?Biblioteca o 'after hours'?

Claudia L¨®pez, de 17 a?os, quiere estudiar criminolog¨ªa. As¨ª que piensa prepararse bien para la selectividad, que comienza ma?ana. El s¨¢bado pasado acudi¨® de buena ma?ana a la Biblioteca P¨²blica Manuel Alvar, en el barrio de Salamanca. Lleg¨® a las 10 con el pelo rubio, un jersey holgado y un fajo de apuntes de lengua. Su intenci¨®n era aprovechar que el centro abr¨ªa 24 horas para pasar todo el d¨ªa con los codos hincados. Pero al llegar a la puerta se encontr¨® con una aglomeraci¨®n de j¨®venes esperando. "No se puede pasar. Est¨¢ lleno. Volved a las 11, que se abrir¨¢n dos plantas m¨¢s", respond¨ªa como una cantinela el vigilante de seguridad.

No, no es que la Manuel Alvar se hubiese convertido en un after hours saturado. Es que comenzaba un fin de semana de gran afluencia en las bibliotecas p¨²blicas. Porque hoy arrancan cinco d¨ªas de ex¨¢menes finales para bachilleres y universitarios y, sobre todo, para los 22.615 estudiantes madrile?os que se enfrentar¨¢n ma?ana, el mi¨¦rcoles y el jueves a uno de los trances m¨¢s temidos: las pruebas de acceso a la Universidad. Para acoger semejante cifra, seis bibliotecas de la Comunidad abren sin pausa desde el 16 de mayo y hasta el 25 de junio. Es el quinto a?o que funciona la iniciativa y la mayor¨ªa se llenaron s¨¢bado y domingo.

A las 10.00, la Manuel Alvar ya estaba llena. No hab¨ªa sitio desde las 7.30

El objetivo de Claudia, y de las decenas de estudiantes que esperaban en la entrada, era la tercera planta. All¨ª se despliegan los codiciados 116 reservados de madera en los que uno puede repasar los apuntes c¨®modamente aislado. Pero a las 10 de la ma?ana ya hace rato que no queda ni uno. Las mochilas, carpetas y latas de cola pueblan las salas. Las cabezas se alzan de los apuntes y miran con desconfianza al intruso que busca sitio libre.

Tres chavales han llegado casi una hora antes y el vigilante ya no les ha dejado pasar. "Estaba lleno desde las 7.30, pero hemos subido igual", sonr¨ªe Jos¨¦ Luis S¨¢nchez, de 18 a?os y estudiante de primero de Bachillerato, mientras baja la voz para no molestar. Junto a Pedro P¨¦rez, de 18 a?os y alumno de primero de Magisterio, y Borja Izquierdo, de 15 y estudiante de 4? de ESO, han desplegado carpetas y libros sobre una mesa baja. "Es mejor estudiar aqu¨ª porque en casa te despistas", se?ala Pedro. Una opini¨®n un¨¢nime.

Entre los afortunados est¨¢ Mar¨ªa de la Cruz, de 20 a?os y estudiante de Periodismo. Eso s¨ª, la suerte se la ha trabajado. Ha llegado a las 7.00. La acompa?aba Carlos Jim¨¦nez, tambi¨¦n de 20 a?os y estudiante de Administraci¨®n y Direcci¨®n de Empresas. "La aglomeraci¨®n te obliga a levantarte antes", se resigna Carlos durante un descanso para ir a tomar algo.

Hacia las 14.00 el pasaje de entrada a la biblioteca se llena de bocadillos, fiambreras y men¨²s de fast food. El sol empieza a apretar y la sombra va muy buscada. Claudia sale a dar cuenta de la comida que se ha tra¨ªdo de casa. Pero no puede confiarse mucho. Si abandona m¨¢s de media hora su silla, la perder¨¢. Una pareja de vigilantes hace la ronda y, si advierten que alguien se ausenta mucho, le retiran los b¨¢rtulos.

Ya ha ca¨ªdo m¨¢s de uno. A media tarde, en un banco del pasaje, unos chicos se r¨ªen a carcajadas mientras intentan concentrarse en los apuntes sin ¨¦xito. "S¨ª, estamos aqu¨ª porque nos han echado por pasarnos de tiempo", admite con una sonrisa Mar¨ªa Jos¨¦ Mesa, de 17 a?os, que acude a la sele con una media de siete. Aspira a Enfermer¨ªa. Su amiga Sara de Garay, de 17, quiere acceder a Comunicaci¨®n Audiovisual. "Esta noche no saldremos, porque ma?ana empezamos a las seis para estar todo el d¨ªa". ?Salen a cuenta semejantes maratones de estudio? "Las primeras horas te cunden pero luego vas perdiendo concentraci¨®n y acabas agotado", tercia Miguel Gonz¨¢lez, de 18 y estudiante de un m¨®dulo de Anatom¨ªa Patol¨®gica. "Ahora mismo tenemos una borrachera de conocimiento", a?ade con iron¨ªa. A las 19.00, la Manuel Alvar vuelve a reducirse a la tercera planta y comienzan las deserciones. A medianoche ya no hay problema para encontrar sitio. "Yo he llegado a estudiar de 20.00 a 7.00. Es lo mejor". Queda claro que salir por la noche antes de selectividad est¨¢ descartado.