El cine m¨¢s vivo est¨¢ fuera de Europa
El director de 'Cahiers du Cin¨¦ma', Jean-Michel Frodon, presenta un ciclo sobre cr¨ªticos-directores
Jean-Michel Frodon es uno de los nombres m¨¢s respetados de la escritura cinematogr¨¢fica en Francia. De apellido Billiard, tom¨® como seud¨®nimo period¨ªstico el popular personaje de la saga escrita por Tolkien. Despu¨¦s de pasar por diferentes publicaciones, entre ellas, la cr¨ªtica en Le Monde, recal¨® en la direcci¨®n de la revista Cahiers du Cin¨¦ma donde su firma cada mes testimonia la salud o el rumbo del cine. En colaboraci¨®n con la Filmoteca Valenciana, repasa el matrimonio entre cr¨ªticos y celuloide a partir de nombres como Jean-Luc Godard, Fran?ois Truffaut, Jacques Rivette o Claude Chabrol, que realizar¨ªan su traspaso de la escritura a la pantalla desde la revista. "Es una generaci¨®n particular", comenta Jean-Michel Frodon, "porque tambi¨¦n es un periodo excepcional para el cine. Es una generaci¨®n que realiza su traspaso a la pantalla m¨¢s por el amor al cine que por la posesi¨®n de un aprendizaje profesional, y que, como dijo Godard, ya que no pod¨ªan hacer cine con una c¨¢mara, lo hac¨ªan con la pluma".
"El cine siempre est¨¢ en crisis, en un estado de agitaci¨®n permanente"
En el ciclo se exhiben t¨ªtulos ya cl¨¢sicos de la Nouvelle Vague como El bello Sergio (Claude Chabrol, 1958) o Le petit soldat (Jean-Luc Godard, 1960) junto con otros nombres m¨¢s contempor¨¢neos, como Andr¨¦ Techin¨¦ o Olivier Assayas, directores que tambi¨¦n har¨¢n sus primeras armas en Cahiers du Cin¨¦ma. "La relaci¨®n entre cr¨ªtico y director", se?ala Frodon, "siempre ha sido muy fluida, y los ejemplos en Cahiers no han faltado, pero por otro lado, ha habido grandes cr¨ªticos, pienso ahora en Andr¨¦ Bazin, escritor, te¨®rico, y fundador de Cahiers de Cinema, que nunca tuvo entre sus prop¨®sitos ser director de cine y le puedo asegurar que entre los m¨ªos tampoco se encuentra el de acabar dirigiendo una pel¨ªcula".
El pr¨®ximo a?o se cumplir¨¢n los 50 a?os de la realizaci¨®n de dos t¨ªtulos "salidos" de Cahiers du Cinema, A bout de souffle, de Jean Luc-Godard, y Los 400 golpes, de Fran?ois Truffaut. "Son dos pel¨ªculas excepcionales", explica, "y que despu¨¦s de estos 50 a?os nos contin¨²an seduciendo como en el momento de su estreno. Como ocurre con muchas obras de arte, un cuadro de Goya o un cuadro de Picasso, que despu¨¦s de 60 o 200 a?os, se nos aparecen nuevos, con toda su fuerza creativa, estas pel¨ªculas tienen ese don". Para Frodon las dos obras marcan una ruptura en el cine de todo el mundo. "Son dos pel¨ªculas que anuncian la irrupci¨®n de un movimiento decisivo para el cine, la Nouvelle Vague, que de alguna manera, se convirti¨® en el estandarte de todo un movimiento internacional de renovaci¨®n del cine, y que tuvo en el cine franc¨¦s su encarnaci¨®n. Un fen¨®meno que se produjo de una manera general, en los Estados Unidos, Inglaterra, Italia, Brasil, etc¨¦tera".
Durante su estancia en Valencia ha recorrido la exposici¨®n del fot¨®grafo Marin que estos d¨ªas se puede ver en el IVAM. Antes de dedicarse al periodismo, Frodon ejerci¨® de fot¨®grafo, aunque acabar¨ªa siguiendo los pasos de su padre, tambi¨¦n cr¨ªtico cinematogr¨¢fico. Entre sus obras, monograf¨ªas sobre Woody Allen, Robert Bresson o el cine chino como uno de los nuevos paisajes del cine mundial. "Las se?ales m¨¢s estimulantes, m¨¢s vivas, no se est¨¢n produciendo en el continente europeo en estos momentos, sino fuera de ¨¦l, en los Estados Unidos, en Asia o en la Am¨¦rica latina, pienso que son en estos territorios desde donde no est¨¢n llegando las cosas m¨¢s creativas".
Por lo que respecta al futuro es optimista: "Es una nueva ¨¦poca, que no tiene por qu¨¦ suponer un periodo de crisis del cine, porque por otro lado, el cine siempre est¨¢ en crisis, como un estado de agitaci¨®n y de transformaci¨®n permanente".
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