"Siempre se habla del posible desguace"

Desguace. Una palabra maldita que est¨¢ en mente de todos los que viven de la pesca. La culpa la tiene la insoportable subida del gas¨®leo, el ¨²ltimo azote en la larga crisis del sector. Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Ventura, armador y patr¨®n de 38 a?os de Punta Umbr¨ªa (Huelva), capea como puede un temporal econ¨®mico mucho m¨¢s complicado que los que ha encontrado faenando en la mar con su barco de cerco, en busca de boquerones y sardinas. "En las conversaciones de cualquier foro de armadores siempre se menciona la posibilidad del desguace, no hay d¨ªa que no se diga. Porque esto de la pesca parece ya un negocio inviable. Lo poquito que ganan los marineros lo cobran a expensas de que las empresas no tengan beneficios, incluso muchas lo que tienen son simplemente p¨¦rdidas", reconoce.

"Tengo que pescar por un valor cinco o seis veces lo que gasto en gasoil"

"Cuando nos hemos dado cuenta, ya ten¨ªamos todos la soga al cuello"

"Con los actuales precios del carburante, para llevar un sueldo m¨ªnimo a mi casa, tengo que pescar por un valor cinco o seis veces lo que gasto en gasoil", explica. Pero lograr ese objetivo es m¨¢s que complicado. "Yo puedo gastar 4.000 o 5.000 litros semanales, lo que quiere decir unos 3.000 euros a la semana", afirma Rodr¨ªguez. A esta inversi¨®n fija, el armador tiene que sumar los diferentes gastos diarios de cajas, hielo, cargas fiscales, sueldos de sus trabajadores, de Seguridad Social...

"Lo cierto es que el empeoramiento ha sido poco a poco, no algo radical. Pero cuando nos hemos dado cuenta, ya ten¨ªamos todos la soga al cuello", reconoce el armador. Y esa cuerda aprieta la garganta econ¨®mica de muchos. "Yo estoy casado y tengo una ni?a de ocho a?os. Mi mujer es ama de casa. En mi familia tenemos hipoteca. Y lo mismo pasa con mis empleados, porque todos somos j¨®venes y tenemos proyectos, as¨ª que estamos todos hipotecados hasta la coronilla. Lo peor es que, con la que est¨¢ cayendo, las hipotecas no dejan de subir y los sueldos no dejan de bajar". ?C¨®mo se lidia el temporal? "Pues con mucha imaginaci¨®n, como mejor podemos, un poquito de aqu¨ª, un poquito de all¨ª. Empe?¨¢ndonos hasta los ojos y rehipotecando las hipotecas que ya tenemos. Un desastre", se queja amargamente el armador.

"Personalmente veo muy complicado que esto tenga alguna salida. Nuestro principal problema ahora es el gasoil, que ha subido much¨ªsismo en los ¨²ltimos tres a?os", dice Rodr¨ªguez. ?l, como el resto de sus compa?eros, pide la intervenci¨®n del Estado para poder asomar la cabeza por encima del agua y coger algo de aire: "En el tema del gasoil, o el Gobierno le quita m¨¢s impuestos al carburante y puede reducir en algo los precios,o no s¨¦ qu¨¦ vamos a hacer".

Los altos precios parecen una puntilla para una industria que ha tratado de escapar de un cerco que parece haberse ido cerrando a?o a a?o "Ya hemos intentado arreglar las cosas con otras estrategias. Hace tres o cuatro a?os acordamos en el sector regular el sistema de capturas, pescar menos, trabajar menos horas en el mar. Todo para intentar que los precios del pescado se elevaran y nosotros gast¨¢ramos menos. Pero no ha habido resultado. As¨ª que el futuro que veo no es muy bueno", contin¨²a.

Y es que, como recuerda este armador, la depresi¨®n que vive el mundo de la pesca por la crisis energ¨¦tica ha pillado a muchos con kil¨®metros de deudas. "Hace unos a?os, el Gobierno incentiv¨® a los armadores para que modernizasen las flotas. Ahora hay muchos que est¨¢n empe?ados hasta arriba. Muchos armadores tienen las deudas de sus barcos, de sus casas... As¨ª es imposible ganar nada de dinero".

En lo que va de a?o, con un invierno que los pescadores califican como de muy malo en las capturas, y a la salida de una parada biol¨®gica de tres meses, Rodr¨ªguez reconoce que no ha obtenido ning¨²n beneficio. "Ni un solo d¨ªa le hemos sacado algo. Porque el d¨ªa en que hemos ganado, se lo han llevado los gastos que ten¨ªamos atrasados. Yo creo que beneficio, este a?o, no lo ha conseguido nadie".