"Los apuntes van a desaparecer"
Garmendia (San Sebasti¨¢n, 1962) recibe a EL PA?S en su primera entrevista como ministra.
Pregunta. Cuando el presidente del Gobierno le ofreci¨® inventar y dirigir un ministerio estrat¨¦gico como ¨¦ste ?qu¨¦ le pidi¨®?
Respuesta. El objetivo es crear un ministerio capaz de incidir en el cambio del patr¨®n del crecimiento econ¨®mico. No tuvimos ninguna discusi¨®n, sino una conversaci¨®n de cinco horas sobre las competencias que ten¨ªan que estar en el ministerio, como son las universidades, por supuesto.
P. ?Esto se lo pidi¨® usted o era una idea ya...?
R. Era una idea de consenso, no hubo ninguna discrepancia. Las universidades realizan el 60% de la investigaci¨®n en Espa?a, pero hay que comprometerlas con el nuevo patr¨®n de crecimiento econ¨®mico.
"La Iglesia tiene un papel, pero no debe influir en la pol¨ªtica de investigaci¨®n"
"Nuestros sueldos 'mileuristas' no son compatibles con nuestra econom¨ªa"
"Mis hijos lo han comprendido y me preguntan. Yo les cuento los retos" "
"La necesidad de cient¨ªficos no tiene nacionalidad. Los vamos a atraer"
"Hasta ahora ser cient¨ªfico en Espa?a era una vocaci¨®n ruinosa"
No tengo carn¨¦ pero me siento ministra socialista. Al principio votaba al PNV"
P. Vamos muy tarde en I+D respecto a los socios europeos, y no digamos EE UU, ?cu¨¢nto tiempo necesitamos para alcanzarles?
R. Part¨ªamos de una situaci¨®n muy mala, una situaci¨®n que de hecho casi nos hace desaparecer en esta materia. Y el esfuerzo en la legislatura anterior ha sido decisivo para que ahora mismo podamos plantearnos este reto de incidir en el cambio de patr¨®n de la econom¨ªa.
P. ?Y conf¨ªa realmente en un cambio del patr¨®n econ¨®mico que traslade el peso del boom inmobiliario al I+D? ?sas son palabras mayores.
R. Son palabras mayores en las que creo absolutamente. Estamos en un momento de ajuste econ¨®mico en que muchas de las apuestas empresariales y financieras est¨¢n replante¨¢ndose su posici¨®n, y tenemos que demostrar que la ciencia y el I+D son nichos donde tenemos que apostar como lo hacen los pa¨ªses punteros de la econom¨ªa mundial. No s¨®lo es una apuesta econ¨®mica sino de alineamiento de la inversi¨®n privada y la inversi¨®n p¨²blica.
P. ?Es cat¨®lica?
R. ?Soy cat¨®lica? Digamos que soy cat¨®lica culturalmente y familiarmente, pero no soy una cat¨®lica de gran ejercicio.
P. ?La Iglesia frena la ciencia?
R. Pues no deber¨ªa.
P. ?Pero lo hace de alguna forma? Usted declar¨® hace a?os que la Iglesia y su oposici¨®n a la investigaci¨®n con c¨¦lulas madre embrionarias influye en que las cosas no vayan tan r¨¢pido como deben ir.
R. Pero f¨ªjese si es r¨¢pido que eso lo dije hace tres a?os o cuatro a?os y hemos avanzado enormemente. Parte del papel que tiene la Iglesia es porque tambi¨¦n juega con la desinformaci¨®n de los que suscriben algunas ideas. La Iglesia cat¨®lica tiene un papel muy potente en la sociedad espa?ola, pero el debate religioso no debe influir en la pol¨ªtica de investigaci¨®n.
P. Ser cient¨ªfico es bastante ruinoso en Espa?a.
R. Hasta ahora desgraciadamente ha sido una vocaci¨®n. Y uno de los compromisos que tenemos es desarrollar la carrera cient¨ªfica en condiciones, donde se reconozca al talento como en cualquier otro ¨¢mbito o disciplina.
P. Hoy, un profesor universitario puede llegar a los 40 a?os como mileurista. ?Es eso compatible con el hecho de ser la octava potencia econ¨®mica del mundo?
