El proyecto de Foster, en el aire
La reforma del Camp Nou se estanca por la moci¨®n de censura a Joan Laporta y por la falta de consenso con el Ayuntamiento de Barcelona
El proyecto para reformar el Camp Nou, dise?ado por el arquitecto brit¨¢nico sir Norman Foster, est¨¢ encallado. La directiva del Bar?a a¨²n no ha presentado en el Ayuntamiento de Barcelona la solicitud para recalificar los terrenos del Miniestadi -para construir pisos y oficinas-, que permitir¨ªan obtener la financiaci¨®n para acometer las obras, cifradas en 250 millones de euros.
Los vecinos del Camp Nou temen que se convierta en un parque tem¨¢tico
La direcci¨®n del Bar?a no ha pedido a¨²n la recalificaci¨®n del Miniestadi
Sometida a una moci¨®n de censura que, en caso de prosperar, desembocar¨ªa en un proceso electoral de consecuencias imprevisibles, la junta del Bar?a ya no tiene como prioridad la reforma de su estadio, que adem¨¢s tampoco ha avanzado por falta de consenso con el Ayuntamiento. "Cualquier decisi¨®n que tomemos ser¨ªa contraproducente. En esta situaci¨®n, todo se puede malinterpretar", dijo un miembro de la directiva en alusi¨®n a la feroz movilizaci¨®n contra el presidente Joan Laporta.
Foster present¨® su maqueta del estadio -que propone envolver la fachada con una segunda piel de luz y colores inspirado en el trencad¨ªs de Gaud¨ª- en septiembre pasado, coincidiendo con los 50 a?os del Camp Nou. Eran otros tiempos y, sin duda, el proyecto estrella del segundo y ¨²ltimo mandato -as¨ª lo obligan los estatutos- de Laporta. El Bar?a plane¨® invertir un a?o en la tramitaci¨®n municipal -de septiembre a septiembre- mientras Foster ultimaba los planos. Los plazos, al menos por parte del club, dif¨ªcilmente se cumplir¨¢n. En diciembre, Joan Franquesa, directivo responsable de las obras y ahora en la mesa de la moci¨®n de censura, dijo que empezar¨ªan la tramitaci¨®n tras las elecciones generales de marzo para evitar cualquier utilizaci¨®n partidista durante la campa?a. La idea era utilizar el trimestre para alcanzar un consenso con los vecinos, radicalmente contrarios a cualquier edificaci¨®n para facilitar que no hubiera alegaciones durante la fase de la exposici¨®n p¨²blica.
Tres meses despu¨¦s, la solicitud no se ha cursado. Miembros del ¨¢rea de Urbanismo y del Bar?a han mantenido reuniones, pero no han avanzado en la concreci¨®n del plan. Franquesa defendi¨® hace un mes que la iniciativa de la recalificaci¨®n no ten¨ªa por qu¨¦ partir necesariamente del club y que pod¨ªa surgir del municipio porque es el que debe determinar los futuros usos que se dar¨¢n a la zona. "Cuando alguien quiere modificar un Plan General Metropolitano [PGM] tiene que hacer una solicitud. Pero si se trata de un plan especial, la ley nos obliga a hacerlo a nosotros", dijo un cargo municipal insinuando que las dos partes est¨¢n en ese aspecto en el mismo barco. La misma fuente desliz¨® que si no se ha avanzado en el proceso es porque el Bar?a no ha presentado ninguna propuesta para reordenar la zona que haya seducido suficientemente al Ayuntamiento.
La reforma del Camp Nou est¨¢ considerada la obra de volumetr¨ªa m¨¢s grande que se est¨¢ proyectando en Europa y la realidad es que ni el Consistorio ni el club azulgrana atraviesan por su mejor momento para afrontar un proyecto de esa envergadura. El alcalde, Jordi Hereu, que siempre ha estimado que el consenso entre el club, los partidos y los vecinos debe pautar la reordenaci¨®n, gobierna en minor¨ªa anhelando un pacto con ERC que sostenga un mandato que se sostiene con pinzas. A¨²n es peor la situaci¨®n de Laporta, acosado por una moci¨®n.
Ni unos ni otros tienen ganas de hablar. No ha querido hacerlo nadie del ayuntamiento -ni la concejal de Les Corts, Montse S¨¢nchez, ni los responsables de Urbanismo-, hasta que se curse la solicitud de recalificaci¨®n. Ni tampoco nadie del Bar?a. La buena sinton¨ªa entre ambas instituciones, que consideraban excesivos los recelos de los vecinos porque seg¨²n ambas entidades se trataba s¨®lo de un austero reordenamiento y no de un parque tem¨¢tico azulgrana, se han traducido en p¨²blico en silencio. "Nosotros no vamos a perseguir a nadie. No tenemos prisa", dijo una fuente municipal. "Tienen en el Bar?a cosas m¨¢s importantes en qu¨¦ pensar", ironiz¨® otro miembro del equipo de gobierno.
Este diario ha intentado ahora sin ¨¦xito hablar con Franquesa, quien, sin embargo, hace un mes sosten¨ªa que el proyecto de Foster estaba muy por encima de la crisis del equipo de f¨²tbol hasta el punto de defender que estaban dentro de los plazos. Asegur¨® que el despacho de Foster, con quien mantiene reuniones y contactos, contin¨²a trabajando en el proyecto y que podr¨ªa coincidir en el tiempo el reordenamiento urban¨ªstico y la licencia para empezar las obras en 2009. Pero la realidad es que el plan depende ahora de la suerte de la moci¨®n y, si prospera, de unos hipot¨¦ticos comicios. En el caso de que Laporta supere la crisis, falta ver si se ver¨¢ con fuerza, consciente de su debilidad ante la masa social, de impulsar un proyecto de esta magnitud.
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