Zara, en la hora de la verdad

La creaci¨®n de una gran empresa, entendiendo por tal aquella que tiene una influencia significativa en los mercados internacionales, es una tarea extremadamente compleja, requiere mucha tenacidad y exige ideas claras, adem¨¢s de una cierta fortuna en su g¨¦nesis y desarrollo posterior. El caso de Zara, la marca de distribuci¨®n comercial del grupo textil Inditex, pilotado por el empresario Amancio Ortega, representa precisamente el ¨¦xito empresarial, basado primero en la intuici¨®n personal y despu¨¦s en un modelo corporativo innovador. La medida de ese ¨¦xito es que Inditex acaba de superar en ventas al grupo estadounidense GAP y se ha convertido en la primera cadena mundial. Pero, antes de alcanzar el liderazgo mundial, Zara ya era un caso de estudio en todas las escuelas de negocios para ilustrar el camino del ¨¦xito de una empresa, desde una oscura mercer¨ªa hasta el reconocimiento en la aldea global.

El primer hecho que llama la atenci¨®n en Inditex -Zara es la cadena m¨¢s importante del grupo, pero tambi¨¦n controla Massimo Dutti, Pull & Bear, Bershka o Stradivarius- es que fue creado bajo la f¨®rmula de la autosuficiencia comercial y, por tanto, de la reinversi¨®n constante de los beneficios en un impulso constante hacia el crecimiento y la internacionalizaci¨®n. En los viejos manuales de historia empresarial, Inditex se hubiera definido como "una empresa hecha a s¨ª misma". El modelo no hubiera funcionado si, adem¨¢s, Inditex no hubiera desarrollado una cultura interna motivadora, es decir, de apoyo y est¨ªmulo a los empleados. Nada de lo anterior se escapa a cualquier an¨¢lisis corporativo y econ¨®mico financiero entre los estudiantes de gesti¨®n empresarial y directivos de las empresas competidoras de la marca gallega, como la mencionada GAP o la sueca H&M. Pero hay un factor m¨¢s que revela mejor la singularidad de Inditex: naci¨® en un n¨²cleo gallego rural poco desarrollado, en condiciones econ¨®micas adversas y en un entorno social poco propicio en apariencia para las iniciativas empresariales. Ser¨ªa el caso contrario de las empresas que han prosperado al calor de Silicon Valley; en el caso de Inditex, naci¨® a la intemperie y m¨¢s bien ha contribuido a crear su propio y modesto Valle Textil desde Arteixo. No es m¨¦rito escaso.

Debe recordarse que la trayectoria de Inditex no ha sido conservadora; ha arriesgado en saltos y sobrevivido a sobresaltos. Super¨® con soltura la salida a Bolsa, el divorcio de los fundadores -Amancio Ortega y Rosal¨ªa Mera- y algunos cambios significativos en el equipo profesional. Le esperan nuevos desaf¨ªos. La ca¨ªda dr¨¢stica del consumo pondr¨¢ a prueba de nuevo la solidez de su modelo empresarial y su capacidad de gesti¨®n. Ahora es el momento de contrastar la eficacia de la intuici¨®n empresarial, la flexibilidad y la disposici¨®n a encontrar soluciones imaginativas donde otros s¨®lo ven tinieblas.

Zara es una marca reconocida en el mundo, que transmite el mensaje reconfortante de que la econom¨ªa espa?ola puede producir campeones nacionales, capaces de ocupar cuotas sustanciales en los mercados internacionales. Recientemente, el presidente del Gobierno se lamentaba de que no todos los pa¨ªses pueden contar con campeones nacionales. Se refer¨ªa quiz¨¢ al mercado energ¨¦tico; porque en el textil, Espa?a s¨ª lo tiene.