R. No, eso no es compatible con ser la octava potencia econ¨®mica del mundo, y es algo que tenemos que solucionar: tenemos que promover que los investigadores puedan participar en empresas de base tecnol¨®gica, que puedan promover y asesorar libremente sin que eso se malinterprete, y que puedan acceder a esos otros complementos salariales. Eso que ha estado regulado en exceso en Espa?a, con la nueva ley de la ciencia, procuraremos establecer mecanismos que permitan a los profesionales tener los niveles salariales que les corresponden con el nivel econ¨®mico que tenemos en nuestro pa¨ªs. Espero que esto ocurra a principios de 2009.
P. ?Cu¨¢ntos cient¨ªficos necesitamos? ?Y de d¨®nde? ?Nuestros, de fuera...?
R. La necesidad no tiene nacionalidad. Necesitamos. Aproximadamente 55.000. Es el m¨ªnimo para arrancar en una situaci¨®n m¨¢s competitiva. Aqu¨ª tiene que haber talento competitivo, y el inter¨¦s no es que sean espa?oles, el inter¨¦s es que sean competitivos, cient¨ªficos de excelencia.
P. Significa ir a buscarles.
R. Hay ahora cient¨ªficos internacionales que se plantean venir a Espa?a a liderar proyectos que se pueden mover en este pa¨ªs porque ven que es el momento.
P. ?Y a qui¨¦n se los vamos a quitar?
R. A quien haga falta. Por ejemplo, el otro d¨ªa Joan Massagu¨¦, me dec¨ªa que muchos de sus colegas en Estados Unidos est¨¢n muy interesados en el proceso que est¨¢ viviendo Espa?a, que estar¨ªan encantados de contribuir. ?sta es una magn¨ªfica noticia.
P. ?La universidad debe estar vinculada al negocio?
R. Tiene que estar vinculada a la industria en la medida que tiene que estarlo: tiene que ser parte de su financiaci¨®n. Habr¨¢ facultades y grupos interesados en vincularse, y habr¨¢ disciplinas que no tengan que estarlo, por ejemplo, habr¨¢ que preservar un espacio donde el investigador pueda generar tambi¨¦n conocimiento por el puro conocimiento, sin un sesgo a la aplicaci¨®n. Pero el sistema tiene que ser sostenible tambi¨¦n desde el punto de vista financiero.
P. Muchos temen que esto suponga una visi¨®n muy mercantilista de la universidad.
R. No es eso. Uno de los retos a los que se enfrenta la universidad es la financiaci¨®n. Parte, gran parte, es p¨²blica, pero necesariamente tiene que haber financiaci¨®n privada, lo cual no quiere decir que ¨¦sta marque las reglas del juego; las marca la universidad.
P. ?Y las humanidades? Tambi¨¦n muchos temen que con el proceso de Bolonia -la adaptaci¨®n de los estudios a un sistema com¨²n europeo- y esta concepci¨®n m¨¢s funcional de la ciencia, se vayan apagando.
R. El Estado tiene que preservar en la universidad p¨²blica, sin ninguna duda, todas las ¨¢reas del conocimiento, y las humanidades tienen que jugar un papel muy importante. Pero las humanidades tienen que implicarse mucho m¨¢s de lo que est¨¢n en el campo cient¨ªfico y tecnol¨®gico. Y esto implica un cambio de actitud: en este ministerio encontrar¨¢n la puerta abierta para analizar aquellos proyectos que nos presenten.
P. ?Y cu¨¢ntas facultades cree que pueden cerrar, que pueden desaparecer en este proceso?
R. No hemos hecho ninguna estimaci¨®n de facultades que puedan cerrar. Tengo la percepci¨®n de algunas dificultades en donde t¨² has apuntado: humanidades por una parte; y en c¨®mo hacer un cambio desde un sistema educativo basado en la lecci¨®n magistral al alumno como receptor de lo que el profesor expone, a pasar a un modelo donde el estudiante es el centro del aprendizaje y uno tiene que volcar sus esfuerzos para que el propio estudiante sea aut¨®nomo. Es un cambio muy importante que requiere un reciclaje de los profesores.
P. ?Se acabar¨¢n la clase magistral y los apuntes, la pesadilla del estudiante actual, que es tener que copiar unos apuntes de un se?or aburrido o hacerse amigo del que mejor los copia?
