTV-EHAK para sacar adelante su propuesta, su gran apuesta para las elecciones vascas en las que se juega su carrera pol¨ªtica. Por ello, en las preguntas de la consulta, cuyo contenido adelant¨® el mi¨¦rcoles, evit¨® introducir una condena de ETA que le hubiera enajenado el apoyo del PCTV-EHAK.

Con esta posici¨®n, el lehendakari, con el respaldo del sector soberanista del PNV, que encabeza Egibar, y de Eusko Alkartasuna, se ha impuesto y ha desautorizado al presidente de su partido, I?igo Urkullu, que, d¨ªas atr¨¢s expres¨® su rechazo al voto del PCTV-EHAK, con una ETA en ofensiva terrorista. Urkullu se ha plegado porque el PNV no tiene, en este momento, alternativa a Ibarretxe.

El lehendakari no quiere que sea el Parlamento vasco el que rechace su plan porque supondr¨ªa el fracaso de su proyecto, lo que le obligar¨ªa a marcharse a casa, como apunt¨® ayer. Lo que quiere es que sea el Gobierno de Zapatero el que lo paralice con un recurso ante el Tribunal Constitucional. El lehendakari sab¨ªa que si su plan se saltaba los procedimientos legales, al Gobierno no le quedaba otra soluci¨®n. Y ha forzado esta situaci¨®n porque con la par¨¢lisis pondr¨¢ en marcha su m¨¢quina electoral, alimentada de victimismo, present¨¢ndose al electorado como la soluci¨®n equidistante entre el centralismo de Madrid y el terrorismo etarra. Como hizo en las elecciones de 1998, de 2001 y 2005.

Todo apunta a que, en la situaci¨®n de acoso en que est¨¢ la izquierda abertzale, el PCTV-EHAK permitir¨¢ que salga el plan de Ibarretxe el 27 de junio. Pero, seg¨²n fuentes nacionalistas, pondr¨¢ al lehendakari la condici¨®n de que avance hasta cristalizar en un nuevo Pacto de Lizarra frente al Estado, lo que le originar¨¢, a su vez, nuevas fricciones con Urkullu. La falta de unidad en el PNV sobre la gesti¨®n de ese plan y la continuidad del terrorismo son las principales diferencias respecto a la situaci¨®n de 1998. Pero la hoja de ruta de Ibarretxe, si su plan se aprueba en el Parlamento vasco, apunta en la direcci¨®n de Lizarra, con el intento de sumar a ETA al plan, aunque la banda ya ha anunciado que ese proyecto no impedir¨¢ su actividad terrorista.

Este panorama pone las elecciones vascas -sean en octubre o febrero- al rojo vivo. Si todas las fuerzas nacionalistas suman los 38 esca?os que dan la mayor¨ªa, Ibarretxe se perpetuar¨¢. De lo contrario, ser¨¢, previsiblemente, Patxi L¨®pez el lehendakari. Una orientaci¨®n moderada en el PP vasco facilitar¨ªa el relevo de Ibarretxe si no logra la mayor¨ªa.