Pedro Mero?o, primer presidente de la CNE
Potenci¨® el mercado el¨¦ctrico ib¨¦rico
Pedro Mero?o falleci¨® ayer a los 61 a?os. Fue el primer presidente de la Comisi¨®n Nacional de la Energ¨ªa (CNE), creada durante el primer Gobierno del PP, desde 1999 a 2005. Despu¨¦s pidi¨® el reingreso a la Abogac¨ªa del Estado, en donde estuvo hasta que hace una semana el c¨¢ncer que le acosaba desde que dej¨® el cargo se lo impidi¨®.
La carrera profesional de este hombre discurri¨® desde la pol¨ªtica, integr¨¢ndose en la filas liberales de Joaqu¨ªn Garrigues, a la empresa, destacando su paso por Endesa antes de su privatizaci¨®n. En la ¨²ltima etapa, comenz¨® a desarrollar el mercado ib¨¦rico de la electricidad (Mibel) y a consolidar la regulaci¨®n del sector, sometido desde muchos frentes pol¨ªticos a grandes presiones.
Tras iniciar su trabajo como abogado del Estado en Burgos y estar en la asesor¨ªa jur¨ªdica del Ministerio de Vivienda, fue secretario general t¨¦cnico del Ministerio de Obras P¨²blicas (con Garrigues) y, desaparecido el ministro, subsecretario del de Cultura hasta el cambio de Gobierno de 1982. Se incorpor¨® entonces a Endesa, como secretario del Consejo de Administraci¨®n, y fue uno de los art¨ªfices del crecimiento que experiment¨® en los ¨²ltimos a?os como empresa p¨²blica. El mismo puesto ocup¨® en Agrom¨¢n, la constructora que en aquellos momentos pertenec¨ªa a Banesto y que abandon¨® para volver a la esfera p¨²blica con el encargo del PP, que consider¨® su experiencia en el campo energ¨¦tico, de crear y presidir la CNE, heredera de la Comisi¨®n del Sistema El¨¦ctrico.
De talante abierto, jovial, de lenguaje directo, ideas claras y nada ac¨¦rrimas y gran responsabilidad, logr¨®, seguramente por eso, que el consenso se impusiera siempre sobre las discusiones y que ¨¦l, personalmente, cosechara ramilletes de muchos amigos all¨¢ por donde pasara. Gozaba de tener un gran sentido del humor, de desvivirse con sus cercanos. Hijo ¨²nico y soltero, era un experto jugador de domin¨® y de trivial, amante de los viajes y de la conversaci¨®n, en la que sab¨ªa mezclar profundas reflexiones y temas banales. Un gran hombre.
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