R. O de comprarlos. No desaparecer¨¢n en un a?o, pero sin duda tienen que desaparecer. Van a desaparecer.
P. ?Se ha deshecho ya de todos sus cargos y acciones en las empresas en que participaba?
R. Dimit¨ª de forma inmediata de todos mis cargos y ahora estoy en proceso de deshacerme de las acciones de Genetrix, hasta el l¨ªmite que establece la ley, el 10%. Ten¨ªa el 19%.
P. Su compa?ero David Taguas ha pasado al lobby empresarial. ?Demasiada promiscuidad entre gobierno y actividad empresarial?
R. Yo no le llamar¨ªa promiscuidad, sino di¨¢logo.
P. El hecho de ser ministra y vasca aumenta la amenaza, el temor a ETA. ?Es algo que le preocupa, preocupa en su familia?
R. Esto es algo que siempre nos preocupa a todos: es un freno y una energ¨ªa que gastamos que deber¨ªamos dedicar a otros temas, pero...
P. ?Qu¨¦ tal han tomado sus hijos y su marido que se convierta en ministra?
R. Bueno, mi marido en primer lugar ten¨ªa sus reticencias pero, tomada la decisi¨®n, tengo su m¨¢ximo apoyo. Y mis hijos, pues te dir¨¦ que mis hijos... Tengo dos hijos que son muy distintos. Mi hija, de 11 a?os, est¨¢ orgullos¨ªsima de su madre, y estoy segura de que no hay nadie en el colegio que no sepa que su madre es ministra... Y mi hijo que tiene 13, es una persona de un perfil distinto. Es curioso, porque estoy segura... A los ni?os en estas edades uno los ve venir: mi hijo creo que tendr¨¢ que ver con el campo de las humanidades, porque es un lector compulsivo, le encanta la reflexi¨®n, es muy intelectual... Y mi hija yo creo que ser¨¢ empresaria, porque le gusta lo concreto, lo que tiene que ver con el corto plazo, lo que uno puede cumplir, y las relaciones que uno puede establecer.
P. ?Y lo comprenden? ?Logra hacerles part¨ªcipes?
R. Lo comprenden absolutamente, y me preguntan, y les cuento los retos que tenemos, lo que va a suponer para el pa¨ªs... Intento explic¨¢rselo en la medida que ellos lo pueden entender.
P. ?Y usted logra conciliar?
R. Pues yo logro conciliar... Esta primera etapa siempre es m¨¢s complicada, y bueno, digamos que est¨¢ siendo un momento especialmente complicado desde el punto de vista de la conciliaci¨®n. Pero dicho esto, procuro separar y preservar un espacio concreto con mis hijos: mis colaboradores conocen muy bien que hay una franja horaria, entre nueve y once de la noche, que yo procuro preservar para ellos.
P. No es socialista.
R. No soy miembro del Partido Socialista.
P. ?Pero se siente socialista?
R. Me siento ministra de un gobierno socialista y suscribo plenamente las tesis que se est¨¢n promoviendo dentro del grupo socialista.
P. ?Ha votado siempre al PSOE?
R. Bueno, he tenido... Yo no soy votante de un partido, soy votante de un programa, y digamos que en las ¨²ltimas elecciones, yo no me acuerdo cu¨¢ntas, la ¨²ltima y la anterior, s¨ª que he votado al Partido Socialista.
P. ?Y en otras?
R. Pues yo me acuerdo que la primera vez que vot¨¦, vot¨¦ al PNV, y luego precisamente por este camino que ha llevado empec¨¦ a discrepar sobre sus tesis, y c¨®mo ve¨ªan y c¨®mo constru¨ªan el futuro, y es cuando empec¨¦ a votar al Partido Socialista.
P. ?Tiene plan de entrar en el partido, o no?
R. No. No forma parte de mis planes.
P. ?Tendr¨¢ paciencia para soportar la burocracia y la lentitud de la administraci¨®n?
R. Veremos lo que puedo hacer, pero desde luego, no voy a pensar que todo es inamovible, yo creo que hay mucho que mejorar en la eficiencia del sistema p¨²blico, y en lo que al ministerio le compete vamos a hacer un an¨¢lisis de los procesos, y esto es como la universidad, tenemos que ilusionar a todas las personas que trabajan en el ministerio y convencerles de que las cosas se pueden hacer de una forma m¨¢s eficiente y mejor y tener su compensaci¨®n por ello. Yo creo que todos tenemos que pensar que trabajar de una forma m¨¢s eficiente es mejor para todos nosotros.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.