El viejo cronista Carlos Monsiv¨¢is saluda a las nuevas generaciones
El escritor explica el auge del periodismo literario en Am¨¦rica Latina
Carlos Monsiv¨¢is (M¨¦xico, 1938) siempre la ha preferido. Incluso el viejo maestro ha reformado la cr¨®nica a su antojo hasta el punto de que muchos han etiquetado sus famosos art¨ªculos sobre la cultura popular mexicana o de grandes personalidades como croni-ensayos. Pero ayer en Madrid, tras sus gruesos anteojos, m¨¢s bien celebraba el renacer del viejo oficio de cronistas en las indias que una vez asombraron a Hern¨¢n Cort¨¦s, Fray Bartolom¨¦ de las Casas y Bernal D¨ªaz del Castillo.
"S¨®lo hasta ahora se est¨¢ consolidando en Am¨¦rica un g¨¦nero que mezcla la cr¨®nica con el thriller, como una necesidad de impulsar la secularizaci¨®n", afirma.
Hace un mes, la Fundaci¨®n de Garc¨ªa M¨¢rquez los bautiz¨® en Bogot¨¢ como "Nuevos cronistas de Indias". Son mucho m¨¢s que un pu?ado de j¨®venes y otros no tanto, en su mayor¨ªa con una relaci¨®n de amor-odio con la literatura.
Estos nuevos o nativos cronistas de indias se apartan de la tiran¨ªa de la actualidad, no para contarla sino para recrearla, vali¨¦ndose de las herramientas de la ficci¨®n. En palabras del argentino Mart¨ªn Caparr¨®s, uno de los veteranos del grupo "mientras la informaci¨®n pretende saciar la curiosidad del lector y as¨ª tranquilizarle, la cr¨®nica intenta despertar su inter¨¦s e inquietarlo".
En menos de 15 a?os han surgido tres revistas de cr¨®nicas y reportajes, casi de car¨¢cter continental en Am¨¦rica Latina: Gatopardo, El Malpensante y Etiqueta Negra, que privilegian las cr¨®nicas de largo aliento. A las que se dedica la argentina Leila Guerriero, que reclama tiempo, buena paga y sobre todo espacio para este trabajo de historiador/cuenta-cuentos contempor¨¢neo. Guerriero no s¨®lo aparece en las revistas con historias de seis p¨¢ginas. En Espa?a se vende su cr¨®nica Los suicidas del fin del mundo, que edita Tusquets en su colecci¨®n Andanzas cr¨®nicas, dedicada al g¨¦nero. Una historia parida a partir de una nota en el peri¨®dico local, sobre una campa?a para frenar la violencia y los suicidios en una poblaci¨®n de la Patagonia.
Desde un sill¨®n en la Casa de Am¨¦rica y a punto de comenzar su conferencia, Monsiv¨¢is opina que "se est¨¢ apostando por la cr¨®nica porque existe la necesidad de crear un corredor de espejos donde la sociedad o las sociedades se vean con m¨¢s precisi¨®n".
En Cuando me muera quiero que me toquen cumbia (Norma), de Cristian Alarc¨®n, el autor se acerca a las pandillas de Buenos Aires. En 2007 apareci¨® La Argentina cr¨®nica, una antolog¨ªa cuyos autores promedian los treinta y cinco a?os. Aparecen, entre otros, Alarc¨®n, Daniel Riera, Juli¨¢n Gorodischer, Josefina Licitra, Esteban Schmidt, y Leila Guerriero. Tambi¨¦n el a?o pasado, la Fundaci¨®n Nuevo Periodismo Iberoamericano edit¨® Lo mejor del periodismo en Am¨¦rica Latina, que distribuye en Espa?a el Fondo de Cultura Econ¨®mico. En esta antolog¨ªa se incluyen los textos de los ganadores del premio que entrega esta instituci¨®n. Planeta edita en Per¨² a Daniel Titinguer y Sergio Vilela y en Argentina a Juan Pablo Meneses, que incorpor¨® la herramienta del blog a La vida de una vaca. Y desde Venezuela Sergio Dhabar coordina el sello Debate. Sobre la tem¨¢tica siempre relacionada con el narcotr¨¢fico y la violencia Monsiv¨¢is aclara que "no es la violencia el tema, sino la impunidad, que es una manera de declarar que la desigualdad es para siempre. La cr¨®nica puede ser un g¨¦nero de la solidaridad -a veces desde la impotencia- que le permite a los lectores enterarse de lo que est¨¢ pasando sin caer en la desesperanza".
Babelia
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