Papel, pluma y desorden en el siglo XXI
Desbordados ante los cambios sociales, los Registros Civiles siguen trabajando con m¨¦todos decimon¨®nicos - Los trabajadores piden una profunda reforma
"Coge el coche y vete a Madrid; si no vas a tener que esperar hasta ocho meses". I?aki escuchaba resignado este consejo del funcionario del Registro Civil de Bilbao. S¨®lo ped¨ªa un duplicado de su libro de familia: "No pod¨ªa esperar. Lo necesitaba para cobrar el cheque beb¨¦ [la ayuda del Gobireno central por tener un hijo]. As¨ª me plant¨¦ en la puerta del Registro Central a primera hora de la ma?ana. Esper¨¦ ocho horas para que me atendieran", cuenta el afectado. I?aki s¨®lo cometi¨® un error que hizo que su tr¨¢mite pasara por Madrid. Se cas¨® en el extranjero. Se construy¨® una vida distinta del esquema tradicional para el cual est¨¢n preparados los Registros Civiles, un servicio p¨²blico que, a principios del siglo XXI, sigue trabajando con medios del siglo XIX, saliendo del paso como puede con papel, pluma y paciencia.
"El sistema y su organizaci¨®n est¨¢n caducos" afirma el Gobierno vasco
Inmaculada de Miguel, directora de Relaciones con la Administraci¨®n de Justicia del Gobierno vasco lo resume as¨ª: "Los registros no han variado en general, pese a que las realidades a las que deben hacer frente han cambiado mucho en pocos a?os, y se encuentran desbordados". Los registros fueron concebidos en una ¨¦poca con menor movilidad geogr¨¢fica y una estructura familiar estable, por eso los cambios acelerados de las ¨²ltimas d¨¦cadas, inmigraci¨®n incluida, les sentaron muy mal. "Antes la gente nac¨ªa en Durango, se casaba en Durango y ten¨ªa hijos en Durango. Ahora esto no es tan f¨¢cil. Y la inmigraci¨®n lo ha complicado todo. No s¨®lo hay m¨¢s trabajo que antes, sino que el que hay es m¨¢s complejo", se?ala un trabajador de un registro vizca¨ªno.
La confusa organizaci¨®n administrativa tampoco ayuda. Hasta tres entidades p¨²blicas participan en ellos. El personal administrativo depende del Gobierno vasco; el juez responsable, que a menudo tiene que compaginar esta tarea con otras funciones judiciales, responde ante el Consejo General del Poder Judicial; el secretario judicial, encargado de velar por el buen funcionamiento de las oficinas y que en casi todos los casos tambi¨¦n acumula otras responsabilidades, depende del Ministerio de Justicia.
"El problema es estructural, todo se basa en unas leyes decimon¨®nicas que no se corresponden con las necesidades", explica un funcionario que lleva m¨¢s de una d¨¦cada trabajando en un registro civil de una capital vasca. "El juez baja a firmar los certificados por adelantado una o dos veces por semana, y ya est¨¢. No tiene conocimientos previos de c¨®mo funciona esto. Como muchos, trabaja aqu¨ª de mala gana, porque le ha tocado", precisa. Con los secretarios, pasa algo similar: "El nuestro no se implica, no sabe ni c¨®mo est¨¢ repartido el trabajo. Y claro, lo deja en manos los funcionarios. Antes lo hac¨ªamos, pero ahora el trabajo nos desborda", a?ade.
De las tres capitales de provincia, s¨®lo Bilbao dispone de un secretario y un juez que se dediquen en exclusiva al registro. El Gobierno vasco ha puesto en pr¨¢ctica desde marzo pasado varias reformas organizativas para disminuir el tiempo de espera y la burocracia. Algunas son cosas tan simples como poner un mostrador de informaci¨®n o sillas para que la gente no espere de pie. "Tambi¨¦n hemos reforzado las plantillas en Bilbao y San Sebasti¨¢n y se har¨¢ previsiblemente en Vitoria", explica De Miguel, quien recalca que el buen funcionamiento de los registros "es responsabilidad de los magistrados y secretarios judiciales".
"Creemos que el Registro Civil tiene unas caracter¨ªsticas m¨¢s administrativas que judiciales", apunta De Miguel. "Procede revisar todo el sistema y su organizaci¨®n, ciertamente caducos". Una desjudicializaci¨®n de los registros, o de parte de sus servicios, permitir¨ªa que otras entidades, como los ayuntamientos pudieran hacerse cargo de algunas actividades del servicio para descongestionarlo.
Servicio s¨®lo un d¨ªa a la semana
En muchos de los peque?os municipios de Euskadi, el servicio de los registros civiles s¨®lo funciona un d¨ªa a la semana. "No doy abasto. Estoy sola para atender a 15.000 personas", explica una funcionaria de uno de los juzgados de paz que llevan el servicio en estas localidades. Ella, en concreto, atiende a cerca de una decena de municipios, en los cuales tiene que encargarse tambi¨¦n de las citaciones judiciales. En teor¨ªa, estas oficinas est¨¢n bajo la responsabilidad de un juez de paz: "?Quieres saber para qu¨¦ sirven los jueces de paz? Para nada. Lo cambiaba con gusto por un funcionario que tuviese alguna formaci¨®n en derecho", confiesa. "Si no le pongo un post-it en el lugar donde tendr¨ªa que firmar no sabr¨ªa donde hacerlo", explica.
Se r¨ªe cuando se le menciona la cuesti¨®n de la informatizaci¨®n y la digitalizaci¨®n de los libros donde se registran nacimientos, defunciones o matrimonios. "En muchos juzgados de paz los libros m¨¢s recientes est¨¢n escaneados. En los m¨ªos lo est¨¢n. Pero da igual, porque sigo teniendo que desplazarme a cada uno de los ayuntamientos para consultar los archivos", protesta.
Varias diferencias entre administraciones han retrasado en la pr¨¢ctica la digitalizaci¨®n de los registros ya existentes y sobre todo su puesta en red para que la informaci¨®n est¨¦ disponible en cualquiera de los dem¨¢s. Diferencias sobre donde estar¨ªan localizados los servidores y qui¨¦n podr¨ªa acceder a ellos, as¨ª como las dificultades de la versi¨®n inform¨¢tica en euskera, la han ido retrasando. "La informatizaci¨®n es lo que realmente permitir¨¢ agilizar el trabajo", sostiene el Gobierno vasco. Por ahora, s¨®lo existe el servicio para solicitar por Internet los certificados de nacimiento, matrimonio o defunci¨®n. En 2007, m¨¢s de 30.000 certificados fueron expedidos as¨ª.
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