El sol ofrece su misericordia
Una multitud despide en Labastida a los tres vecinos muertos en un accidente de tr¨¢fico cerca de Zaragoza
En una suerte de gesto misericordioso, el sol se abri¨® ayer paso entre las nubes de tormenta y permiti¨® que los f¨¦retros de Eleuterio Rojas, y el matrimonio formado por Juan Carlos P¨¦rez e Isabel S¨¢ez, pudieran entrar a hombros de sus familiares al templo sin sufrir la lluvia tormentosa que les cost¨® la vida. A las seis de la tarde de ayer, en una Labastida inmersa en un luto sobrecogedor, en un silencio abrumador, centenares de personas abarrotaban la iglesia de la Asunci¨®n y la plaza del pueblo para despedir a los tres vecinos que fallecieron el pasado s¨¢bado en un accidente de tr¨¢fico cuando regresaban despu¨¦s de asistir a una boda en Zaragoza.
Se casaba un vecino de la localidad alavesa y parte de los invitados decidi¨® alquilar un minibus para evitar el autom¨®vil en un d¨ªa de lluvias torrenciales. Pero su apuesta por la seguridad se volvi¨® en contra del grupo de prudentes invitados cuando regresaban a casa.
"Es la mayor tragedia que ha vivido Labastida", dec¨ªa un vecino
Un silencio abrumador marc¨® el funeral por los tres fallecidos
Un poderoso Audi-A6, que circulaba en sentido contrario, patin¨® sobre el agua que llenaba la calzada, se salt¨® la mediana y rompi¨® de cuajo la celebraci¨®n de una quincena de vecinos. El Audi seg¨® la vida de tres de ellos y dej¨® varios heridos. Los cuatro viajeros del autom¨®vil salieron ilesos. Tres de los invitados que hab¨ªan optado por el autob¨²s salvaron la vida al quedarse a pasar la noche en la capital ma?a. Todas esas casualidades, paradojas tr¨¢gicas, sinsentidos inexplicables, rondaban ayer en las conversaciones de todos los asistentes al funeral.
El alcalde, Higinio Arinas, de EB, transmit¨ªa el dolor de un pueblo de 1.400 habitantes que asist¨ªan a la "mayor tragedia que ha vivido Labastida", como comentaba compungido uno de los vecinos. Arinas se apost¨® a la puerta del templo para recibir la solidaridad del resto de los primeros ediles de la comarca, y a las autoridades que se sumaron al dolor de todo un pueblo. El consejero de Agricultura, Gonzalo S¨¢enz de Samaniego tambi¨¦n se acerc¨® al coraz¨®n de la Rioja Alavesa para compartir el dolor de la traum¨¢tica p¨¦rdida. Al acto se sumaron numerosos miembros de la anterior Diputaci¨®n gobernada por el PP.
Otra vez el luto del autom¨®vil en la Rioja
Labastida compart¨ªa ayer el luto por sus tres vecinos fallecidos con la preocupaci¨®n por la suerte de los cuatro heridos que se encuentran ingresados en los hospitales Miguel Servet y el Cl¨ªnico de Zaragoza. Dos de ellos esperaban recibir el alta a ¨²ltima hora de la tarde de ayer, mientras que los otros dos accidentados se encontraban ingresados en la UCI. Uno de los heridos, una mujer, ha sufrido la amputaci¨®n de un brazo y se encontraba en estado cr¨ªtico.
"Lo que ha causado mayor dolor en el pueblo ha sido la circunstancia en la que se ha producido el accidente: el viaje en autob¨²s, por seguridad, a la boda de un vecino de Labastida y el que otros invitados que acompa?aban el autob¨²s con sus coches vivieran el siniestro. Ha sido una tragedia para una localidad en que todos nos conocemos", explicaba su alcalde, Higinio Arinas, de EB.
No es el primer accidente de tr¨¢fico con varios fallecidos que vive la comarca de Rioja Alavesa, rica y pr¨®spera, pero marcada por la huella mortal del autom¨®vil. El 15 de abril de 2005, tres profesoras de la ikastola de Lanciego fallec¨ªan tras sufrir una colisi¨®n en la carretera A-124 cuando regresaban de una celebraci¨®n en Logro?o. Aquel suceso, en el que resultaron heridas otras cuatro personas, conmocion¨® al extremo oriental de la Rioja Alavesa de igual modo que la zona de Labastida vive ahora jornadas dram¨¢tica.
Entonces, como ha ocurrido en Labastida, el Ayuntamiento de Lanciego decret¨® tres d¨ªas de luto. Asimismo, propuso denominar a la ikastola del municipio, en la que hab¨ªan trabajado las tres fallecidas, con el nombre de una de ellas, Miren Lourdes Arrieta Azpiazu, fundadora del centro y persona con gran carisma en la localidad. Como el que gozaban Eleuterio Rojas y Juan Carlos P¨¦rez, ambos vinculados a la cooperativa vitivin¨ªcola Solag¨¹en, una de las referencias de orgullo para Labastida.
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