Retraso digital

El uso de Internet en Espa?a crece, pero no lo hace con suficiente fuerza en comparaci¨®n con muchos pa¨ªses desarrollados. La brecha digital se agranda. El ¨²ltimo informe de la OCDE muestra nuestro retraso en esta carrera donde no hay medallas, pero que es vital para el crecimiento y competitividad del pa¨ªs.

Un dato: Espa?a se sit¨²a detr¨¢s de otros 19 Estados en el incremento neto de la penetraci¨®n del ancho de banda. Por delante est¨¢n desde Noruega a Grecia. Y ello durante 2007, un a?o en el que viv¨ªamos un crecimiento econ¨®mico envidiable, en t¨¦rminos estad¨ªsticos. Salvo en las ofertas m¨¢s baratas, los precios m¨¢s caros est¨¢n por encima de la media y, por el contrario, la velocidad del servicio est¨¢ por debajo.

La respuesta gubernamental a estos informes consiste en replicar con otros datos m¨¢s optimistas y dudar de la fiabilidad de los m¨¢s negativos. Pero el problema no se remedia con guerra de cifras ni intentando hacerlo invisible. Espa?a necesita que sus empresas, sector p¨²blico y ciudadanos se incorporen plenamente al planeta digital y no entretenerse en la discordia sobre los porcentajes. La industria debe ofrecer precios razonables y una inform¨¢tica amigable. Y las administraciones han de trabajar en distintos frentes, desde la vigilancia del mercado de las operadoras al fomento de la convicci¨®n, econ¨®mica y cultural, de que el manejo de las tecnolog¨ªas es imprescindible. Eso, adem¨¢s de una mod¨¦lica conducta digital, que no es el caso, salvo algunas ¨¢reas como, por ejemplo y curiosamente, en tr¨¢mites recaudatorios.

Una empresa de software, hace tiempo, prepar¨® unos paquetes pensados para que las empresas que ya estaban en Internet mejoraran su actividad digital y otro tipo de paquetes, m¨¢s sencillos, para aquellas que apenas lo usaban. Y tropez¨® con la sorpresa de que esta ¨²ltima oferta fracas¨®. Quienes lo ignoraban, segu¨ªan ignor¨¢ndolo. La paulatina obligaci¨®n del empleo de la factura electr¨®nica en el sector p¨²blico y el dotar de aplicaciones al DNI digital para que sea algo m¨¢s de lo que es ahora, una tarjeta con chip, son tareas en marcha. Pero con ambiciosos planes para digitalizar Espa?a no basta, hay que corregir las ineficacias concretas, que son muchas.