Foros cerrados y mensajes entre iguales

La mayor¨ªa de los casos de la Brigada de Investigaci¨®n Tecnol¨®gica de la polic¨ªa (BIT) comienzan gracias a una denuncia: "Recibimos unos 200 correos electr¨®nicos al d¨ªa", asegura el inspector jefe de la brigada, Enrique Rodr¨ªguez. As¨ª ocurri¨® por ejemplo, en uno de los casos, la operaci¨®n Lobos, a partir de una web llamada Paisajes lunares. Las tres o cuatro primeras fotograf¨ªas son, efectivamente, lo que dice el nombre, pero despu¨¦s, pornograf¨ªa infantil...

A partir de las denuncias, comienza un complicado trabajo para identificar d¨®nde est¨¢n los servidores de las p¨¢ginas, que puede ser en cualquier parte del mundo -en esta operaci¨®n se han remitido m¨¢s de 200 IP (la direcci¨®n de registro de un ordenador) a la Interpol, sobre todo de Suram¨¦rica-. Y as¨ª, identificar a los que tienen la pornograf¨ªa y a quienes la distribuyen; cinco de los detenidos compart¨ªan el v¨ªdeo de una brutal agresi¨®n sexual a una ni?a de trece a?os, cuyo autor ya hab¨ªa sido detenido en Estados Unidos. Y ¨¦se es tambi¨¦n, y sobre todo, el objetivo final, llegar a quienes la producen, a trav¨¦s de investigaciones que a veces se resuelven por detalles, como la moqueta que sale en el v¨ªdeo o la m¨²sica del m¨®vil que le suena al agresor.

Pero el camino es largo y dif¨ªcil, ya que adem¨¢s de las redes convencionales de intercambio de archivos, los ped¨®filos utilizan determinados foros de acceso cerrado, canales de mensajer¨ªa instant¨¢nea o P2P, es decir, de ordenador a ordenador. Y aqu¨ª es donde es importante la labor de denuncia, no s¨®lo de afectados, sino de asociaciones de defensa del menor. Si bien la figura del agente encubierto que act¨²a en la Red es muy habitual en otros pa¨ªses como Estados Unidos, la legislaci¨®n espa?ola no lo permite porque se considera que el polic¨ªa podr¨ªa estar induciendo al delito. Esos foros cerrados, un enorme foco de pornograf¨ªa infantil, requieren, para acceder a ellos, aportar otros contenidos pornogr¨¢ficos o dinero. Tambi¨¦n en muchas p¨¢ginas web, para llegar a la pornograf¨ªa hay que pagar u ofrecer otros contenidos.